Elaboran 12 principios para el uso de agroquímicos, puntapié para una ley nacional

En una economía tan dependiente de las exportaciones del sector agroindustrial, cualquier tema que se proponga modificar las reglas de juego requiere paciencia y consenso. Por eso fueron cuatro los ministerios — Agroindustria, Ambiente, Ciencia y Salud- abocados a redactar un informe sobre las buenas prácticas en la aplicación de agroquímicos, uno de los temas más controvertidos por los perjuicios que su mala utilización pueden provocar sobre la salud.


“Los fitosan­i­tar­ios son como los antibióti­cos para los humanos, porque pueden sal­var vidas pero sin un uso ade­cua­do pueden ten­er con­se­cuen­cias fatales”, graficó el min­istro de Cien­cia y Tec­nología, Lino Barañao, durante la pre­sentación de las con­clu­siones del estu­dio que demandó unos tres meses de elab­o­ración.

El doc­u­men­to final pro­pone 12 prin­ci­p­ios para regir las políti­cas públi­cas nacionales sobre apli­ca­ciones de fitosan­i­tar­ios, espe­cial­mente en “zonas de amor­tiguamien­to”, es decir, aque­l­las cer­canas a los ambi­entes que requieren espe­cial pro­tec­ción a los efec­tos neg­a­tivos de la apli­cación incor­rec­ta de fitosan­i­tar­ios, ya sea por la prox­im­i­dad de pobla­ciones humanas, pro­tec­ción de recur­sos nat­u­rales o pres­en­cia de pat­ri­mo­nio cul­tur­al e históri­co.

Estos prin­ci­p­ios deberían regir las políti­cas públi­cas sobre las apli­ca­ciones de fitosan­i­tar­ios en la agri­cul­tura y la ali­mentación, for­mu­lar recomen­da­ciones para adop­tar bue­nas prác­ti­cas y for­t­ale­cer los sis­temas de con­trol y mon­i­toreo. “Quer­e­mos que haya una base téc­ni­ca y cien­tí­fi­ca obje­ti­va que sir­va para cada leg­is­lación o reglamentación a niv­el provin­cial o munic­i­pal. Para que cada una de ellas pue­da decir: ‘Esta activi­dad fue mon­i­tore­a­da y es inocua para la salud”, sos­tu­vo el min­istro de Agroin­dus­tria, Luis Miguel Etcheve­here, durante la pre­sentación real­iza­da en la sede de esa cartera.

En la prác­ti­ca, un con­jun­to de ejes gen­erales en los que se debe hac­er foco, como ten­er en cuen­ta un con­tex­to de pro­duc­ción sostenible, un mod­e­lo inte­gral de salud (que cuide a los indi­vid­u­os direc­ta­mente rela­ciona­dos con su uso y a la población en gen­er­al), con­tar con una gestión de ries­gos basa­dos en el rig­or cien­tí­fi­co, dotar a las nor­mas de la sufi­ciente adapt­abil­i­dad para actu­alizarlas de man­era per­iódi­ca, lle­var ade­lante una gestión efi­ciente de mon­i­toreo o incen­ti­var la auto­gestión de sis­temas de con­trol del sec­tor pri­va­do. Tam­bién se pre­sen­taron 23 recomen­da­ciones para mejo­rar las políti­cas públi­cas.

“Nues­tra prin­ci­pal fun­ción va a ser el apoyo téc­ni­co a todos los pro­ce­sos de eval­u­ación, mon­i­toreo y de vig­i­lan­cia epi­demi­ológ­i­ca, con metodologías robus­tas, sól­i­das y cien­tí­fi­ca­mente val­i­dadas”, detal­ló el min­istro de Salud, Adol­fo Rubin­stein.

Los min­istros Barañao (izq.), Bergman, Etcheve­here y Rubin­stein, durante la pre­sentación.

Los resul­ta­dos del informe se pon­drán a con­sid­eración públi­ca des­de el 20 de julio y durante un mes, en Inter­net, en una instan­cia en la que se podrán realizar comen­tar­ios y críti­cas. Luego se revis­arán los comen­tar­ios y se lle­varán las recomen­da­ciones a las provin­cias a través del Con­se­jo Fed­er­al de Medio Ambi­ente (COFEMA) y el Con­se­jo Fed­er­al Agropecuario (CFA), y se pre­sen­tarán a las comi­siones del Con­gre­so. El obje­ti­vo de máx­i­ma es con­tar en un futuro cer­cano con una ley nacionalque reg­ule el tema.

Otro obje­ti­vo es la creación de una platafor­ma de Bue­nas Prác­ti­cas Agrí­co­las, como fuente de ref­er­en­cia de nuevas tec­nologías y que ten­drían inci­den­cia, por ejem­p­lo, en el análi­sis a la hora de resolver la adju­di­cación de un crédi­to.

El min­istro de Ambi­ente y Desar­rol­lo Sus­tentable, Ser­gio Bergman, explicó que las prop­ues­tas son “un mar­co ori­en­ta­dor”“Es un tema muy polémi­co y no debe cen­surarse ningu­na voz. Quer­e­mos fomen­tar la pro­duc­ción del agro al mis­mo tiem­po que val­i­damos las prác­ti­cas de man­era sostenible. La Argenti­na tiene que expor­tar para que ingre­sen divisas, pero no puede ser a expen­sas de la salud de la gente”, con­cluyó.

Por su parte, Barañao avi­zoró que “a futuro segu­ra­mente los fitosan­i­tar­ios no serán quími­cos sino biológi­cos, porque los con­sum­i­dores exi­gen cada vez más pro­duc­tos nat­u­rales. Por eso debe­mos ir inves­ti­gan­do esos insumos, que serán clave para las exporta­ciones. No es un tema menor: el país es muy depen­di­ente de la agri­cul­tura y lo seguirá sien­do por mucho tiem­po”.

Fuente: Ámbito