Trabajarán un día menos en una fábrica de tractores

Por la caída de las ventas, Pauny reducirá las tareas semanales

CÓRDOBA.- Por la caí­da de las ven­tas y la baja de la pro­duc­ción, la fábri­ca de trac­tores Pauny de la local­i­dad de Las Var­il­las, de esta provin­cia, anal­iza tra­ba­jar al menos un día menos a la sem­ana para preser­var los 575 emplea­d­os de su plan­ta. “Esta­mos hacien­do mal­abaris­mos para sosten­er la activi­dad; hemos hecho todo el esfuer­zo en estos meses, inclu­so toman­do crédi­tos, pero no lev­an­ta”, explicó a LA NACION Raúl Giai Livra, pres­i­dente de la empre­sa.

Pauny real­izó una pre­sentación ante el Min­is­te­rio de Tra­ba­jo para acor­tar los días lab­orables, pero, en para­le­lo, ya nego­cia con los emplea­d­os para alcan­zar un acuer­do. “Somos el fru­to de una fir­ma que cer­ró y sabe­mos lo que son los prob­le­mas. Quer­e­mos encon­trar una sal­i­da y con­fi­amos en que la muy bue­na cosecha sea acom­paña­da por tasas no digo baratas, sino razon­ables”, describió Giai Livra.

Pauny nació después de la quiebra de Zanel­lo, una históri­ca empre­sa famil­iar de la indus­tria de trac­tores. Cua­tro meses después del cierre, los emplea­d­os alquilaron la plan­ta para pon­er­la en mar­cha ellos mis­mos y man­ten­er su tra­ba­jo.

El ejec­u­ti­vo dijo que des­de abril de 2018 vienen arras­tran­do la cri­sis, pero que sigu­ieron a “rit­mo nor­mal” esperan­do que cam­biara la situación. “No solo no se mod­i­ficó, sino que empe­oró. Lo peor es la fal­ta de finan­ciación; las necesi­dades están, pero nadie com­pra un bien de cap­i­tal de con­ta­do, el que hace una operación es porque está urgi­do”, explicó.

La fir­ma dis­eñó algunos planes pro­pios, pero admiten que son difí­ciles de sosten­er. Bue­na parte del año pasa­do se sigu­ió ade­lante por los volúmenes de ven­tas ade­lan­ta­dos que tenían; en el ini­cio de 2019, en cam­bio, no hay opera­ciones cer­radas. El 2018 ter­minó con 25% menos de pro­duc­ción inter­an­u­al: fab­ri­caron 1700, unidades con­tra 2050 de 2017. “Hay que reducir los cos­tos fijos porque esta­mos a menos de la mitad de la capaci­dad de pro­duc­ción; la sequía y la fal­ta de finan­ciación fueron un mix muy com­pli­ca­do. Además la deval­u­ación duplicó los cos­tos de mate­ria pri­ma”, dijo Giai Livra.

Los fab­ri­cantes de maquinar­ia agrí­co­la cer­raron un mal 2018 por efec­to de la peor sequía de los últi­mos 50 años y la cri­sis económi­ca, que dis­paró las tasas de interés. En la Cámara Argenti­na de Fab­ri­cantes de Maquinar­ia Agrí­co­la (Caf­ma) señalaron que el año pasa­do fue “para el olvi­do”.

Venían de un 2017 de crec­imien­to y las primeras proyec­ciones eran que la ten­den­cia se man­ten­dría, pero la pér­di­da de 28 mil­lones de toneladas de soja y maíz por la sequía golpeó al cam­po y, en la segun­da parte del año, la situación empe­oró por la deval­u­ación y las tasas de finan­ciación, que treparon has­ta el 70%. El sec­tor bara­ja la posi­bil­i­dad de que en las próx­i­mas sem­anas el Gob­ier­no anun­cie algu­nas líneas de finan­ciamien­to para los pro­duc­tores.

Fuente: La Nación.