Smart Agro | Qué es y cómo definirá el futuro del negocio en los próximos años

Para fin de este año a nivel mundial se va a haber producido más datos que en toda la historia de la humanidad. Esto, claro está, es producto de una era particular que estamos viviendo: la revolución de la información.

En el sec­tor agropecuario no esta­mos exen­tos de lo que ocurre en el mun­do. Pro­duci­mos datos a un rit­mo frenéti­co. Según un estu­dio reciente del INTA, nueve de cada diez pro­duc­tores agropecuar­ios uti­liza GPS e imá­genes satelitales y ocho de cada diez, mon­i­tores de siem­bra, pilo­tos automáti­cos y ban­der­illeros satelitales. Toda esa tec­nología fun­cio­nan­do trac­ciona datos muy valiosos en for­ma per­ma­nente pero dis­para la sigu­iente pre­gun­ta:

¿Cómo están sien­do uti­liza­dos los datos que gen­er­an los pro­duc­tores agropecuar­ios argenti­nos?

Des­de Grupo Cencer­ro pen­samos que el desafío del momen­to no pasa úni­ca­mente por la incor­po­ración de tec­nología y la con­se­cuente pro­duc­ción de datos, sino por la con­ver­sión de esos datos en infor­ma­ción. Es decir, lisa y llana­mente, usar los datos gen­er­a­dos para tomar una opor­tu­na decisión geren­cial que sea pos­i­ti­va para el nego­cio en el cor­to, medi­ano y largo pla­zo.

“Un dato se con­vierte en infor­ma­ción sólo cuan­do se proce­sa y sirve para tomar una decisión”, rezan los man­uales de admin­is­tración agropecuar­ia. Parece que ahí está la llave.

No alcan­za con gener­ar­los. Hay que geren­cia­r­los. Pro­fun­dizan­do en el diag­nós­ti­co, sabe­mos que seis de cada diez pro­duc­tores argenti­nos uti­liza los datos que gen­era para tomar una decisión. En el norte nos lle­van algo de ven­ta­ja, según una encues­ta de la Munich Rein­sur­ance Améri­ca ocho de cada diez pro­duc­tores norteam­er­i­canos uti­liza drones para eval­u­ar, mon­i­tore­ar y admin­is­trar opor­tu­na­mente sus establec­imien­tos.

Somos con­scientes de los desafíos que la gen­eración de la agri­cul­tura y ganadería 3.0 nos dejó. La valiosa robo­t­i­zación y autom­a­ti­zación con maquinar­ias puso en jaque a cualquier pro­duc­tor a la hora de hablar de efi­cien­cia y pro­duc­tivi­dad. Sin embar­go, no podemos descono­cer que hoy el mun­do habla y debate la agri­cul­tura y ganadería 4.0, o más sen­cil­la­mente el Smart Agro, y nosotros no debe­mos quedarnos afuera.

El Smart Agro se viene con todo y hará hin­capie no sólo en aumen­tar los nive­les de pro­duc­ción, sino tam­bién en las for­mas de pro­ducir. La medición del impacto medioam­bi­en­tal y la traz­abil­i­dad de las cade­nas agroal­i­men­ta­rias serán dos aris­tas que esta cor­ri­ente no dejará de lado. Esta­mos seguros que este tema dejará mucha tela para cor­tar y las AgTech serán las pro­tag­o­nistas de la gen­eración de her­ramien­tas ade­cuadas para proce­sar datos y pon­er­los a dis­posi­ción. Esto será muy valioso para el mun­do de la pro­duc­ción agropecuar­ia.

Des­de Grupo Cencer­ro crée­mos que en el con­tex­to actu­al la opor­tu­nidad que tiene el sec­tor agropecuario argenti­no de apalan­car­se en la cor­ri­ente del Smart Agro es inmejorable. Para dar un ejem­p­lo con­cre­to de estos tiem­pos, a Chi­na le tomará diez años recu­per­ar su capaci­dad de pro­ducir carnes. Esto no sig­nifi­ca lin­eal­mente que los pro­duc­tores agropecuar­ios argenti­nos puedan meterse en ese mer­ca­do, ya que el con­sum­i­dor exige cada vez más y nosotros ten­emos que estar a la altura de las cir­cun­stan­cias. Habrá que evolu­cionar rápi­do y adap­tarse para aprovechar las opor­tu­nidades que el mun­do nos está pre­sen­tan­do.

La población mundi­al crece con­stan­te­mente, mil­lones de per­sonas en dis­ti­nos país­es mejo­ran su condi­ción económi­ca deman­dan­do pro­duc­tos de cal­i­dad y has­ta expe­ri­en­cias de con­sumo. Es cier­to que la coyun­tu­ra nacional muchas veces condi­ciona nue­stros nego­cios, pero el mun­do ya sabe lo que quiere y esa deman­da cada vez se afir­ma más.

Miran­do el vaso medio lleno, y com­pren­di­en­do que no hay retorno en este camino si quer­e­mos seguir pro­gre­san­do como sec­tor, es pre­ciso leer la coyun­tu­ra bal­ance­an­do opti­mis­mo con real­i­dad. El futuro de cada pro­duc­tor agropecuario depen­derá de la for­ma de plan­i­ficar y ges­tionar la estrate­gia dis­eña­da, de la uti­lización de las her­ramien­tas e infor­ma­ción disponibles y, sobre todo, de la capaci­dad de adap­tarse a los tiem­pos mod­er­nos. Por Eze­quiel Cruz.*

*El autor es licen­ci­a­do en admin­is­tración agropecuar­ia y tra­ba­ja en Grupo Cencer­ro, una con­sul­to­ra espe­cial­iza­da en acom­pañar a empre­sas del sec­tor agropecuario a mejo­rar sus nive­les de geren­ci­amien­to.

Fuente: La Nación.