Petroleras presionan a Kulfas para limitar los biocombustibles

Un documento que habrían presentado las compañías petroleras al ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas, sobre los lineamientos para una nueva Ley de biocombustibles encendió las alarmas en la toda la cadena agroindustrial argentina.

La prop­ues­ta, a la que tuvo acce­so BioE­conomía, pre­tende gravar a los bio­com­bustibles con los impuestos al dióx­i­do de car­bono y los com­bustibles líqui­dos ‑exen­tos en la actu­al leg­is­lación por tratarse jus­ta­mente de com­bustibles limpios y ren­ov­ables. Tam­bién bus­ca lim­i­tar su par­tic­i­pación en el mer­ca­do a los val­ores actuales de mez­cla, que son de 10% para biodiesel y 12% para bioetanol y pre­tende elim­i­nar el actu­al sis­tema de cupos y pre­cios reg­u­la­dos por la Sec­re­taría de Energía de la Nación. Además, habili­ta a las petrol­eras a par­tic­i­par de la pro­duc­ción de bio­com­bustibles, para lo que se instru­men­tarían incen­tivos para la con­struc­ción de plan­tas de gran escala.

En dial­o­go con BioE­conomía, uno de los ref­er­entes de la indus­tria bio­com­bustibles se mostró muy pre­ocu­pa­do y dijo que «Pocas veces ha tenido la des­dicha de escuchar tan­tas bar­bari­dades y prop­ues­tas anti-Argenti­na como esta. Es una prop­ues­ta solo viable en un país sub­re­al que va a con­tra­mano de lo que está suce­di­en­do en la Unión Euro­pea, EEUU, Brasil y Asía. Están pidi­en­do la destruc­ción y desapari­ción de 56 plan­tas de bio­com­bustibles rad­i­cadas en 10 provin­cias, la gran may­oría pymes. Bus­can quedarse con el 100% del con­trol de la cade­na para mane­jar los pre­cios que paga el con­sum­i­dor y hac­er­le perder jer­ar­quía al gob­ier­no de turno”, y agregó que “no solo bus­can destru­ir lo exis­tente, sino que pre­tenden que se le sub­si­die la con­struc­ción de plan­tas de más de U$S 100 mil­lones”.

El entre­vis­ta­do destacó que las com­pañías petrol­eras piden igual­dad para el tratamien­to trib­u­tario, lo que resul­ta ridícu­lo ya que los bio­com­bustibles gen­er­an entre 70% y 85% menos de emi­siones de dióx­i­do de car­bono respec­to a sus equiv­a­lentes fósiles. «Si el impuesto al CO2 refle­jaría el cos­to real de las emi­siones, jamás los com­bustibles fósiles podrían ser com­pet­i­tivos. Piden igual­dad trib­u­taria y de condi­ciones pero emiten men­cionar que su sec­tor está sub­sidi­a­do y no per­miten que los pro­duc­tores de bio­com­bustibles ten­gan la capaci­dad de mezclar y com­pe­tir con las petrol­eras”, reclamó la fuente.

El ref­er­ente denun­ció que resul­ta “mali­cioso y fal­so afir­mar que los bio­com­bustibles gen­er­an un impacto fis­cal neg­a­ti­vo, cuan­do en la prác­ti­ca, los bio­com­bustibles no están ben­e­fi­ci­a­dos con ningún sub­sidio, algo que no sucede con los com­bustibles fósiles, que de for­ma direc­ta reciben sub­sidios a través del ‘Bar­rill Criollo´y de for­ma indi­rec­ta a través de diver­sos mecan­is­mos». Destacó que las petrol­eras omiten men­cionar la con­tribu­ción fis­cal que los bio­com­bustibles real­izan des­de su ori­gen en toda la cade­na agroin­dus­tri­al de la soja, el maíz y la caña de azú­car, tan­to a niv­el local, como provin­cial y nacional y que los bio­com­bustibles son de pro­duc­ción 100% nacional y que más del 30% del gasoil que se con­sume en el país es impor­ta­do y com­er­cial­iza­do bajo sub­sidios.

Y agregó que «per­mi­tir el ingre­so de las petrol­eras a la pro­duc­ción de bio­com­bustibles sig­nifi­caría una may­or con­cen­tración económi­ca y de posi­ción dom­i­nante por parte de esta indus­tria».

Al referirse sobre el límite al por­centa­je de mez­cla alertó que «lim­i­tar y reducir los por­centa­jes de corte sig­nifi­caría ir a con­tra­mano del mun­do, pro­mover la destruc­ción del agre­ga­do de val­or en ori­gen y la re-primer­ización del sec­tor agroin­dus­tri­al, con todos los efec­tos neg­a­tivos que ello impli­ca para el desar­rol­lo indus­tri­al del país».

La actu­al Ley de bio­com­bustibles, vigente has­ta mayo de 2021, ha resul­ta­do un instru­men­to fun­da­men­tal para el crec­imien­to de la economía del inte­ri­or y del país. Impul­só la creación de más de 35 plan­tas de biodiesel y 3 plan­tas de refi­nación de glice­ri­na, que lle­varon al país a con­ver­tirse en el prin­ci­pal expor­ta­dor mundi­al de estos dos pro­duc­tos. El biodiesel encon­tró un nue­vo des­ti­no para el aceite de soja, cuyo mer­ca­do exter­no está casi sat­u­ra­do, con­sol­i­dan­do la expan­sión en la indus­tria de crush­ing, cuyo pro­duc­to más deman­da­do es la hari­na de soja. En el perío­do, las exporta­ciones del ali­men­to rico en pro­teí­nas crecieron 25%.

En cuan­to al bioetanol, la may­oría de las 13 des­til­erías de caña de azú­car que oper­an en la actu­al­i­dad se hicieron nuevas, mien­tras que tam­bién se con­struyeron 6 nuevas plan­tas de etanol de maíz de gran escala y 5 plan­tas de pequeña escala en establec­imien­tos ganaderos. Se cal­cu­la que las inver­siones super­aron los U$S 2.500 mil­lones y se crearon dece­nas de miles de empleos de cal­i­dad en el inte­ri­or pro­duc­ti­vo, a la vez que se evitó la importación de com­bustibles fósiles por un val­or supe­ri­or a los U$S 10 mil mil­lones.

Si bien el Poder Ejec­u­ti­vo está fac­ul­ta­do para exten­der la vigen­cia de la actu­al Ley de bio­com­bustibles has­ta 2024, cier­tos vacíos reglamen­tar­ios han provo­ca­do un alto niv­el de con­flic­tivi­dad que hace que se man­ten­gan poster­gadas impor­tantes inver­siones. Por tal moti­vo se recomien­da una nue­va Ley que lim­ite el niv­el de dis­cre­cional­i­dad que per­mite la autori­dad de apli­cación en la reglamentación vigente.

La Liga Bioen­ergéti­ca, una enti­dad que nuclea a los gob­ier­nos provin­ciales y los pro­duc­tores de bio­com­bustibles, ha elab­o­ra­do un anteproyec­to de ley que cuen­ta con los con­sen­sos nece­sar­ios para crear un mar­co reg­u­la­to­rio ade­cua­do que genere una nue­va ola de inver­siones. El mis­mo fue pre­sen­ta­do al poder ejec­u­ti­vo para su revisión y se espera su devolu­ción en las próx­i­mas sem­anas.

A medi­a­dos de julio, los pro­duc­tores de bio­com­bustibles se reunieron con el min­istro Kul­fas y su equipo téc­ni­co, donde destac­aron la bue­na pre­dis­posi­ción del fun­cionario para avan­zar en una leg­is­lación super­ado­ra. Opor­tu­na­mente, Kul­fas dijo que la Ley de bio­com­bustibles dio en sus 15 años “muchos resul­ta­dos pos­i­tivos que este gob­ier­no no quiere perder».

Fuente: Bioe­cono­mia.