La situación económico financiera afectó la zafra actual y traerá consecuencias

Scandaliaris, de la Eeaoc, enumeró diversos problemas que debieron afrontar no sólo los productores, sino todos los actores del sector.

La zafra azu­car­era 2019 está casi final­iza­da. Que­da poca caña en pie y las llu­vias antic­i­pan su cierre. El téc­ni­co del pro­gra­ma Caña de Azú­car de la Estación Exper­i­men­tal Agroin­dus­tri­al Obis­po Colom­bres, Jorge Scan­daliaris, con­sid­eró que el resul­ta­do de esta, para los pro­duc­tores y para todos los actores involu­cra­dos, es muy magro.

“Arrancó com­pli­ca­da, y a medi­da de que avan­z­a­ba se com­plic­a­ba más. Las com­pli­ca­ciones económi­co­fi­nancieras, de diver­sa gravedad en var­ios inge­nios, difi­cul­taron el comien­zo. Esto se debió a que el arras­tre de la zafra ante­ri­or fue pesa­do, y a medi­da de que avan­z­a­ba la zafra el pre­cio del pro­duc­to no alcanzó los val­ores desea­d­os y, por ende, no se con­ta­ba con los recur­sos sufi­cientes como para ini­ciar una zafra en orden”, explicó.

Pre­cisó que, en gen­er­al, durante el año el pre­cio no superó los $ 720 ‑val­or inge­nio-. “Si lo ponemos en dólares, el pre­cio prome­dio del kilo de azú­car fue de U$S 0,18. Es invi­able para nues­tra activi­dad; en cualquier región pro­duc­to­ra azu­car­era del mun­do, si el pre­cio lle­ga a esos val­ores empieza con prob­le­mas muy serios, lo que en defin­i­ti­va trae prob­le­mas pro­duc­tivos”, pun­tu­al­izó Scan­daliaris.

Añadió que, además, en esta zafra el tema del pre­cio del azú­car vino acom­paña­do por los incon­ve­nientes del sec­tor con el alco­hol. “El pro­gra­ma alco­hol empezó bien; había bue­nas expec­ta­ti­vas por la impor­tante decisión políti­ca de incre­men­tar el corte de los com­bustibles y con un pre­cio intere­sante. Pero luego plan­charon el pre­cio y no acom­pañó a la economía del país que, con la inflación, afec­tó muy fuerte al sec­tor”, dijo.

Insis­tió en que un pre­cio de azú­car a U$S 0,18 y un pre­cio de alco­hol que no acom­pañó las expec­ta­ti­vas del sec­tor hicieron que este año resulte muy difí­cil para el pro­duc­tor y para el indus­tri­al y, por ende, para Tucumán, provin­cia que tiene una gran depen­den­cia social y económi­ca con la pro­duc­ción azu­car­era. “Este fue, en gen­er­al, el esce­nario durante esta zafra; por lo que los actores de esta agroin­dus­tria debieron hac­er muchos esfuer­zos para salir del paso”, afir­mó.

Men­cionó, además, las grandes difi­cul­tades de finan­ciamien­to que se dieron, para que se puedan afrontar los cos­tos de ini­cio. Y dijo que esto gen­eró con­se­cuen­cias con el cor­rer del pro­ce­so. “Luego de unos días se gen­er­al­izó la zafra y se empezó a pro­ducir el endulzante de man­era con­tin­ua, pero se mal­vendía la pro­duc­ción por la necesi­dad financiera exis­tente en toda la cade­na. No exis­tió el finan­ciamien­to por parte de los ban­cos por razones por todos cono­ci­das, por lo que el sec­tor se desprendía ráp­i­da­mente del azú­car a pre­cios real­mente bajos para afrontar un sis­tema de pro­duc­ción ade­cua­do”, enfa­tizó.

Y aunque lamen­tó los prob­le­mas de llu­vias que inci­dieron al ini­cio, cele­bró que no se hayan reg­istra­do heladas: “(esto hizo que) los rendimien­tos fab­riles se man­tu­vier­an en val­ores acept­a­bles”.

Insis­tió en que los pro­duc­tores debieron hac­er un esfuer­zo extra para esta zafra. “De man­era muy difi­cul­tosa pudieron realizar labores para ten­er un cañav­er­al como la gente. Sin duda que hubo buenos cañav­erales, pero en gen­er­al los rendimien­tos cul­tur­ales fueron en prome­dio bas­tantes reg­u­lares y mal­os”, señaló. En este sen­ti­do, destacó que se ven muchos cañav­erales en malas condi­ciones y aban­don­a­dos: “muy pro­pio de la situación que se viene arras­tran­do des­de la cam­paña pasa­da y que se pro­fun­dizó en la que está final­izan­do”.

Scan­daliaris puso el foco en la situación en la situación económi­co­fi­nanciera; dijo que esta hizo que lo pro­duc­ti­vo se vea afec­ta­do de man­era muy impor­tante. “Lo pro­duc­ti­vo de esta zafra fue reg­u­lar a malo. No está de más decir que esta cam­paña se car­ac­ter­izó por ten­er planta­ciones bue­nas y muy bue­nas ‑de aque­l­los pro­duc­tores que pudieron hac­er las cosas como cor­re­sponde, con mane­jos efi­cientes, recomen­da­dos por los téc­ni­cos- y cañav­erales real­mente mal­os, que no tuvieron la for­tu­na de poder ser mane­ja­dos ade­cuada­mente”, dijo.

Fuente: La Gac­eta.