El nuevo Código Penal pondría la lupa sobre algunas conductas de la cadena agroindustrial

De prosperar la reforma del código penal, la utilización de OGM no autorizados, la contaminación ambiental imprudente y el maltrato animal podrían sancionarse con prisión.

El Gob­ier­no nacional pre­sen­tó el proyec­to de refor­ma del Códi­go Penal en el Con­gre­so de la Nación. La prop­ues­ta con­sid­era al ambi­ente como un bien jurídi­co pro­te­gi­do, tip­i­f­i­can­do como deli­to la con­t­a­m­i­nación y el daño con­tra los recur­sos nat­u­rales. En ese sen­ti­do, algu­nas activi­dades real­izadas en la cade­na agroin­dus­tri­al podrían ser penal­izadas con prisión.

El Códi­go Penal, san­ciona­do en 1921, fue mod­i­fi­ca­do por más de 900 leyes sin ten­er en cuen­ta la sis­tem­ati­ci­dad de la total­i­dad de los insti­tu­tos, de las reglas gen­erales y de los deli­tos con­tem­pla­dosTam­bién ha ido incor­po­ran­do todas las leyes penales espe­ciales. De esta man­era, perdió su coheren­cia inter­na y la pro­por­cional­i­dad que le son esen­ciales, apartán­dose del cri­te­rio de cod­i­fi­cación unifi­ca­da en mate­ria penal, cir­cun­stan­cia que en muchas opor­tu­nidades con­du­jo a la incer­tidum­bre respec­to de qué está per­mi­ti­do o pro­hibido en nue­stro país.

En mar­zo de 2017, se con­for­mó una Comisión Redac­to­ra integra­da por juris­tas, mag­istra­dos, abo­ga­dos y rep­re­sen­tantes de los min­is­te­rios de Jus­ti­cia y Dere­chos Humanos, Seguri­dad y Desar­rol­lo Social, para elab­o­rar un cuer­po nor­ma­ti­vo mod­er­no que ase­gure la igual­dad de los todos los habi­tantes.

La Fun­dación Bar­bechan­do anal­izó la refor­ma y mar­có los pun­tos más impor­tantes para el cam­po argenti­no. De ello se desprende que en caso pros­per­ar el nue­vo códi­go, tan­to pro­duc­tores como empre­sar­ios vin­cu­la­dos al sec­tor agropecuar­ios e inclu­so todas aque­l­la per­sona que habiten o desar­rollen su activi­dad lab­o­ral en el ámbito nat­ur­al, deberán ser muy cuida­dosos con las inter­ven­ciones que real­izan sobre el medio ambi­ente o podrían verse suje­tos a penas de prisión.

Pre­cisa­mente, la refor­ma del códi­go penal pre­vé la san­ción de algu­nas activi­dades que en may­or o menor medi­da, hace ya un tiem­po o recien­te­mente, algunos actores del com­ple­jo agroin­dus­tri­al argenti­no han real­iza­do en su labor. Por men­cionar algu­nas, se intro­duce el deli­to de con­t­a­m­i­nación ambi­en­tal impru­dente, la intro­duc­ción de flo­ra o fau­na exóti­ca inva­so­ra, la tala de arboles nativos, la caza en per­ió­dos de veda o la manip­u­lación no autor­iza­da de recur­sos genéti­cos u organ­is­mos geneti­ca­mente mod­i­fi­ca­dos.

Lo que se incluye:

Delitos contra el ambiente

Cuan­do se real­i­cen ver­tidos o extrac­ciones que causen graves daños al aire, al sue­lo, a las aguas, a la flo­ra o a la fau­na, se con­sid­er­ará deli­tos de con­t­a­m­i­nación o daños graves y se san­cionaran con pena de has­ta 5 años de prisión, mul­ta e inhab­il­itación, toman­do como parámetro la leg­is­lación nacional y provin­cial en la mate­ria.

La refor­ma tam­bién pre­vé la tip­i­fi­cación del deli­to de con­t­a­m­i­nación ambi­en­tal impru­dente, con pena de has­ta 10 años de prisión. Pero si la el hecho se cometiere con resid­u­os peli­grosos, sus­tan­cias tóx­i­cas o pro­hibidas generan­do peli­gro para la salud humana, se con­sid­er­ará un agra­vante y la pena podría ascen­der has­ta 15 años de prisión.

Lo mis­mo ocur­rirá cuan­do pro­duc­to del per­juicio ambi­en­tal, un área urbana o rur­al se tornare no apta para la ocu­pación humana; cuan­do se impi­diere el uso públi­co de ríos, lagos o lagu­nas; si se causaren daños direc­tos graves para la población o si la con­t­a­m­i­nación se efec­tu­are sobre un área nat­ur­al pro­te­gi­da.

La pena máx­i­ma en mate­ria de deli­tos ambi­en­tales, se incur­rirá cuan­do algu­na de las men­cionadas acciones provo­quen la muerte de algu­na per­sona, en tal caso la pena lle­garía has­ta los 25 años.

Delitos contra la biodiversidad.

Para quien ile­gal­mente intro­duz­ca en el ambi­ente ejem­plares de flo­ra o fau­na exóti­ca inva­so­ra  se pro­pone la pena de has­ta 3 años de prisión y mul­ta (medi­da en días mul­ta). Pero si de tal intro­duc­ción, incurre en un grave daño para un eco­sis­tema o si se afec­ta el ciclo nat­ur­al de repro­duc­ción o migración de una especie nati­va o migra­to­ria, la pena podría ascen­der has­ta los 4 añosde prisión.

En el mis­mo sen­ti­do, las penas podrían alcan­zar has­ta los 6 años de prisión y mul­ta, para quien propa­gare en el ambi­ente organ­is­mos genéti­ca­mente mod­i­fi­ca­dos idó­neos para provo­car daños en el ambi­ente o en la salud humana.

A su vez, se incluye el deli­to de incen­dio fore­stal si resultare un grave daño a ele­men­tos nat­u­rales o el ambi­ente en gen­er­al y para quien mod­i­fi­care humedales, infringien­do las leyes nacionales o provin­ciales, con peli­gro para el ambi­ente.

Por otra parte, se incor­po­ran los deli­tos con­tra los bosques nativos y pro­tec­tores con pena de has­ta 3 años de prisión y mul­ta (medi­da en días mul­ta) para quien ile­gal­mente desmonte bosques nativos o pro­tec­tores, extraiga o tale árboles o ejem­plares de flo­ra de una especie pro­te­gi­da o en peli­gro de extin­ción, y se aumen­ta el máx­i­mo de la pena a 5 años de prisión cuan­do los hechos se cometan en el peri­o­do de semi­l­lazón, de regen­eración nat­ur­al, en época de sequía o inun­dación, con­tra especies pro­te­gi­das de la flo­ra sil­vestre o con méto­dos pro­hibidos idó­neos para per­ju­dicar una especie o en un área pro­te­gi­da.

Delitos por manipulación Genética.

Se pre­vé pena de prisión para quien ile­gal­mente intro­duz­ca en el ambi­ente organ­is­mos o  microor­gan­is­mos genéti­ca­mente mod­i­fi­ca­dos, no autor­iza­dos. A su vez, se agre­ga el deli­to de sus­trac­ción o com­er­cial­ización mali­ciosa de recur­sos genéti­cos.

Delitos contra la la fauna silvestre u otros animales

Se establece una pena alter­na­ti­va de has­ta 3 años de prisión o mul­ta (medi­da en días mul­ta) y se tip­i­fi­ca la con­duc­ta de quien cace o pesque ani­males de la fau­na sil­vestre en perío­do de veda, o de especies pro­te­gi­das, en peli­gro de extin­ción, migra­to­rias, en lugares pro­hibidos o pro­te­gi­dos, o uti­lizan­do medios pro­hibidos. Además el mal­tra­to y cru­el­dad con­tra los ani­males, pre­vé una pena alter­na­ti­va de has­ta 4 años de prisión o mul­ta (medi­da en días mul­ta).

Fuente: Info­Cam­po.