Córdoba hace punta con las Buenas Prácticas Agrícolas y premia al que hace bien los deberes

Cuatro productores cuentan los beneficios de un programa que en 2019 entra en su tercer año y ofrece un reconocimiento económico para quienes rotan, siembran pasturas, hacen ganadería y capacitan a su personal.

A veces, hac­er lo cor­rec­to sirve sólo para enal­te­cer el espíritu. Des­de hace dos años en Cór­do­ba, las Bue­nas Prác­ti­cas Agrí­co­las (BPAs) tienen, además de esa pal­ma­da en el hom­bro, un reconocimien­to económi­co: el Min­is­te­rio de Agri­cul­tura y Ganadería cor­dobés reconoce 12 prác­ti­cas que cualquier pro­duc­tor puede aplicar y percibir esa ret­ribu­ción.

Actual­mente es la úni­ca provin­cia que lo tiene imple­men­ta­do, pero Buenos Aires y San­ta Fe están dis­eñan­do esque­mas sim­i­lares. Las prác­ti­cas son gen­er­adas y val­i­dadas por un con­se­jo con­sul­ti­vo de 50 insti­tu­ciones, uni­ver­si­dades y cámaras empre­sar­i­ales.

¿Qué prác­ti­cas se bonif­i­can? La capac­itación, ser miem­bro de insti­tu­ciones, con­tar con pro­gra­mas de respon­s­abil­i­dad social, las rota­ciones, incor­po­rar gramíneas y usar cul­tivos de ser­vi­cio, la implantación de pas­turas, pero tam­bién riego, hor­ti­cul­tura, forestación y con­tar con un plan ganadero.

Pablo Lozano, gerente de Compañía Anglo Córdoba de Tierras, contó que la empresa recibe una compensación por la inversión en sistemas de riego, entre otras buenas prácticas.

Pablo Lozano, ger­ente de Com­pañía Anglo Cór­do­ba de Tier­ras, con­tó que la empre­sa recibe una com­pen­sación por la inver­sión en sis­temas de riego, entre otras bue­nas prácticas.Newsletters Clarín

Clarín Rur­al con­sultó a cua­tro pro­duc­tores que cuen­tan su expe­ri­en­cia y los alcances del pro­gra­ma que está por comen­zar su ter­cer ciclo. “Somos una empre­sa famil­iar con 30 años de his­to­ria y siem­pre hemos tenido muy claro que la rentabil­i­dad debe ser fru­to de un crec­imien­to con sus­tentabil­i­dad ambi­en­tal y com­pro­miso social, y las bue­nas prác­ti­cas nos ayu­dan a cumplir con esta premisa”, con­tó Pablo Lozano, ger­ente de Com­pañía Anglo Cór­do­ba de Tier­ras, que emplea a 160 per­sonas y tiene su nodo cen­tral en el establec­imien­to Las Pen­cas, en Vil­la María.

En el norte de Cór­do­ba y algo en San­ti­a­go del Estero hacen agri­cul­tura, ganadería bov­ina (cabaña propia y ciclo com­ple­to), gran­ja porci­na e indus­tria (aceite crudo des­go­ma­do y expeller de soja). En algu­nas hec­táreas tienen riego, una prác­ti­ca que, jun­to con las otras, tiene com­pen­sación. En total cal­i­f­i­can en 7 de las 12 prác­ti­cas habil­i­tadas.

Para Lozano, las bue­nas prác­ti­cas tam­bién sir­ven para tra­ba­jar sobre una de las pre­ocu­pa­ciones actuales más impor­tantes del sec­tor que es el dis­tan­ci­amien­to que se ha gen­er­a­do entre rural­is­mo y urban­is­mo. “Muchos ciu­dadanos urbanos no nos ven como pro­duc­tores de ali­men­tos, sino como aque­l­los que nue­stro úni­co obje­ti­vo es la rentabil­i­dad y para eso enve­ne­n­amos al resto”, advir­tió.

“El obje­ti­vo es que los pro­duc­tores se famil­iari­cen con las nor­ma­ti­vas, y tam­bién ofre­cer una her­ramien­ta de comu­ni­cación para con­trapon­er los pre­juicios que muchas veces recaen sobre la activi­dad pro­duc­ti­va y, a su vez, man­co­mu­nar el tra­ba­jo de dis­tin­tas insti­tu­ciones en pos de lograr una agen­da común”, con­tó Fran­cis­co Iguer­abide, ex pres­i­dente de Aacrea y a car­go de la Direc­ción de Desar­rol­lo Agropecuario Sostenible del Min­is­te­rio de Agri­cul­tura y Ganadería de Cór­do­ba.

Fran­cis­co Iguer­abide, fun­cionario del Min­is­te­rio de Agri­cul­tura cor­dobés, explicó que el pro­gra­ma famil­iar­iza a los pro­duc­tores con las nor­mas y es una her­ramien­ta para luchar con­tra los pre­juicios con­tra el sec­tor.

La provin­cia tiene alrede­dor de 8.000 pro­duc­tores. En 2017 entraron al pro­gra­ma 1.800 y en 2018, 3.000. El primer año se repartieron 65 mil­lones de pesos, el segun­do 100 y para 2019 la prop­ues­ta es entre­gar 130 mil­lones.

En la zona de Huan­chilla, a mitad de camino entre La Car­lota y Laboulaye por la ruta 25, Raúl Tac­ar­di Luci­ni es pro­duc­tor agrí­co­la (700 hec­táreas), con­tratista (siem­bra entre 1.500 y 2.000 hec­táreas) y asesor pri­va­do. “Como inge­niero agrónomo yo venía hacien­do las rec­etas asi que fue sen­cil­lo porque sólo tuve que empezar a hac­er­las dig­i­tales, no es un trámite engor­roso”, con­tó. Tam­bién reciben bonifi­cación por rotar, por hac­er cul­tivos de ser­vi­cio, sem­brar gramíneas, análi­sis de sue­lo para fer­tilizar, en total 5 prác­ti­cas.

Cer­ca de Huan­chilla, Raúl Tac­ar­di Luci­ni recibe una bonifi­cación por rotar, sem­brar gramíneas y hac­er análi­sis de sue­lo.

Al igual que Lozano, pon­dera cómo este pro­gra­ma puede ser el pilar de comu­ni­cación en las comu­nidades. “Es intere­sante para que la gente de ciu­dad conoz­ca que somos muchos los que en el cam­po hace­mos las cosas bien”, opinó Tac­ar­di Luci­ni.

Pro­duc­tor agropecuario en la zona de Leones, Car­los Garet­to (muy iden­ti­fi­ca­do durante la lucha post Res­olu­ción 125 y en la Mesa de Enlace en rep­re­sentación de Con­i­na­gro), tam­bién par­tic­i­pa del pro­gra­ma. “Es nove­doso porque por fin pre­mia a quienes con­ser­van los recur­sos nat­u­rales y lle­van ade­lante bue­nas prác­ti­cas agrí­co­las, tan­to en el mane­jo de esos recur­sos como en la uti­lización de los insumos de man­era efi­ciente, espe­cial­mente en el sum­in­istro de fitosan­i­tar­ios”, opinó Garet­to.

Garet­to, ex pres­i­dente de Con­i­na­gro y pro­duc­tor cor­dobés, destacó que se pre­mia a quienes preser­van los recur­sos nat­u­rales al pro­ducir ali­men­tos.

En su establec­imien­to, Garet­to ha recibido dis­tin­ción por el sis­tema de rotación, no sólo con soja, maíz y tri­go sino tam­bién pas­turas en base a alfal­fa y una ganadería de cría, inver­na­da y engorde. Tam­bién el uso respon­s­able de fitosan­i­tar­ios y la capac­itación del per­son­al. Garet­to destacó que es un “mecan­is­mo ágil y sen­cil­lo para car­gar datos on line y que se ha ido per­fec­cio­nan­do, incor­po­ran­do nuevas activi­dades.

En Río Cuar­to, Fer­nan­do Lagos (pertenece al CREA Carner­il­lo y está en la comisión direc­ti­va de la Sociedad Rur­al) tra­ba­ja unas 3.500 hec­táreas con tri­go, soja, maíz y maní. Entre otras activi­dades, recibió bonifi­cación por las 400 hec­táreas en las que tiene riego. El año pasa­do, con riego, dupli­caron el rinde de tri­go respec­to del secano.

“Con acciones conc­re­tas, los pro­duc­tores debe­mos ayu­dar a con­cil­iar una posi­ción con los habi­tantes urbanos, algo que me pre­ocu­pa mucho, en Cór­do­ba fun­ciona bien esto a par­tir de un estratég­i­ca públi­co-pri­va­da”, opinó Lozano, que for­ma parte de un grupo de 12 empre­sas que apor­tan todo lo que obtienen por BPAs a la gen­eración de conocimien­to e infor­ma­ción téc­ni­ca.

En una mis­ma línea, Garet­to aportó: “Esto per­mite tam­bién insta­lar en el esce­nario públi­co que se puede pro­ducir en for­ma sus­tentable y ami­ga­ble con el ambi­ente. Es impor­tante porque se va toman­do con­cien­cia, podemos usar los fitosan­i­tar­ios rec­eta­dos de man­era respon­s­able cuidan­do el ambi­ente, una pre­ocu­pación sobre todo en áreas peri­ur­banas”, apun­tó Lagos.

Hac­er las cosas bien, reg­is­trar­lo y mostrar­lo. De eso se tra­ta. Y en eso están los pro­duc­tores agrí­co­las, cada vez más orgul­losos de ser pro­duc­tores de ali­men­tos.

Fuente: Clar­in