“Buscaremos un mayor impacto en la producción”, anticipa el presidente del INTA

Nuevos desafíos — Juan Balbín explicó que están reformulando los paradigmas de investigación y extensión. Promoverán la “articulación con universidades, provincias y actores privados, para propiciar distritos de innovación en el interior del país”. 

¿Hacia dónde apun­ta el INTA en 2019?

-Ten­emos una expec­ta­ti­va intere­sante porque esta­mos cer­ran­do la cartera de proyec­tos de los últi­mos 4 años y arran­can­do una nue­va con un cam­bio en el par­a­dig­ma sobre la defini­ción de los temas. Hemos hecho un tra­ba­jo muy pro­fun­do den­tro de todo el INTA, toman­do con­tac­to con los prob­le­mas que real­mente ten­gan impacto en la pro­duc­ción. Defin­i­mos 260 prob­le­mas y apuntare­mos a pri­orizar­los ade­cuada­mente, para gener­ar los planes de tra­ba­jo de los próx­i­mos 4 años, en un aporte a todo lo que sig­nifi­ca la agroin­dus­tria, no sólo con foco en la pro­duc­ción pri­maria sino tam­bién pen­san­do en todo lo que podemos apor­tar en otros aspec­tos, y suman­do otros actores. A par­tir de mar­zo lan­zare­mos las grandes líneas, con proyec­tos, activi­dades y roles que se con­cur­sarán. Esta­mos pen­san­do en la edi­ción géni­ca y otras tec­nologías y pro­ce­sos cien­tí­fi­cos que hoy son van­guardia glob­al, y des­de el INTA quer­e­mos ser actores frente a esos desafíos.

-Den­tro de los diver­sos sec­tores pro­duc­tivos, ¿cuáles pri­orizarán?

-Por ejem­p­lo, hemos puesto el foco en ganadería, porque en todo lo que sig­nif­i­can los índices pro­duc­tivos esta­mos estanca­dos en los últi­mos 30 años en la pro­duc­tivi­dad, sobre todo en los índices de cría. Entonces, ire­mos actuan­do sobre los dis­tin­tos ítems y aspec­tos que gen­er­an pér­di­das de pro­duc­tivi­dad. Clara­mente, la ali­mentación sigue sien­do una lim­i­tante cen­tral para los rodeos argenti­nos, a pesar de que ha surgi­do mucha tec­nología. Entonces tra­ba­jare­mos en cada región con los bach­es pun­tuales que esta­mos detectan­do, a través de solu­ciones como pas­turas megatér­mi­cas en el norte del país, ata­can­do los bajones de ofer­ta inver­nal has­ta temas de vol­u­men nutri­cional y aportes pro­te­icos.

-¿Qué impor­tan­cia le adju­di­carán a la sanidad ani­mal?

-Es impor­tante, pero en tér­mi­nos de lim­i­tante es menor que la ali­mentación, lo mis­mo que cues­tiones de mane­jo clave, que abor­dán­dolas en cada caso, o según las car­ac­terís­ti­cas de cada zona son fác­ti­ca­mente opti­miz­ables. Muchas veces, sobre todo en ganadería, alcan­zar mejores resul­ta­dos pasa más por las acciones de exten­sión que de inves­ti­gación. Hoy hay mucho papers, con inves­ti­ga­ciones intere­santes, pero fal­ta definir los 5–6 ejes de la pro­duc­tivi­dad ganadera, pon­er­nos a tra­ba­jar y super­ar los escalones que rep­re­sen­ten incre­men­tos.

-A niv­el gra­nos, des­de la genéti­ca has­ta la pro­tec­ción de cul­tivos, ¿qué rum­bo pre­tende?…

-La línea clara que atraviesa todos los pro­gra­mas del INTA es la inten­si­fi­cación sostenible en todos los pro­ce­sos, des­de las Bue­nas Prác­ti­cas has­ta el uso de los pro­duc­tos y las mediciones de emi­siones que cada uno de ellos gen­era. Ten­emos un aban­i­co com­ple­to de cómo inten­si­ficar sostenible­mente. No lo miramos sólo des­de un cul­ti­vo en par­tic­u­lar sino a través de todo el sis­tema pro­duc­ti­vo.

-¿Qué opor­tu­nidades están vien­do a medi­ano pla­zo, para poten­ciar la ofer­ta del INTA en mejo­ramien­to de semi­l­las?

-En todo lo que es ger­mo­plas­ma, la dis­cusión no pasa sólo por soja y tri­go. Ten­emos un enorme poten­cial en el tema fore­stal, en eucalip­tos y pinos, con el tema de clones. Hemos tenido un gran crec­imien­to, con mate­ri­ales que a los 8 años son mader­ables en un cli­ma ópti­mo como el norte de Cor­ri­entes, y podemos seguir avan­zan­do en base a genéti­ca y a un mane­jo inte­gra­do de cul­tivos. Tam­bién hemos avan­za­do en 30 var­iedades de duraznos. Ten­emos muchos cul­tivos que ocu­pan menos área pero son muy impor­tantes para las economías regionales. Una for­ma de hac­er­lo es a través de flu­jos que ven­gan de los cul­tivos más renta­bles. Como insti­tu­to públi­co, nos per­mi­tiría reasig­nar par­tidas a inves­ti­ga­ciones estratég­i­cas en cul­tivos en desar­rol­lo, con lim­i­tantes en vol­u­men o escala, pero que podrían aprovecharse más, des­de nogal, vid, fore­stales, cítri­cos, entre otros. Se tra­ta de cul­tivos que muchas veces no están en la dis­cusión cen­tral pero tam­bién gen­er­al val­or, mano de obra y opor­tu­nidades de tra­ba­jo en regiones que de otra man­era no tienen opción.

-El desar­rol­lo fed­er­al es uno de los obje­tivos históri­cos del INTA. ¿Habrá polos tec­nológi­cos en el inte­ri­or?

-Aspi­ramos a un desar­rol­lo más inte­gral y fed­er­al. Esta­mos muy abaste­ci­dos en la Pam­pa Húme­da con tec­nologías, pero en otras regiones esta­mos bas­tante solos pero ten­emos que dar respues­ta a necesi­dades y esta­mos tratan­do de dar­las. Esta­mos plante­an­do un cam­bio de par­a­dig­ma, para pasar de ser un insti­tu­to de Inves­ti­gación a la idea de dis­tri­to de inno­vación y eso quer­e­mos que no sólo se exp­rese en nues­tra may­or estación exper­i­men­tal con sede en Caste­lar, en el Gran Buenos Aires; quer­e­mos que en cada lugar donde se genere esa inno­vación, se genere un clus­ter de opor­tu­nidades region­al. Entonces, en cada lugar que se iden­ti­fi­ca con una deter­mi­na­da temáti­ca y gen­era val­or, bus­camos poten­cia­r­lo para que genere empre­sas y desar­rol­los sostenibles, opor­tu­nidades de tra­ba­jo a inves­ti­gadores de INTA y a su comu­nidad.

-¿En qué esta­ciones exper­i­men­tales ven posi­bil­i­dades de desar­rol­lar­lo?

En Pergamino, por ejem­p­lo, se da como clus­ter de semi­l­la. Lo mis­mo pasa en Men­doza, con una empre­sa de ex téc­ni­cos del INTA que han desar­rol­la­do un ser­vi­cio de mon­i­toreo a través de drones, que per­mite brindar un ser­vi­cio. Nosotros acom­pañamos en sus ini­cios para con­stru­ir val­or a través de opor­tu­nidades. Algo sim­i­lar esta­mos pen­san­do en Anguil, La Pam­pa, donde se pro­mueve la rev­olu­ción de la ganadería inteligente, para medir el con­sumo diario y la con­duc­ta de un ani­mal. Una vez que teng­amos los reg­istros de cómo con­vierte cada ani­mal, podremos mapear genéti­ca­mente y empezar a selec­cionar futur­os vien­tres, por ejem­p­lo, a través de la iden­ti­fi­cación de los car­ac­teres que per­miten a un ani­mal con­ver­tir mejor el ali­men­to. Es un desar­rol­lo de soft­ware que quer­e­mos escalar en todo el país, no sólo como conocimien­to sino tam­bién por las opor­tu­nidades para empre­sas nacionales que se dediquen des­de el soft­ware a prop­i­ciar comederos inteligentes, con mediciones que apor­tan parámet­ros que per­miten tomar mejores deci­siones. En el encierre a cor­ral esta­mos vien­do por ejem­p­lo que algunos ani­males no ganan peso en el primer mes y otros lo hacen des­de la primera sem­ana. Eso está muy rela­ciona­do a la con­duc­ta. Si eso se puede mapear genéti­ca­mente y se pueden gener­ar líneas de tra­ba­jo para después selec­cionar ani­males, tiene un val­or enorme.

-¿Esos serán los tres clus­ter que impul­sarán?

-No tienen que ser sólo tres y no quer­e­mos que se con­cen­tre en Caste­lar, sino que se region­al­ice y que cada uno, en su escala y en su especi­fi­ci­dad, ten­ga una sin­gu­lar­i­dad valiosa. Tam­bién apun­ta­lare­mos a Saenz Peña, en Cha­co, con el tema del algo­dón y los que sur­jan. No quer­e­mos lim­i­tarnos. Porque en el caso de Vied­ma, con fru­tos sec­os, en las avel­lanas tiene un enrome poten­cial. Así que cualquier estación o inves­ti­gador del INTA que genere una capaci­dad de gener­ar riqueza, con ter­ri­to­ri­al­i­dad, bus­care­mos fomen­tar­lo. Para que por ejem­p­lo, si alguien pre­gun­ta por algo­dón, que Saenz Peña, sea ref­er­ente.

Fuente: Clarín.