Auge de pequeñas industrias por la gran demanda del azúcar mascabo

Es el azúcar que hacían los bisabuelos y abuelos para endulzar. Su proceso fue pasando de familia a familia y hoy crece como oportunidad de negocio. Se diferencia por su valor nutritivo y ser más saludable que el azúcar blanco.

Se la conoce como azú­car rubio o azú­car mas­cabo y en los últi­mos años tuvo una deman­da explo­si­va des­de grandes cen­tros urbanos en dietéti­cas y tien­das natur­is­tas. Pero en gen­er­al se val­o­ra que este endulzante con­ser­va nutri­entes y no requiere todos los quími­cos a los que se expone el azú­car más com­er­cial.

Este año, con algu­na inci­den­cia por la pan­demia, var­ios pro­duc­tores acel­er­aron inver­siones para ele­var su capaci­dad indus­tri­al. Ante una deman­da que los des­bor­da fueron pidi­en­do aseso­ramien­to al Insti­tu­to de Fomen­to Agroin­dus­tri­al (Ifai) y otros organ­is­mos téc­ni­cos para aumen­tar su ofer­ta.

“Soy com­er­ciante y este es mi primer año que voy a elab­o­rar algo de azú­car. Hace cin­co años que ten­go el trapiche que me dejaron unos empre­sar­ios chi­nos que iban a abrir una indus­tria, pero final­mente aban­donaron el proyec­to. A par­tir de las máquinas que dejaron, averiguamos para ver qué se podía hac­er. Al ten­er mi padre plantación de caña la idea es proce­sar­la y hac­er un pro­duc­to orgáni­co”, comen­tó Marcela Rodríguez.

Según relató la emprende­do­ra, su idea es mon­tar una pequeña indus­tria de azú­car mas­cabo mod­e­lo, hacien­do hin­capié en la higiene y sanidad de la elab­o­ración. Tam­bién inte­gran­do una sala de ven­tas para que todo el que llegue a San Javier pue­da cono­cer el sis­tema pro­duc­ti­vo de los ali­men­tos nat­u­rales de la región.

“Con la pan­demia la idea de mon­tar una fábri­ca de azú­car se acel­eró porque vimos que hay una gran deman­da por este ali­men­to. En mi caso, que ten­go una tien­da de ropa, como no podía tra­ba­jar allí me dediqué de lleno a tratar de avan­zar con esta idea. Lo hace­mos todo a pul­món con ahor­ros famil­iares, has­ta aho­ra no con­seguimos un crédi­to acce­si­ble que nos facilite la inver­sión, pero igual seguimos porque sabe­mos que esto va a fun­cionar”, man­i­festó.

Enfa­tizó que el pro­duc­to que proyectan fab­ricar “es suma­mente salud­able, orgáni­co y nat­ur­al. Nues­tra idea es tratar de que la fábri­ca sea un mod­e­lo para que otros pro­duc­tores tra­ba­jen con la mis­ma idea. Si nos uni­mos podemos lle­gar a ten­er una cer­ti­fi­cación de pro­duc­ción orgáni­ca y con eso has­ta sería factible lle­gar a expor­tar algo. Este ali­men­to tiene mucho futuro y apun­ta­mos a que nos conoz­can a través de él como una región pro­duc­to­ra orgáni­ca”, remar­có.

Por su parte, Juan Martínez, fab­ri­cante de azú­car mas­cabo en San Javier, remar­có la gran deman­da que tiene el pro­duc­to. Y cómo hay un gran mer­ca­do de otros pro­duc­tos que se podrían alcan­zar con una may­or tec­nifi­cación de la pro­duc­ción.

“Con mi famil­ia ten­emos una empre­sa famil­iar, que comen­zó mi papá en 2008. Empezamos con muy poquito, pidi­en­do un crédi­to ban­car­io y en el 2011 comen­zamos a vender a Buenos Aires. Este año ped­i­mos un prés­ta­mo al Fon­do de Crédi­to para com­prar más máquinas y así aumen­tar nues­tra pro­duc­ción. Actual­mente hace­mos unos 2.000 kilos de azú­car mas­cabo por sem­ana”, comen­tó el fab­ri­cante que elab­o­ra su pro­duc­to bajo la mar­ca Don Nicolás.

Enfa­tizó que hay una gran opor­tu­nidad con la indus­tri­al­ización de la caña de azú­car. Y que en los últi­mos años fueron des­cubrien­do pro­duc­tos que tienen una alta deman­da en el país y en el extran­jero, pero que no pueden hac­er por la baja pro­duc­ción que todavía tienen.

“Nosotros apun­ta­mos a mejo­rar la cal­i­dad y seguir invir­tien­do en nues­tra fábri­ca. A nosotros nos enseñaron a pro­ducir la azú­car en Brasil en una zona cer­cana a Por­to Xavier. Ahí adqui­r­i­mos algo de expe­ri­en­cia y después, al entrar en con­tac­to con pro­duc­tores de otros país­es como Colom­bia y a través de videos, fuimos vien­do la var­iedad de alter­na­ti­vas que pueden hac­erse con la caña de azú­car”, relató en diál­o­go con El Ter­ri­to­rio.

Remar­có por otro lado que “en toda Lati­noaméri­ca hay un alto con­sumo de azú­car mas­cabo. Sabe­mos que este ali­men­to tiene futuro porque es cre­ciente el com­er­cio entre país­es y las exporta­ciones que se hacen a Esta­dos Unidos, Corea o Rusia. Ya Tucumán empezó a pro­ducir más y nosotros no deberíamos quedarnos atrás”, razonó.

Martínez recono­ció que hoy el gran prob­le­ma que tienen es que no pueden sat­is­fac­er grandes pedi­dos. “Hoy la deman­da nos supera por lejos. Incidió tam­bién que la pan­demia incen­ti­vará el con­sumo de ali­men­tos más salud­ables. Lleg­amos a ten­er pedi­dos de has­ta 30 mil kilos por mes que debe­mos rec­haz­ar porque no podemos pro­ducir tan­to. Trata­mos de cumplir con tres o cua­tro clientes que ten­emos en Buenos Aires y Cór­do­ba porque siem­pre nos com­praron. Tam­bién vendemos algo a niv­el local, pero este año debi­mos pri­orizar la entre­ga a los may­oris­tas”, comen­tó.

En un ejem­p­lo de los val­ores que se pagan actual­mente, se explicó que a niv­el may­orista vendían el kilo­gramo de azú­car mas­cabo a unos 87 pesos. En tan­to se esti­ma que el pro­duc­to a niv­el minorista puede ron­dar unos 100 o 120 pesos. Un val­or que dupli­ca al de la azú­car blan­ca pero que mucha gente difer­en­cia por el may­or val­or salud­able del pro­duc­to.

Ganas de inver­tir
El asesor de los pro­duc­tores en la proyec­ción de elab­o­rar más azú­car mas­cabo es el inge­niero quími­co Ben­jamín Lar­roza, jefe de Lab­o­ra­to­rio del Inge­nio Azu­carero de San Javier, depen­di­ente del Insti­tu­to de Fomen­to Agroin­dus­tri­al (Ifai). El téc­ni­co val­oró que sería muy intere­sante que los pro­duc­tores pudier­an lograr más vol­u­men de pro­duc­ción y lograr un pro­duc­to cer­ti­fi­ca­do en cal­i­dad y bue­nas prác­ti­cas agrí­co­las.

“Lo valioso para la pro­duc­ción local es la expe­ri­en­cia que ya tienen los pro­duc­tores de la cuen­ca cañera con el proce­samien­to de la caña de azú­car orgáni­ca. La idea es seguir en esa línea, de reafir­mar la pro­duc­ción arte­sanal y orgáni­ca. Se apun­ta después a ten­er una cer­ti­fi­cación”, comen­tó a El Ter­ri­to­rio.

Lar­roza remar­có que actual­mente el pro­duc­to tiene una muy alta deman­da com­er­cial. “Sabe­mos que hay un nicho de mer­ca­do y esta­mos tra­ba­jan­do para ten­er una car­ac­ter­i­zación del pro­duc­to. Detal­lar la humedad, los nutri­entes, expre­sar­lo todo den­tro de la Ley de pro­duc­ción arte­sanal de la provin­cia. Vamos a cumplir todos los req­ui­si­tos para dar­le una reval­orización a esta pro­duc­ción”, man­i­festó.

Se explicó que actual­mente hay unos 30 pro­duc­tores que están elab­o­ran­do su propia azú­car en la región de San Javier y alrede­dores. Tam­bién difer­en­ció que exis­ten pro­duc­tores muy pequeños que uti­lizan el azú­car para su auto­con­sumo o de sus veci­nos. Y existe además la expe­ri­en­cia de pro­duc­tores que inte­gran la Red Cañera (en local­i­dades más al Norte).

“Hay muchos pro­duc­tores que tienen muchas ganas de inver­tir y hac­er más azú­car para vender direc­ta­mente. Entre esos pro­duc­tores hay quienes han vis­to la deman­da nacional que tiene el pro­duc­to y la cal­i­dad que se exige, creo que en esa línea hay que encam­i­nar la pro­duc­ción”.

Lar­roza expresó que “ojalá podamos ten­er can­ti­dad sufi­ciente para que las famil­ias puedan abaste­cer a sus pro­pios clientes. Ten­emos bue­nas cañas, hay que seguir tra­ba­jan­do con la región y la Biofábri­ca. Has­ta aho­ra se tiene una bue­na rentabil­i­dad si se pro­me­dia los 100 kilos de azú­car por tonela­da de caña de azú­car. La idea es man­ten­er ese por­centa­je o subir­lo”.

Además del Ifai se comen­tó que otros organ­is­mos, como el Min­is­te­rio de Indus­tria, la Ade­mi o el Fon­do de Crédi­to, tam­bién están coor­di­na­dos y apoyan­do la indus­tri­al­ización.

Muchos productos para tentarse

Además del azú­car mas­cabo, los pro­duc­tores expli­can que hay vari­a­dos pro­duc­tos que pueden elab­o­rarse y tam­bién tienen deman­da com­er­cial. Pero al final deben decidirse por el que tiene más chances de vender­se con may­or rápi­dez. En esa direc­ción recono­cen que has­ta el momen­to el azú­car mas­cabo lid­era inten­ciones de com­pra. Pero hay otras prop­ues­tas intere­santes que tienen un gran con­sumo en país­es veci­nos.

“Hay lo que se lla­ma melao bati­do de caña, que es como una miel, pero mucho más den­sa. Que­da como si fuese un dulce de leche, pero de un col­or mar­rón claro. Nosotros sabe­mos hac­er­lo, pero como hay mucha deman­da del mas­cabo nos abo­camos más a eso”, comen­tó Juan Martínez, direc­ti­vo de la fábri­ca azú­car­era Don Nicolás.

Apun­tó además que “se puede hac­er tam­bién miel de caña, pero tam­poco podemos pro­ducir mucho porque dejaríamos de hac­er azú­car mas­cabo. Nosotros ten­emos tam­bién muchos pedi­dos de rapadu­ra de parte de colom­bianos y vene­zolanos que están en el país. Ellos tienen la cos­tum­bre de com­er­la con fre­cuen­cia en su desayuno. Tam­bién hay otro pro­duc­to muy intere­sante que se hace en Brasil y se lla­ma Pazo­ka, que es una especie de Man­tecol al que se agre­ga maní moli­do, es muy rico”, recordó.

Más productos dulces en las ferias francas locales

Des­de el 2006, bajo el lema “La dulzu­ra que ali­men­ta”, la Red Cañera es una aso­ciación de pro­duc­tores que viene cre­cien­do en Misiones a través de la com­er­cial­ización de un pro­duc­to sano y de cal­i­dad.

Hay más de 100 famil­ias que par­tic­i­pan en la aso­ciación elab­o­ran­do difer­entes pro­duc­tos a par­tir del cul­ti­vo y proce­samien­to de la caña de azú­car.

Entre sus pro­duc­tos sobre­salen la pro­duc­ción de carame­los, miel de caña, mela­do bati­do y rapadu­ra, entre otros deriva­dos. Muchos de ellos se encuen­tran en las difer­entes ferias fran­cas de la provin­cia.

Los pro­duc­tores desta­can que la com­er­cial­ización a través de su mar­ca colec­ti­va les per­mi­tió insta­lar el pro­duc­to y lograr una ref­er­en­cia a niv­el nacional a través de la ven­ta direc­ta, sin inter­me­di­ar­ios. En los últi­mos años la aso­ciación par­ticipó de vari­a­dos even­tos gas­tronómi­cos nacionales logran­do la dis­tin­ción como pro­duc­to salud­able y orig­i­nal para el azú­car mas­cabo.

El azú­car mas­cabo es inte­gral y entre otras propiedades sus cono­ce­dores apun­tan a que con­tiene glu­cosa, lev­u­losa, sac­arosa, hier­ro, cal­cio, mag­ne­sio, fós­foro, pro­teí­nas y fibra. En el pro­ce­so de elab­o­ración sólo se evap­o­ra el agua pre­sente en la caña con­ser­van­do todos sus nutri­entes.

Pro­ce­so
El pro­ce­so del azú­car mas­cabo empieza con el corte y aco­pio de la caña.

Luego se pasa a la molien­da o trapicha­do de la caña. Unos 300 kilos de caña gen­er­an en prome­dio 150 litros de guara­pa (jugo)de los cuales se obtienen alrede­dor de 25 kilo­gramos de azú­car.

Para lle­gar al azú­car el jugo debe ser cola­do y tamiza­do.

Se hace una coc­ción en pailas (especie de sartén u olla) de 140 litros o más, aprox­i­mada­mente durante 3 horas. En el pro­ce­so de elab­o­ración, pre­vio al pun­to del azú­car, se pueden obten­er difer­entes pro­duc­tos como miel de caña, mela­do bati­do y rapadu­ra.

Fuente: El Ter­ri­to­rio.