Tabacaleros muestran interés por el Ingenio La Esperanza

El gobierno recibió una oferta muy modesta del grupo tucumano Budeguer. Ahora son productores tabacaleros los que aspiran a competir.

El inge­nio La Esper­an­za a la deri­va, tras el fra­ca­so de la ven­ta a los supuestos inver­sores colom­bianos. El grupo Budeguer real­izó una mod­es­ta ofer­ta, muy infe­ri­or a las aspira­ciones expre­sadas por el gob­ier­no. En el nue­vo esce­nario, pro­duc­tores de taba­co se ani­man a ofer­tar para quedarse con el polo pro­duc­ti­vo.

Luego de dos décadas en situación de que­bran­to, el futuro del inge­nio azu­carero La Esper­an­za per­manece envuel­to en un mar de dudas.

El gob­ier­no provin­cial, con el min­istro de desar­rol­lo económi­co Juan Car­los Abud Rob­les a la cabeza, dirigió una operación pla­ga­da de sospe­chas para vender­le la fábri­ca a un grupo inver­sor colom­biano, denom­i­na­do Omega Ener­gy.

La fal­ta de seriedad en todo el arma­do de la nego­ciación con una empre­sa siem­pre “flo­ja de pape­les” derivó en el fra­ca­so de tres años de tra­ba­jo. Todo un papelón para los fun­cionar­ios que lle­garon a decir que habían ven­di­do la empre­sa en 85 mil­lones de dólares de con­ta­do, para que luego el gob­er­nador saliera a admi­tir en con­fer­en­cia de pren­sa que la operación había fra­casa­do.

En medio de la deses­peración por encon­trar una alter­na­ti­va al traspié, el gob­ier­no, nue­va­mente con Rob­les a la cabeza, golpeó las puer­tas del grupo tucumano Buduguer, propi­etario del inge­nio azu­carero Leales, a quienes en un primer momen­to habían ningunea­do.

Como era de esper­ar, en una posi­ción mejor para nego­ciar, la ofer­ta de los tucumanos fue mín­i­ma: 10 mil­lones de dólares de con­ta­do en el mes de sep­tiem­bre (después de haber recau­da­do los rindes de la cosecha 2019) y un sal­do de 40 mil­lones de la mon­e­da norteam­er­i­cana a pagar en cómodas cuo­tas a 15 años.

Frente a seme­jante nego­cio, var­ios sec­tores de la pro­duc­ción rur­al en Jujuy vieron una opor­tu­nidad.

Ofre­cien­do condi­ciones pare­ci­das a las de Budeguer aparece un grupo de pro­duc­tores taba­caleros, que hoy ya dejan trascen­der abier­ta­mente sus inten­ciones de com­pe­tir por la fábri­ca sampe­dreña.

El razon­amien­to es el sigu­iente. En primer lugar, en los tér­mi­nos actuales sus posi­bil­i­dades cre­cen.

Además, en la actu­al­i­dad hay var­ios pro­duc­tores del sec­tor que tam­bién se ded­i­can a la plantación de caña de azú­car, con lo cual cono­cen sobrada­mente el rubro.

A su vez, las tier­ras de La Esper­an­za servirían igual­mente para ampli­ar la pro­duc­ción de taba­co.

Por últi­mo hay un argu­men­to sim­bóli­co: qué mejor que la históri­ca fábri­ca quede en manos de jujeños después de tan­tas idas y vueltas. 

Una ver­sión sim­i­lar corre por el lado de los cañeros inde­pen­di­entes, quienes tam­bién ya tienen lista una pre­sentación para acer­car al juz­ga­do, con planteos pare­ci­dos.

De nue­vo, si la ofer­ta es tan baja, los poten­ciales com­pradores aumen­tan.

Por aho­ra, el gob­ier­no parece empeci­na­do en aplicar la mis­ma rec­eta con la que fra­casó has­ta el momen­to: las lic­ita­ciones “sui gener­is” que dejan en las manos del juez Juan Pablo Calderón una dis­cusión que, en el fon­do ter­mi­na sien­do una excep­ción a la ley de con­cur­sos y quiebras, por no decir que la vio­la.

En efec­to, dicha nor­ma indi­ca que lo nor­mal es realizar una lic­itación públi­ca, en la que los com­peti­dores de la Argenti­na y el mun­do real­i­cen ofer­tas.

El pre­tex­to de la urgen­cia le ha servi­do al gob­ier­no para inten­tar extrav­a­gantes nego­cios que, has­ta hoy, los dejaron en ridícu­los. Los fun­cionar­ios todavía creen que pueden volver de ese lugar.

Mien­tras, los ciu­dadanos que entien­den el tema siguen esperan­do las denun­cias penales que Ger­ar­do Morales prometió con­tra quienes, según él, saque­aron el inge­nio a través de man­io­bras de cor­rup­ción.

Hay quienes dicen que esa denun­cia nun­ca lle­gará, porque las imputa­ciones alcan­zarían tan­to a com­pañeros per­o­nistas como a cor­re­li­gionar­ios rad­i­cales.

Fuente: JujuyAl­Mo­men­to.