Satélites y drones, ayudantes de lujo en monitoreos eficientes

El consultor Julián Muguerza cuenta por qué las botas van a seguir llenándose de tierra y barro, pero los drones y las imágenes satelitales ayudan a optimizar un recurso escaso, el tiempo, para ir directo a donde hay problemas.

Calor y humedad son condi­ciones que favore­cen la pro­lif­eración de pla­gas y enfer­medades en los cul­tivos de ver­a­no en pleno desar­rol­lo. Es tiem­po de estar aten­tos para encam­i­narse hacia la rec­ta final sin sobre­saltos en el rendimien­to final. Hay que ten­er un ojo puesto en el lote.

Antes no qued­a­ba otra opción que cam­i­nar. Aho­ra se puede echar un primer vis­ta­zo des­de el aire para hac­er un scout­ing o diag­nós­ti­co y después sí, hac­er recor­ri­das dirigi­das. Imá­genes satelitales y el uso pun­tu­al de drones como rue­da de aux­ilio per­miten a los inge­nieros agrónomos que hacen los mon­i­tore­os apun­tar con una lupa a los lugares del lote donde estén las defi­cien­cias.

“El mon­i­toreo con imá­genes satelitales nos per­mite ir a cier­tos lugares del cam­po en los que veamos bajo NDVI, prob­a­ble­mente, des­de el aire no sep­a­mos qué pasa, pero sabe­mos que hay un prob­le­ma y hay que ir a ver qué es para solu­cionarlo”, explicó el con­sul­tor Julián Muguerza, de Gly­max SRL.

Actual­mente hay una serie de platafor­mas tan­go pagas como gra­tu­itas que ofre­cen ser­vi­cios amplios, gra­ban y guardan la infor­ma­ción y dan las posi­bil­i­dad de ten­er ráp­i­da­mente una ima­gen para guiarse den­tro del lote, donde hay dis­tin­tos esta­dios de desar­rol­lo.

“Estas her­ramien­tas son de gran util­i­dad y ayu­dan mucho en cam­pos recien­te­mente alquila­dos, descono­ci­dos para el pro­duc­tor, porque donde ya cono­ce­mos el cam­po podemos antic­i­parnos cuáles son los lugares más com­pli­ca­dos con defi­cien­cias hídri­c­as por ejem­p­lo, pero en los nuevos no, y es ahí donde la mira­da des­de el aire nos per­mite iden­ti­ficar zonas prob­le­ma”, relató Muguerza a Clarín Rur­al.

El con­sul­tor Julián Muguerza en un lote de soja.

El con­sul­tor desta­ca dos ben­efi­cios prin­ci­pales: direc­cionar el mon­i­toreo de cam­po pre­dis­eñan­do la recor­ri­da, y evi­tar errores en la car­ga de datos. “Orga­ni­zarse antes de salir al lote, saber dónde bus­car es clave, pero tam­bién, el reg­istro y guarda­do de infor­ma­ción evi­ta las pér­di­das de tiem­po y los errores que se pueden suced­er en la car­ga man­u­al de datos”, explicó Muguerza.

Lo que más ampli­a­mente está difun­di­do son las imá­genes de los satélites Sen­tinel, que tienen una defini­ción de 10 met­ros por 10 met­ros, sufi­ciente para iden­ti­ficar zonas con difer­entes NDVI o para detec­tar difer­ente evolu­ción del cul­ti­vo. Ese satélite está pasan­do una vez por sem­ana. Si hay nubosi­dad puede que haya reg­istros cada 15–20 días máx­i­mo. No obstante, hay ser­vi­cios pagos que ofre­cen imá­genes diarias, siem­pre y cuan­do no haya nubes.

Drones como halcones

Como el hal­cón que lev­an­ta vue­lo des­de el bra­zo de su cetrero en la búsque­da de algu­na pre­sa, Muguerza imag­i­na una situación sim­i­lar con el drone. “Yo lo ten­go siem­pre en la camione­ta, y es una rue­da de aux­ilio que está cre­cien­do mucho entre los mon­i­tore­adores que sirve para visu­alizar ráp­i­da­mente zonas inun­dadas, donde no puedo lle­gar o donde no quiero ir para evi­tar piso­teos”, explicó.

Hoy el cos­to de un drone es más bara­to que hace unos años, cuan­do esta tec­nología esta­ba en sus ini­cios. Dota­dos de una cámara nor­mal ya es una her­ramien­ta que sirve para iden­ti­ficar prob­le­mas de man­era ágil.

Con cin­co min­u­tos de vue­lo se pueden cubrir 100 a 150 hec­táreas con imá­genes 4K de altísi­ma defini­ción. ¿Qué se puede ver? “Se pueden detec­tar zonas con más o menos desar­rol­lo de cul­ti­vo, estrés sin necesi­dad de ten­er una cámara tér­mi­ca, inclu­so se pueden iden­ti­ficar malezas o enfer­medades en la canopia alta de la plan­ta”, explicó Muguerza.

La adopción

El uso de imá­genes satelitales y drones está muy difun­di­do entre las empre­sas que brin­dan ser­vi­cios de mon­i­toreo. Entre los pro­duc­tores cues­ta más.

“Depende mucho del per­fil, ten­emos siem­pre algunos tem­praneros entu­si­as­tas de todo lo nue­vo que ya se subieron, serán un 10%”, eval­uó Muguerza. Y agregó: “Romper la bar­rera y lle­gar a la masa de pro­duc­tores siem­pre es más difí­cil, sin embar­go, todos los años se suman hec­táreas mon­i­tore­adas a través de las dis­tin­tas platafor­mas, que si bien en muchos casos son pro­duc­tores de pun­ta que pro­baron al prin­ci­pio unas pocas hec­táreas y van suman­do más, al menos es un crec­imien­to”.

En defin­i­ti­va, para Muguerza, “el val­or más impor­tante que ofre­cen estas her­ramien­tas es la opti­mización de un bien esca­so, el tiem­po” dado que “ayu­dan a hac­er una cor­rec­ta preparación y real­ización del mon­i­toreo que per­mite com­ple­tar una bue­na efec­tivi­dad diag­nós­ti­ca”.

Fuente: Clarín.