Sao Paulo se pone en alerta tras histórica sequía

Las autoridades piden a la población un uso racional del agua, tras la histórica sequía de 2014

La escasez de llu­vias en los últi­mos meses en Sao Paulo, el esta­do más pobla­do de Brasil y uno de los grandes pro­duc­tores de ali­men­tos, alertó a los agricul­tores de caña de azú­car, mien­tras las autori­dades piden a la población un uso racional del agua, tras la históri­ca sequía de 2014.

Sao Paulo, la may­or ciu­dad de Améri­ca del Sur, rompió el lunes 46 días sin llu­vias y por fin reg­istró pre­cip­ita­ciones, pero los exper­tos aler­tan que agos­to será un mes de pocas llu­vias, por lo que los embalses seguirán per­di­en­do reser­vas.

Las llu­vias dejaron el lunes una media de 1.2 milímet­ros de agua para julio, cuan­do la media en este mes es de 48.7 milímet­ros, según las autori­dades.

Así, el may­or embalse del esta­do, el de Cantareira, que abastece a 8.8 mil­lones de per­sonas, cayó esta sem­ana por deba­jo del 40 por cien­to de sus reser­vas, lo que puso en aler­ta a algunos exper­tos, que temen los efec­tos de una sequía sim­i­lar a la de 2014–2015, la peor en casi un siglo y que provocó racionamien­to en la cap­i­tal económi­ca de Brasil.

Sin embar­go, las autori­dades ase­gu­ran que des­de entonces invirtieron unos dos mil mil­lones de dólares en obras para mejo­rar la captación y alma­ce­namien­to de agua, mien­tras el con­sumo por parte de la población cayó cer­ca de 12 por cien­to des­de 2014, ante la may­or con­cien­cia por la sequía de ese año.

Con todo, la fal­ta de pre­cip­ita­ciones podría tam­bién afec­tar a los pro­duc­tores de caña de azú­car local­iza­dos en el cen­tro y sur del país, en espe­cial en zonas del norte de Sao Paulo y del esta­do de Mato Grosso del Sur, ya que en algu­nas regiones no llueve des­de hace 60 días.

Brasil posee el 13 por cien­to de las reser­vas de agua dulce del mun­do, pero un 70 por cien­to se encuen­tran en la Ama­zonía y no son acce­si­bles para las grandes urbes del país.

Los ecol­o­gis­tas advierten que la inten­sa defor­estación de la jungla amazóni­ca, situ­a­da al norte de Brasil, podría estar afectan­do al rég­i­men de llu­vias en el sur y sud­este del país, donde se con­cen­tra la población y hacia donde tran­si­tan los frentes llu­viosos ori­un­dos de la Ama­zonía.

Fuente: El Hor­i­zonte.