Provincias productoras y sector empresario destacan perspectiva de los biocombustibles

Ministros de Córdoba y Tucumán, provincias productoras de maíz y caña de azúcar, respectivamente, destacaron junto a empresarios de la cadena agroindustrial la perspectiva de mayor producción de biocombustibles en el país, para lo cual demandaron una nueva ley sectorial.

Juan Luis Fer­nán­dez, min­istro de Desar­rol­lo Pro­duc­ti­vo de Tucumán; Eduar­do Accastel­lo, min­istro de Indus­tria y Com­er­cio de Cór­do­ba; y Clau­dio Moli­na, de la Aso­ciación Argenti­na de Bio­com­bustibles e Hidrógeno, par­tic­i­paron a medi­a­dos de la sem­ana pasa­da de man­era vir­tu­al en Maizar 4.0, donde coin­ci­dieron en la necesi­dad de may­ores cortes de naf­tas y gasoil con bioetanol y biodiesel.

Fer­nán­dez dijo que “la fór­mu­la del bioetanol se cas­tigó durante los tres últi­mos años de la ante­ri­or admin­is­tración y luego hubo un con­ge­lamien­to”, por lo que prop­i­ció “para el dis­tri­to sucroal­co­holero lo mis­mo que para Vaca Muer­ta”.

Según el min­istro tucumano, en los últi­mos dos años la naf­ta aumen­tó 134%, mien­tras el bioetanol de caña sólo lo hizo en un 84%, y “como nues­tras naf­tas tienen un 12% de bioetanol, hay una cap­tura de pre­cios”, lamen­tó.

En su exposi­ción, el min­istro tucumano dijo que la estruc­tura del sec­tor a niv­el nacional está com­pues­ta por 13 plan­tas de bioetanol de caña de azú­car en el NOA; 6 de bioetanol de maíz, fun­da­men­tal­mente en la región cen­tral; y 34 de biodiésel, sobre todo en Buenos Aires y San­ta Fe.

Accastel­lo, por su parte, resaltó la expe­ri­en­cia en Cór­do­ba con proyec­tos que garan­ti­zaron la cosecha a los pro­duc­tores, la rotación de cul­tivos, lev­an­taron el pre­cio y brindaron gra­nos a los tam­beros.

“Se fueron así mul­ti­pli­can­do las áreas sem­bradas, la inver­sión, se fueron suman­do alum­nos y docentes de la UTN (Uni­ver­si­dad Tec­nológ­i­ca Nacional), se mov­i­lizó el com­er­cio, los talleres, todo un desar­rol­lo pro­duc­ti­vo”, lo cual sus­ten­ta la necesi­dad de ten­er una nue­va ley.

El bioetanol tam­bién per­mite reducir cos­tos, por lo que hay que pro­mover el uso de flex (motores con capaci­dad de uti­lizar dos com­bustibles alter­na­ti­va­mente) y reducir el val­or de la energía, con lo cual “podemos ahor­rar US$ 2.500 mil­lones en susti­tu­ción de importa­ciones”, ase­guró Acastel­lo.

Para ello, Acastel­lo añadió que “es impor­tante ir hacia el corte de naf­tas de 27,5%, mien­tras al motor flex lo fab­ri­camos en Cór­do­ba”.

Moli­na, a su vez, recordó que en mayo del año próx­i­mo vence la Ley 26.093, que desar­rol­ló los bio­com­bustibles en la Argenti­na, que dio un pla­zo de 15 años con la posi­bil­i­dad de com­putar­lo des­de la entra­da en vigen­cia del corte, que fue en 2010.

“En la indus­tria del bio­com­bustible hay dis­tin­tas real­i­dades y opin­iones” acer­ca de si pror­rog­ar la ley actu­al o pro­mul­gar otra, explicó.

Eso se debe a las dis­tin­tas real­i­dades e intere­ses: el bioetanol de caña; el bioetanol de maíz; el biodiésel de soja de pequeñas plan­tas, y el biodiésel de soja grandes expor­ta­dores, que hoy no par­tic­i­pan de man­era habit­u­al en el mer­ca­do inter­no.

“Exten­der esta ley no deja entrar a nuevos jugadores, lo que per­ju­di­ca a esas empre­sas grandes de biodiesel”, indicó Moli­na.

En lo que respec­ta al bioetanol, Moli­na dijo que “hay grandes inver­siones que requieren de un nue­vo hor­i­zonte, hubo cam­bios tec­nológi­cos en estos años y hay que incor­po­rar­los a la leg­is­lación”.

Fuente: El Litoral.