Producir bioetanol requiere reglas claras

En el caso del bioetanol procedente de la caña de azúcar, hoy choca con algunas cuestiones negativas como el producto de desecho final de la destilación, la vinaza, y con la falta de rentabilidad por cuestiones económicas.

Según Wikipedia, el etanol es un com­puesto quími­co obtenido a par­tir de la fer­mentación de los azú­cares que puede uti­lizarse como com­bustible, solo, o bien mez­cla­do en can­ti­dades vari­adas con gasoli­na, y su uso se ha exten­di­do prin­ci­pal­mente para reem­plazar el con­sumo de deriva­dos del petróleo. El com­bustible resul­tante de la mez­cla de etanol y gasoli­na se conoce como “gaso­hol” o “alconaf­ta”.

El etanol tam­bién se uti­liza cada vez más como aña­di­do para oxi­ge­nar la gasoli­na nor­mal, reem­plazan­do al éter metil tert-butíli­co (MTBE). Este últi­mo es respon­s­able de una con­sid­er­able con­t­a­m­i­nación del sue­lo y del agua sub­ter­ránea. Tam­bién puede uti­lizarse como com­bustible en las cel­das de com­bustible.

Como fuente para la pro­duc­ción de etanol en el mun­do, se uti­liza fun­da­men­tal­mente bio­masa. Este etanol es denom­i­na­do, por su ori­gen, “bioetanol”.

El etanol es un com­bustible que puede pro­ducirse a par­tir de un gran número de plan­tas, con una variación, según el pro­duc­to agrí­co­la, del rendimien­to entre el com­bustible con­sum­i­do y el gen­er­a­do en dicho pro­ce­so.

Los orígenes

La pro­duc­ción de bioetanol en el país está sien­do real­iza­da por la activi­dad sucroal­co­holera y la pro­duc­ción de maíz, quienes uti­lizan la pro­duc­ción de bio­masa para pro­ducir este com­bustible ren­ov­able.

En el caso de la pro­duc­ción del bioetanol proce­dente de la caña de azú­car, actual­mente choca con algu­nas cues­tiones neg­a­ti­vas como lo es el pro­duc­to de dese­cho final de la des­ti­lación: la vinaza (una prob­lemáti­ca muy grave en la que se tra­ba­ja y se debe pro­fun­dizar para solu­cionarla), y con la fal­ta de rentabil­i­dad que hoy tiene la pro­duc­ción del bioetanol por cues­tiones económi­cas, debido a un aumen­to de los cos­tos de pro­duc­ción y por la fijación de un pre­cio del pro­duc­to, que no favore­cería con­tin­uar con las inver­siones nece­sarias para cumplir con los cupos fija­dos para la mez­cla oblig­a­to­ria con las naf­tas prove­nientes de hidro­car­buros.

Costos y seguridad jurídica

Sobre este últi­mo tema, LA GACETA del jueves pasa­do infor­mó que leg­is­ladores tucumanos pre­sen­taron un proyec­to de res­olu­ción fir­ma­do por miem­bros de la UCR, UCR-Cam­biemos y por el PJ, para solic­i­tar al Ejec­u­ti­vo Nacional que arbi­tre los medios nece­sar­ios para ade­cuar la fór­mu­la de deter­mi­nación del pre­cio del bioetanol, con el obje­ti­vo de garan­ti­zar que se cubran los cos­tos de pro­duc­ción, que ten­ga una rentabil­i­dad razon­able y que den un mar­co de seguri­dad jurídi­ca para incen­ti­var la inver­sión.

Es impor­tante comen­tar que el proyec­to lle­va­do de man­era con­jun­ta por leg­is­ladores de ambos lados de la gri­eta, le pide al Con­gre­so Nacional la necesi­dad de declarar al bio­com­bustible como “recur­so estratégi­co para el desar­rol­lo de las economías regionales”.

Fue muy impor­tante la inter­ven­ción del Min­is­te­rio de Desar­rol­lo Pro­duc­ti­vo de Tucumán, a través de su min­istro, quien infor­mó en su momen­to al cuer­po leg­isla­ti­vo tucumano sobre la real situación que atraviesa la indus­tria azu­car­era ante la fal­ta de finan­ciamien­to y las difi­cul­tades para afrontar la pre­sente zafra, además de lograr un debate sobre las posi­bles vías para ges­tionar una poten­cial mejo­ra en el pre­cio del bioetanol, que no cre­ció al rit­mo de las naf­tas en los últi­mos tiem­pos.

En el proyec­to men­ciona­do afir­man que, entre octubre de 2017 y abril de 2019, el Gob­ier­no Nacional dis­pu­so un incre­men­to del 86% en la naf­ta súper, del 101% en el gasoil y sólo del 35% en el bioetanol de caña, val­ores que ni siquiera se condi­cen con los parámet­ros infla­cionar­ios, lo que per­ju­di­ca de man­era muy pro­fun­da a la pro­duc­ción del bioetanol y que esta situación hizo que se realizara la pre­sentación de amparos judi­ciales, que pros­per­aron y que obligaron a obser­var el sis­tema estable­ci­do.

Todo esto solo gen­era per­juicios económi­cos y una ver­dadera inse­guri­dad jurídi­ca para quienes invirtieron para la pro­duc­ción de etanol, desalen­tan­do de man­era abrup­ta el aporte de cap­i­tales en dicho sec­tor.

Los leg­is­ladores tucumanos, sin impor­tar ban­derías políti­cas, man­i­fes­taron que se nece­si­tan respues­tas urgentes de parte del Gob­ier­no Nacional y que exista una políti­ca acer­ta­da de bio­com­bustibles, para per­mi­tir un desar­rol­lo fed­er­al y equi­tati­vo del país generan­do empleo y agre­gan­do val­or en ori­gen.

Sólo es esper­a­ble que las autori­dades nacionales revean todo lo actu­a­do en relación a la fijación del pre­cio, de tal man­era que se generen condi­ciones claras para reac­ti­var la inver­sión para lograr el crec­imien­to de esta activi­dad es pos de pro­ducir bio­com­bustibles.

Solo bas­ta mirar la políti­ca apli­ca­da en Brasil y ver el gran crec­imien­to y desar­rol­lo que se logró en este tema.

Fuente: La Gac­eta.