Tras las agitadas jornadas que vivió el mercado cambiario local la semana pasada,los operadores siguen con cierta preocupación la evolución de las acciones y los bonos argentinos que cotizan en Nueva York, por la generalizada tendencia a la baja con que se negociaron en el día. “Será difícil que se tranquilice del todo el mercado mañana mismo”, se atajaba un operador, de cara a la reapertura de las operaciones de mañana. A esto se sumaba el rebote en la tasa de rendimiento de los bonos de Estados Unidos (de 2,93 a 2,97%), dado que se proyecta un aumento en el tamaño de las subastas de bonos del Tesoro o nuevas emisiones a diferentes plazos. Es que en el tercer trimestre la administración Trump necesitaría financiarse en US$273.000 millones, la mayor cantidad estimada desde 2011, a lo que se suma un dólar con tendencia global a recuperar valor.
Tal vez por eso el banco de inversión Morgan Stanley difundió ayer un informe en el que advierte que el terremoto cambiario aún no pasó, y cree que inducirá al BCRA a “subir algo más la tasa”, entre otras cosas porque además no ve señales claras de desinflación hasta entrado “el segundo semestre”.
Por lo pronto, el ente monetario aportó más de la mitad de las divisas que se negociaron la semana pasada en la plaza cambiaria, en un intento por evitar que la corrida contra el peso le frustre la posibilidad de volver a encausar la economía en un proceso de desinflación. Así, volcó US$4343 millones de las reservas a un mercado que operó de contado US$7963 millones en la semana, lo que lo convirtió en su principal financista: aportó U$$5,5 de cada 10 negociados.
Fuente: La Nación
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