Luis Basterra, un peronista formoseño, confirmado como ministro de Agricultura

Nuevo Gobierno | De perfil dialoguista y capacidad técnica, tiene buena muñeca política. En el campo lo reciben con cauta expectativa.

“La agri­cul­tura es muy impor­tante para la Argenti­na y vamos a tratar de desar­rol­lar­la todo lo que podamos, por eso hemos vuel­to a ele­var al ran­go de min­is­te­rio al mane­jo de este sec­tor, que quedará a car­go de Luis Baster­ra”, dijo Alber­to Fer­nán­dez, al anun­ciar su gabi­nete.

Como en el nom­bre del min­istro no hubo sor­pre­sas, las pal­abras del pres­i­dente elec­to cobraron espe­cial dimen­sión, porque en este momen­to “preinaiugur­al” de su gob­ier­no, destacó las prin­ci­pales señales pos­i­ti­vas que había expre­sa­do hacia el sec­tor. “Dije has­ta el can­san­cio que la Argenti­na nece­si­ta dólares y el aporte del cam­po es fun­da­men­tal para expor­tar y con­seguir las divisas que nece­si­ta nues­tra economía”, arrancó. Y agregó que le pedirá a Baster­ra “que tra­ba­je jun­to a las enti­dades del sec­tor, en paz, con trans­paren­cia, con­ven­ci­dos de que podemos con­stru­ir un camino jun­tos. Porque la agri­cul­tura puede ayu­dar mucho a la economía argenti­na”.

El nue­vo min­istro de Agri­cul­tura de la Nación es for­moseño, de 61 añosdiputa­do nacional des­de 2011, que había jura­do por cua­tro años más en ese car­go, el miér­coles pasa­do. Has­ta ese día, todo el mun­do políti­co creía que el econ­o­mista Gabriel Del­ga­do, ex sec­re­tario de Agri­cul­tura has­ta 2015, 15 años más joven, con­duciría la cartera del cam­po. Pero un rato antes de realizarse la cer­e­mo­nia de jura en la Cámara Baja se supo que Baster­ra había sido el des­ig­na­do. Ahí empezaron algu­nas dudas de carác­ter secun­dario. La primera es si había sido ungi­do por la vol­un­tad de Cristi­na Fer­nán­dez, en fun­ción de su alian­za históri­ca con el gob­er­nador Gildo Ins­frán, o si había pesa­do la vol­un­tad de Alber­to para apun­ta­lar su decla­ma­da alian­za con los gob­er­nadores per­o­nistas. El hecho es que San­ti­a­go Cafiero lo llamó a Baster­ra y le comu­nicó la noti­cia.

Sin embar­go, des­de entonces, has­ta el anun­cio for­mal del Gabi­nete hubo mis­te­rio y algunos no se ani­ma­ban a con­fir­mar­lo. Pero no hubo sor­pre­sas de últi­mo momen­to.

Super­adas las espec­u­la­ciones, lo cier­to es que Baster­ra es un inge­niero agrónomo que desar­rol­ló su car­rera políti­ca siem­pre fiel a Ins­frán. Des­de ese posi­cionamien­to ocupó car­gos en su provin­cia, el más impor­tante como min­istro de la Pro­duc­ción, e ingresó a la esce­na nacional como vicepres­i­dente del INTA.

Des­de esos car­gos, y como leg­is­lador nacional, Baster­ra supo entablar rela­ciones con diver­sos actores del arco sec­to­r­i­al, de man­era que hoy eso lo posi­ciona como inter­locu­tor del Gob­ier­no para el mane­jo de los temas agropecuar­ios del país. Sus men­tores con­fían en la aveza­da muñe­ca políti­ca de Baster­ra, para pilotear un área con antecedentes de fuertes con­tro­ver­sias. Sus par­tidar­ios afines creen en sus cues­tiones téc­ni­cas, pero mucho más en sus recono­ci­dos dotes de nego­ci­ador y gestor par­la­men­tario.

En la diri­gen­cia rur­al, su nom­bre para el car­go fue recibido con may­ori­taria bue­na aceptación. Aunque todos saben que será leal a las políti­cas gen­erales del Gob­ier­no, y eso todavía está por verse, difer­entes ref­er­entes agroin­dus­tri­ales destac­aron que es “un hom­bre de conocimien­tos téc­ni­cos proba­dos y siem­pre dis­puesto a un diál­o­go con­struc­ti­vo”.

En tér­mi­nos pun­tuales, des­de la Aso­ciación Argenti­na de Pro­duc­tores en Siem­bra Direc­ta (Aapresid) le recono­cen su vol­un­tad de prop­i­ciar chacras exper­i­men­tales, des­de la Fed­eración Agraria le recono­cen su impul­so a la Agri­cul­tura Famil­iar y des­de otras orga­ni­za­ciones de la Mesa de Enlace, como Con­fed­era­ciones Rurales Argenti­nas (CRA) val­o­ran que haya par­tic­i­pa­do acti­va­mente en debates como la Ley de Semi­l­las, la de Fer­til­izantes y de seguros agrí­co­las mul­ti­r­ries­go.

Baster­ra no rep­re­sen­ta a la fran­ja amar­il­la del país, en tér­mi­nos de la “ban­dera de Boca” que dibu­jaron las elec­ciones pres­i­den­ciales. Más que a la Región Cen­tro, donde se desar­rol­la el núcleo de la activi­dad agropecuar­ia, el nue­vo min­istro proviene de las economías regionales, más per­iféri­c­as. Con todo, siem­pre ha man­i­fes­ta­do una vocación de inte­gración y desar­rol­lo fed­er­al, que aho­ra ten­drá la opor­tu­nidad de desple­gar.

Fuente: Clarín.