Los productos orgánicos son una oportunidad para exportar

El consumo de productos orgánicos a nivel mundial se encuentra en aumento. ¿Y Argentina cómo viene?

Según la Orga­ni­zación de las Naciones Unidas para la Ali­mentación y la Agri­cul­tura (FAO), pueden encon­trarse diver­sas metodologías apropi­adas para la agri­cul­tura orgáni­ca. Todas con­cuer­dan en que el obje­ti­vo pri­mor­dial de este tipo de pro­duc­ción es obten­er ali­men­tos de cal­i­dad supe­ri­or al prome­dio están­dar, apli­can­do pro­ced­imien­tos que respe­ten el medio ambi­ente sin el empleo de pro­duc­tos quími­cos, ori­en­ta­dos al mis­mo tiem­po a procu­rar con­ser­var la fer­til­i­dad y los recur­sos

En nue­stro país cor­re­sponde al Senasa estable­cer los req­ui­si­tos para la habil­itación de las fir­mas pri­vadas téc­ni­ca­mente cal­i­fi­cadas para cer­ti­ficar el cumplim­ien­to de las condi­ciones de cal­i­dad propias de la pro­duc­ción orgáni­ca, así como con­tro­lar la cor­rec­ta apli­cación de la nor­ma­ti­va ‑las cuales se encuen­tran nucle­adas en la Cámara Argenti­na de Cer­ti­fi­cado­ras-. La cer­ti­fi­cación garan­ti­za al con­sum­i­dor que el pro­duc­to resulte sano, cumplien­do todos los req­ui­si­tos y pro­to­co­los estable­ci­dos, tales como encon­trarse libres de quími­cos, el uso exclu­si­vo de fer­til­izantes orgáni­cos, así como el man­ten­imien­to de la bio­di­ver­si­dad por vía de una pro­duc­ción sus­tentable y sana de la cosecha, del trans­porte y del mane­jo de dese­chos.

Durante 2017, la super­fi­cie bajo seguimien­to orgáni­co en el país alcanzó a 3,2 mil­lones de hec­táreas, de las cuales 2,9 mil­lones cor­re­spondieron a pro­duc­ción ganadera y 203.000 a pro­duc­ción veg­e­tal. Al igual que en años ante­ri­ores la may­or par­tic­i­pación rel­a­ti­va del ter­ri­to­rio bajo seguimien­to des­ti­na­do a pro­duc­ción veg­e­tal se mantiene en la provin­cia de Buenos Aires, que con­cen­tra 38% del total. Le siguen en impor­tan­cia Salta (12%), Cór­do­ba (9%), Entre Ríos (9%) y Jujuy (7%), con lo que cin­co provin­cias cubren tres cuar­tas partes de la super­fi­cie involu­cra­da.

Asimis­mo, la super­fi­cie cosecha­da alcanzó en 2017 a 77.042 hec­táreas, con una mer­ma de 8% respec­to de 2016, cul­mi­nan­do así un ciclo de cua­tro años con­sec­u­tivos de crec­imien­to. Al mar­gen de esta coyun­tu­ra, se sigue obser­van­do des­de 2013 una ten­den­cia pos­i­ti­va para la pro­duc­ción orgáni­ca, que refle­ja una cor­ri­ente sól­i­da de largo pla­zo ‑1995 a 2017- ver­i­fi­ca­da en un crec­imien­to prome­dio del 8% anu­al.

En dicho mar­co la dis­tribu­ción de la super­fi­cie orgáni­ca cosecha­da mostró una may­or par­tic­i­pación de la pro­duc­ción des­ti­na­da a cereales y oleagi­nosas (49%), segui­da por los cul­tivos indus­tri­ales ‑por ejem­p­lo sidra y vino (32%)-, las fru­tas (14%) y las hor­tal­izas y legum­bres (6%).

La may­or super­fi­cie cosecha­da entre los cul­tivos de cereales orgáni­cos (18.253 hec­táreas) cor­re­spondió al tri­go pan (36%), segui­do por la ave­na (18%), maíz (13%) y arroz (12%). En cuan­to a las 10.608 has des­ti­nadas a fru­tales las más impor­tantes cor­re­spondieron a man­zanas (56%) y peras (20%), con­cen­tran­do las provin­cias de Neuquén y Río Negro casi la total­i­dad de dicha pro­duc­ción. Por su parte, las prin­ci­pales provin­cias pro­duc­toras de cul­tivos Indus­tri­ales fueron Men­doza (27%), Jujuy (24%) y Salta (18%), man­tenién­dose la super­fi­cie cosecha­da respec­to de 2016, ya que el aumen­to en la pro­duc­ción de caña de azú­car en la provin­cia de Tucumán com­pen­só la caí­da de super­fi­cie des­ti­na­da a la vid en Salta. Final­mente, la super­fi­cie bajo seguimien­to de la ganadería orgáni­ca cre­ció 14% en 2017, alcan­zan­do 2.975.500 has., respon­di­en­do 94% de la mis­ma a la pro­duc­ción ovina en la zona patagóni­ca, activi­dad que reg­istró su may­or crec­imien­to en la provin­cia de San­ta Cruz (38%), que con­cen­tra 51% de la mis­ma.

En ref­er­en­cia al mer­ca­do inter­no cabe obser­var una amplia diver­si­dad en la ofer­ta, aun cuan­do el vol­u­men de la pro­duc­ción que el mis­mo absorbe sigue sien­do escasa­mente rel­e­vante en tér­mi­nos de los ali­men­tos orgáni­cos totales cer­ti­fi­ca­dos No obstante, se reg­is­tra un crec­imien­to de la pres­en­cia de pro­duc­tos orgáni­cos en ferias de prox­im­i­dad, jun­to al desar­rol­lo de esque­mas de com­er­cial­ización por vía de ofer­tas de entre­gas direc­tas a domi­cilio, a veces a car­go del pro­pio pro­duc­tor.

Por el con­trario, el vol­u­men de las exporta­ciones de pro­duc­tos orgáni­cos pre­sen­tó un aumen­to de 2% durante 2017, alcan­zan­do las 176.300 toneladas (cre­cien­do 1% las de ori­gen veg­e­tal y 27% las de ori­gen ani­mal), incre­men­to que con­fir­ma la ten­den­cia que se viene reg­is­tran­do hace veinte años, y que des­de 2007 se ubi­ca en torno del 4% de crec­imien­to anu­al.

Cabe destacar que el con­sumo de pro­duc­tos orgáni­cos a niv­el mundi­al se encuen­tra en aumen­to, prin­ci­pal­mente en Esta­dos Unidos (EE.UU.) y la Unión Euro­pea (UE), mer­ca­dos donde la fac­turación glob­al se aprox­i­ma a U$S 90.000 mil­lones anuales. No obstante, con­sul­toras espe­cial­izadas pre­vén que la región Asia-Pací­fi­co desar­rolle una may­or tasa de crec­imien­to en un futuro cer­cano, man­te­nien­do el mer­ca­do mundi­al una ele­va­da com­pet­i­tivi­dad frente a una ofer­ta alta­mente frag­men­ta­da.

Según datos de la Organ­ic Trade Asso­ci­a­tion (OTA), en EE.UU. los pro­duc­tos orgáni­cos rep­re­sen­taron 5% del mer­ca­do total de ali­men­tos, ascen­di­en­do el movimien­to com­er­cial del sec­tor en 2016 a U$S 43.000 mil­lones. A su vez, la Fed­eración Ale­m­ana de la Indus­tria de Ali­men­tos Orgáni­cos (BÖLW) desta­ca que la UE con­sti­tuye una plaza rel­e­vante, pudi­en­do obser­varse que el con­sumo en Ale­ma­nia cre­ció casi 10% en 2016, mien­tras el de Fran­cia se expandió más de 20% en el mis­mo perío­do. Con­tin­uan­do con esta ten­den­cia, el Grupo de Tra­ba­jo Bio­markt esti­ma que los con­sum­i­dores ale­manes adquirieron en 2016 ali­men­tos y bebidas orgáni­cos por val­or de 9.480 mil­lones de euros (casi U$S 11.200 mil­lones), incre­men­tán­dose la deman­da de carnes, fru­tas, ver­duras y huevos.

En cuan­to a las ten­den­cias glob­ales de con­sumo, se vis­lum­bra la fusión del con­cep­to “nat­ur­al y salud­able” con esti­los de vida menos con­t­a­m­i­nantes y ali­men­tos orgáni­cos. Según la empre­sa Nestlé, la noción de nutri­ción salud­able se reori­en­ta hacia una retrac­ción de las dietas para reducir peso en favor de una ali­mentación sana, estrechamente vin­cu­la­da a los cri­te­rios “nat­ur­al y orgáni­co”.

Final­mente, según un informe pre­sen­ta­do en la Feria Bio­fach (Ale­ma­nia) ‑que exhibe la pro­duc­ción y com­er­cial­ización de pro­duc­tos orgáni­cos de más de 120 país­es- el mer­ca­do glob­al de ali­men­tos orgáni­cos cre­cería más del 14% entre 2017 y 2021, como resul­ta­do de un incre­men­to en los ingre­sos de los con­sum­i­dores, jun­to a una cre­ciente con­cien­cia de los mis­mos acer­ca de los ben­efi­cios para la salud de los comestibles ecológi­cos. Asimis­mo, el mer­ca­do mundi­al de orgáni­cos avan­za en la incor­po­ración ‑como atrac­ti­vo adi­cional para sus con­sum­i­dores, sen­si­bi­liza­dos a los temas medioam­bi­en­tales- de envas­es biodegrad­ables o fácil­mente reci­clables.

Dicho informe agre­ga un dato rel­e­vante para las per­spec­ti­vas de exportación de pro­duc­tos orgáni­cos, ya que con­sta­ta que los país­es con may­or inser­ción per cápi­ta del con­sumo de los mis­mos depen­den de una cre­ciente pro­visión des­de ter­ceros orí­genes, al no encon­trarse en condi­ciones de autoabaste­cerse.

En con­clusión, una gen­eración de con­sum­i­dores cada vez más exi­gentes ‑naci­dos des­de comien­zos de siglo- abre nuevas opor­tu­nidades com­er­ciales para país­es provee­dores de ali­men­tos y bebidas orgáni­cos. Ello pre­sen­ta un panora­ma alen­ta­dor para los provee­dores locales de bienes cer­ti­fi­ca­dos acorde a las nor­mas y prin­ci­p­ios de la pro­duc­ción ecológ­i­ca. Por Amalie Ablin*

*Direc­ción Nacional de Pro­duc­ción de Ali­men­tos y Bebidas de la Sec­re­taría de Gob­ier­no de Agroin­dus­tria. Las opin­iones ver­tidas son de exclu­si­va respon­s­abil­i­dad del autor y no com­pro­m­e­ten a la insti­tu­ción en la cual se desem­peña.

Fuente: El Econ­o­mista.