La empresa agroindustrial de la familia Blaquier comunicó que este resultado “insume la totalidad de las reservas facultativas y de la reserva legal”.
Asimismo informó que de mantenerse dichas cifras a mayo, someterán a los accionistas en la asamblea que consideren los estados financieros “la absorción obligatoria de las pérdidas acumuladas”.
La calificadora de riesgo Fix informó en febrero que “el Flujo de Caja Operativo de Ledesma continúa mostrando una tendencia negativa, imposibilitando la reducción de deuda con la generación de flujo propio”.
Asimismo, señaló que a noviembre de 2018 “el 85% del total del endeudamiento se encontraba denominado en moneda extranjera”. Sin embargo, remarcó que “espera que el resultado neto revierta la tendencia negativa (con impacto positivo sobre el patrimonio y su estructura de capital) debido a una mejora en la rentabilidad operativa de la compañía, la venta de activos no estratégicos y la reducción de su deuda financiera en dólares”.
La calificadora informó que a fines del año pasado “el endeudamiento continuaba siendo elevado en u$s 227 millones, a pesar de haberse reducido desde u$s 297 a noviembre de 2017” pero pronosticó que la compañía reducirá “moderadamente su nivel de apalancamiento, aunque podría reducirse aún más ante un escenario de venta de activos no estratégicos”.
La empresa anticipó que de mantenerse esa situación al cierre del ejercicio económico anual el próximo 31 de mayo, corresponderá someter a los accionistas en la asamblea que considere los estados financieros “la absorción obligatoria de las pérdidas acumuladas”.
Ledesma es una compañía líder en la producción de azúcar (17% de la oferta nacional) y papel (40% de la oferta).
Mantiene además una importante participación en los mercados de frutas y jugos cítricos (10% del mercado), alcohol, bioetanol (8%), carne y cereales (en cuatro establecimientos que suman 51.429 hectáreas), jarabes y almidones de maíz.
En 2017 el grupo empresario creó una empresa de energía renovable, orientada a desarrollar proyectos para futuros parques solares en distintos puntos del país.
Ledesma emplea a cerca de 8.000 personas que en su mayoría trabajan en Jujuy, provincia de origen de la firma, donde posee 40.000 hectáreas destinadas a la cosecha de su principal materia prima, la caña de azúcar.
“Este cultivo, que se renueva anualmente, se aprovecha por completo”, indica la empresa en su sitio de Internet.
Ledesma utiliza la fibra de la caña para fabricar papel, al que le agrega valor convirtiéndolo en resmas, cuadernos, repuestos escolares y papel ilustración, entre otros productos.
Parte de las fibras y la médula de la caña se envía a las calderas de biomasa para generar energía limpia, que luego la compañía emplea en sus procesos industriales.
La empresa posee cuatro establecimientos agropecuarios en Buenos Aires y Entre Ríos (que totalizan 51.429 hectáreas), y plantas fabriles en Jujuy, San Luis (tres fábricas) y Salta (dos).
Fuente: Ámbito.
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