Las máquinas agrícolas crecen en tamaño y eficiencia

Cuatro segmentos que hacen punta en el país apuntan a una mayor capacidad de trabajo para las labores.

May­or capaci­dad de tra­ba­jo para realizar labores más efi­cientes parece ser el común denom­i­nador de los prin­ci­pales seg­men­tos de maquinar­ia agrí­co­las que pre­sen­tan las mar­cas nacionales como las multi­na­cionales por estos días.

Esto se expli­ca fun­da­men­tal­mente por la gran par­tic­i­pación que tienen los con­tratis­tas en las labores agrí­co­las, ya sea para sem­brar, pul­verizar o cosechar. Se esti­ma que casi el 80% cor­re­sponde a tra­ba­jo de ter­ceros. Así, aho­ra con este nue­vo port­fo­lio, el obje­ti­vo es poder tra­ba­jar la may­or can­ti­dad de hec­táreas en las ven­tanas de cada cul­ti­vo, que cada vez se acor­tan más.

En este sen­ti­do, las máquinas han ido var­ian­do en el últi­mo hacia esta ten­den­cia. En primer lugar, las cosechado­ras han ido mod­i­f­i­can­do la poten­cia media, ancho de cabezal, y capaci­dad de tol­va, con un crec­imien­to de un 6% anu­al en la últi­ma déca­da, según datos del INTA Man­fre­di.

Por ejem­p­lo, en el año 2000 la poten­cia media ven­di­da esta­ba en 200 HP, en el año 2010 el prome­dio aumen­tó a 300 HP y en el 2017, a 370 HP. Algo sim­i­lar sucedió con la capaci­dad de tol­va, la cual pasó de 5.500 litros en el 2000 a 8.000 litros prome­dio en el 2010 y superó los 10.000 litros en la actu­al­i­dad, con mod­e­los que ofre­cen una capaci­dad de más de 35.000 litros y 28 toneladas.

Respec­to al ancho de cabezal se pro­du­jo un fenó­meno sim­i­lar sos­tu­vo el informe lid­er­a­do por el espe­cial­ista Mario Bra­ga­chi­ni, pro­fun­dizan­do por la adop­ción de los drap­er. “Estos dis­eños de cabeza­les fueron adop­ta­dos debido a la may­or per­for­mance que ofre­cen cuan­do el ancho de tra­ba­jo supera los 40 pies”, sin­te­tizó.

Este crec­imien­to en tamaño que se evi­den­ció en los últi­mos 10 años, fue acom­paña­do con la incor­po­ración de una serie de equipamien­tos hidráuli­cos y elec­tróni­cos, elec­tróni­ca de hard­ware que conec­ta­dos con soft­ware especí­fi­cos y actu­adores per­mi­tieron la autom­a­ti­zación del fun­cionamien­to, man­ten­imien­to y reg­u­lación de la cosechado­ra en el cam­po, expli­caron des­de el INTA Man­fre­di.

En el caso de los trac­tores, la ten­den­cia va hacia fier­ros con motores efi­cientes en el con­sumo de com­bustible (tur­bos, inter­cool­er, com­mon rail) que pueden tol­er­ar bien un por­centa­je de has­ta un 20% de biodiésel con garan­tía del fab­ri­cante. El gasoil nor­mal posee un corte del 10% del bio­com­bustible, señaló en este caso Fed­eri­co Sánchez, otro exper­to del INTA Man­fre­di.

“Los trac­tores deben ten­er una efi­ciente trans­fer­en­cia de la poten­cia a la bar­ra de tiro y eso se con­sigue con trac­tores 4x4 artic­u­la­do o 4x4 asis­ti­do, equipa­dos con roda­dos de alta flotación y dis­eño apropi­a­do de ban­da de rodamien­to, en lo posi­ble se deben uti­lizar neumáti­cos radi­ales de baja pre­sión de infla­do”, agregó.

El otro pun­to impor­tante del trac­tor, detal­ló, es la asis­ten­cia hidráuli­ca de buen cau­dal, pre­sión y con sis­tema cen­tro cer­ra­do para oper­ar máquinas con motores hidráuli­cos (que en el futuro serán reem­plaza­dos por actu­adores eléc­tri­cos) y ahí sí se requerirá may­or asis­ten­cia eléc­tri­ca a los trac­tores. “Hoy ya exis­ten en el mer­ca­do muchas sem­brado­ras eléc­tri­c­as, lo cual es la ten­den­cia en este tipo de máquinas”, ejem­pli­ficó Sánchez.

“Para los trac­tores uti­liza­dos en tam­bos y feed­lot la deman­da viene por el lado de la mar­cha ultra lenta y rever­sores (lo más automáti­co posi­ble) de sen­ti­do de avance, tam­bién de un tren delantero reforza­do para colo­car una pala hidráuli­ca más una bue­na direc­ción asis­ti­da y tam­bién el equipamien­to 4x4 asis­ti­do será ten­den­cia”, destacó.

Por otro lado, tam­bién será muy impor­tante el con­fort del maquin­ista, tan­to en trac­tores como tam­bién en cosechado­ras y pul­ver­izado­ras. Pun­tual­mente en este seg­men­to dee trac­tores, el obje­ti­vo es poder con­tar con una cab­i­na panorámi­ca her­méti­ca y con un buen asien­to reg­u­la­ble, con bue­na ergonomía y con­fort y aire acondi­ciona­do efi­ciente.

“En lo posi­ble que con­tenga un sis­tema de refrig­eración para ali­men­tos y bebidas” sumó Sánchez como uno de los enfo­ques para poder que el maquin­ista pue­da sumar la may­or can­ti­dad de horas posi­bles de tra­ba­jo con condi­ciones lab­o­rales con­fort­a­bles.

Las pul­ver­izado­ras auto­propul­sadas son otra ref­er­en­cia de cómo fue var­ian­do la ten­den­cia en los últi­mos años gra­cias a la imple­mentación de may­or tec­nología. En Argenti­na, el grue­so de la ofer­ta de “mos­qui­tos” se ubi­ca en el ran­go de 120/160 HP, aunque comien­za a ganar pres­en­cia las ver­siones con motor­ización de may­or poten­cia, en línea con los requer­im­ien­tos adi­cionales del incre­men­to de la capaci­dad oper­a­ti­va y las trans­mi­siones inte­grales.

Y además, están a la van­guardia en lo que respec­ta a incor­po­ración de tan­ques de may­or capaci­dad. Según datos del mis­mo INTA, un 40% de los mod­e­los disponibles se ubi­can en el ran­go de 2.800 a 3.100 litros de capaci­dad, en tan­to que otro 35% se encuadra por enci­ma de ese niv­el.

En línea con el pun­to ante­ri­or, tam­bién tuvo un auge la adop­ción de bar­rales de may­or exten­sión. Más de la mitad de los equipos disponibles super­an los 28 met­ros de ancho de labor. “La ten­den­cia impone el desar­rol­lo de sis­temas más efi­cientes en la autonivelación, sus­pen­siones neumáti­cas inde­pen­di­entes y com­po­nentes con­struc­tivos de menor peso y may­or resisten­cia”, explicó el informe.

Si bien el 64% de los mod­e­los mantienen la con­fig­u­ración tradi­cional del motor detrás de la cab­i­na, entre los lan­za­mien­tos recientes se impone el uso del impul­sor en la parte delantera por lo que el replanteo de dis­eño per­mite opti­mizar el equi­lib­rio de pesos.

Por últi­mo, por el lado de las sem­brado­ras, la ten­den­cia del mer­ca­do es al aumen­to de las ven­tas de máquinas para gra­no grue­so (mono­gra­no) en detri­men­to del chor­ril­lo. “La prin­ci­pal causa es que el pro­duc­tor desea sem­brar todo con una sola sem­brado­ra gra­no grue­so adap­ta­da a tri­go”; apun­tó.

En este sen­ti­do, tam­bién se bus­ca may­or capaci­dad de tra­ba­jo. Si bien la may­or par­tic­i­pación de la ofer­ta todavía se ubi­ca en ver­siones de 3 a 6 met­ros, el 37% de los mod­e­los dispone de ver­siones de más de 10 met­ros de ancho de labor, infor­maron des­de el organ­is­mo.

Respec­to a la con­fig­u­ración, la may­oría de los equipos se ori­en­tó hacia el rum­bo que mar­có la soja. En esta línea, se fueron desar­rol­lan­do máquinas apropi­adas para implanta­ciones a menor dis­tan­cia entre hileras..

En con­cor­dan­cia con el incre­men­to del ancho de labor, la ten­den­cia se vol­có hacia las mono­tolvas de gran capaci­dad. La may­oría de los dis­eños tienen tolvas com­par­ti­men­tadas para semi­l­las y fer­til­izantes. Inclu­so algu­nas lle­gan a estar ubi­cadas en doble hilera. La may­or capaci­dad de las tolvas rep­re­sen­ta más can­ti­dad de hec­táreas sem­bradas por cada car­ga y menores deten­ciones en la jor­na­da de labor.

Y para agre­gar, la agri­cul­tura de pre­cisión y la conex­ión es parte muy impor­tante tam­bién de estas ten­den­cias que hay hoy disponibles en los 4 seg­men­tos de maquinar­ia.

“En los próx­i­mos 10 años se pro­ducirá una rev­olu­ción tec­nológ­i­ca en la maquinar­ia agrí­co­la glob­al que provo­cará cam­bios de par­a­dig­mas pro­duc­tivos, com­pa­ra­bles a lo que pro­du­jo la irrup­ción del trac­tor “gasolero con asis­ten­cia hidráuli­ca” en las décadas del ´50-´60 del siglo pasa­do”, culminó‘explicando el exper­to Sánchez.

Fuente: Clarín.