La fertilización define el éxito del cañaveral

La fertilización en caña de azúcar es un aspecto técnico fundamental para el éxito de la próxima cosecha del dulce. Este es un requerimiento que los productores cañeros conocen muy bien, en especial por los beneficios que obtiene, su campo y su producción, realizar una fertilización en tiempo y forma. El contexto económico condiciona su realización.

Actual­mente, en Tucumán la zafra avanzó más del 70 %, según lo infor­ma­do la sem­ana pasa­da en este Suple­men­to Rur­al, en una nota real­iza­da a téc­ni­cos del INTA Famail­lá. Y se puede obser­var en el cam­po grandes exten­siones de lotes libres del cul­ti­vo de caña de azú­car, con la pres­en­cia de ras­tro­jos de mal­o­ja, si los lotes no fueron que­ma­dos, o lotes con poco o nada de ras­tro­jos por efec­to del fuego, y en algunos casos con un incip­i­ente crec­imien­to de brotes que serán las plan­tas des­ti­nadas para la zafra que viene.

Es impor­tante destacar que muchos pro­duc­tores que real­izan su tarea de recolec­ción en verde ven los ben­efi­cios que otor­ga un ras­tro­jo abun­dante en el sue­lo, para la con­ser­vación de la humedad durante los días de invier­no y pri­mav­era que quedan por delante, has­ta que apare­cen las llu­vias en la provin­cia.

En esta época, donde las tem­per­at­uras ya empiezan a subir, la brotación, como diji­mos más arri­ba, es incip­i­ente y se ve en la may­oría de los lotes cosecha­dos tem­prana­mente.

En los lotes que están sien­do des­ocu­pa­dos, los pro­duc­tores esper­an que el tiem­po avance para que se dediquen en muchos casos a cul­ti­var y for­mar nue­va­mente el bor­do donde está la cepa, y a romper el sue­lo duro por efec­to de la com­pactación que se ve después de la cosecha.

Con­ser­var la humedad es fun­da­men­tal para aque­l­los pro­duc­tores que quieren ade­lan­tar labores impor­tantes, como lo es la fer­til­ización nitro­ge­na­da, que en la provin­cia se gen­er­al­iza a par­tir de noviem­bre en ade­lante en “caña soca”, y un poco más tem­pra­no en la “caña plan­ta”.

La fer­til­ización en caña es un aspec­to téc­ni­co fun­da­men­tal para el éxi­to de la próx­i­ma cosecha, y los pro­duc­tores cañeros cono­cen bien los ben­efi­cios de realizar una fer­til­ización en tiem­po y for­ma.

Si tomamos que en Tucumán exis­ten más de 270.000 hec­táreas de caña plan­ta­da, con un prome­dio de 55 sur­cos por hec­tárea, y a razón de 1 a 1,5 kilo de urea o val­ores sim­i­lares de otros fer­til­izantes nitro­ge­na­dos por sur­co, se puede ten­er una idea bien dimen­sion­a­da sobre la gran can­ti­dad de fer­til­izante que se requiere.

Es por ello que la caña de azú­car es uno de los cul­tivos más fer­til­iza­dos en el país, como resul­ta­do de con­sid­er­ar a la prác­ti­ca de la fer­til­ización como el fac­tor más impor­tante para el aumen­to de la pro­duc­tivi­dad y la longev­i­dad de las planta­ciones de caña.

Todos los téc­ni­cos e insti­tu­ciones de inves­ti­gación con­sid­er­an que de los numerosos nutri­entes nece­sar­ios para un crec­imien­to y desar­rol­lo ade­cua­do de la caña de azú­car, se ha demostra­do que el más impor­tante en cuan­to a respues­ta del cul­ti­vo es el nitrógeno. Es por ello que la caña es, quizás, el cul­ti­vo de may­or con­sumo por unidad de super­fi­cie de fer­til­izantes nitro­ge­na­dos en el país, con una ten­den­cia que va en aumen­to en los últi­mos años, por los exce­lentes resul­ta­dos obtenidos cuan­do al pro­duc­tor le va rel­a­ti­va­mente bien y puede realizar, de man­era ade­cua­da, esta impor­tante labor.

La efi­cien­cia en el uso de “N” y su efec­tivi­dad depende del cul­ti­vo y del mane­jo de la fer­til­ización.

Como diji­mos más arri­ba, el momen­to y la for­ma de apli­cación del “N” en el cul­ti­vo de caña varía según la zona, y según sea “caña plan­ta” o “caña soca”.

La fer­til­ización bien real­iza­da gen­era grandes respues­tas en los lotes donde se real­iza este pro­ced­imien­to. Difer­entes estu­dios y ensayos real­iza­dos indi­can que se obtienen aumen­tos prome­dios de entre 100 y 150 kg de caña por kg de “N” apli­ca­do, con rendimien­tos máx­i­mos aso­ci­a­dos a nive­les que oscilan entre 120 y 150 kg/ha de Nitrógeno.

Igual­mente, en el resto de los otros nutri­entes exis­ten estu­dios que indi­can que la fer­til­ización con fós­foro, pota­sio, cal­cio y azufre depende de cono­cer las necesi­dades que ten­ga cada lote con­sid­er­a­do.

Como viene este año, en lo que respe­ta al pre­cio del azú­car y a la caí­da que se viene obser­van­do en este pro­duc­to debido a la cri­sis, a la pro­pa­gan­da en con­tra de su con­sumo y al cre­ciente aumen­to de otros endulzantes y edul­co­rantes sin­téti­cos, segu­ra­mente que la fer­til­ización esta cam­paña no será teni­da en cuen­ta por los pro­duc­tores que tienen sus números en rojo.

Igual­mente, es nece­sario recal­car que esta labor en un cañav­er­al es fun­da­men­tal, no solo para la próx­i­ma zafra, sino tam­bién para que su ciclo de vida sea mejor y may­or, pudi­en­do ren­o­var en un tiem­po más pro­lon­ga­do si se real­izan ade­cuada­mente, además, otras labores que acom­pañan a la fer­til­ización.

Es por ello que, a pesar de que la activi­dad no está del todo bien, es nece­sario ten­er en cuen­ta que la fer­til­ización ade­cuada­mente real­iza­da ‑de acuer­do a los cri­te­rios téc­ni­cos dados por las insti­tu­ciones de inves­ti­gación agrí­co­la que tra­ba­jan en Tucumán- el pro­duc­tor debe avan­zar en ese sen­ti­do, y para esto, debe aseso­rarse cor­rec­ta­mente y realizar la fer­til­ización como cor­re­sponde, por supuesto, si puede hac­er­lo.

Fuente: La Gac­eta.