La operación para que el grupo inversor colombiano se quede con el ingenio azucarero estaría cerrada, aunque con condiciones muy distintas a las que había impuesto el juez de la quiebra Juan Pablo Calderón: la empresa se pagaría en “cómodas cuotas”. Un detalle: el presidente de la empresa que estampó la firma para la operación es monotributista clase A.
- Estaría definida la venta del Ingenio La Esperanza al grupo inversor colombiano
- Cambiarían las condiciones de la tarnsacción
- El presidente de la empresa compradora figura como monotributista
Gerardo Morales en el Salón Blanco brindaba una conferencia de prensa sobre los alcances de un plan nutricional tendiente a combatir la obesidad, pero al atención de los periodistas estaba en lo que podría estar ocurriendo en el despacho de Juan Carlos Abud Robles, el militante sobre el cual descansa la enorme responsabilidad de darle un corte definitivo a más de 20 años de saqueos en el Ingenio La Esperanza.
A pesar de la insistencia periodística en el ministerio de Abud Robles reina el hermetismo, aunque fuentes muy cercanas al titular de la cartera confiaron a Jujuy al Momento que el tema La Esperanza esta “casi cerrado” (sic).
Del “casi cerrado” a “hoy es un día histórico… hemos vendido el ingenio prácticamente de contado…” hay una abismal distancia en tiempo y en los dineros que tuvo que seguir aportando el erario público para sostener la elocuente impericia de Abud Robles.
La venta de contado la había anunciado en una ostentosa conferencia de prensa para luego sentar al Gobernador junto a Leal, el hipotético comprador.
Mucho tiempo pasó desde aquel día, muchos anuncios y ninguna concreción. Cada intervención mediática de Abud Robles generaba más dudas que certezas.
El grupo colombiano Omega, bendecido por Abud Robles, desde que le adjudicaron la compulsa de precios comenzó sistemáticamente a cambiar la oferta que había realizado ante el juez Calderón.
En el mismo despacho de Robles sostienen que ya no habrá el depósito inicial y que la suma total será pagada en una infinidad de cuotas, por lo menos eso era hasta la semana pasada.
Pero hoy la situación parece haber cambiado, y los propios Secretarios de Estado de Abud Robles ya están hablando que el ingenio La Esperanza será pagado con las utilidades que de la explotación del ingenio.
Mientras tanto el sindicato se mantiene expectante, firmó tácitamente un nuevo pacto de espera con el gobierno, pero la paciencia de los trabajadores ya tiene fecha de vencimiento, sobre todo las dudas y la incertidumbre invaden la familia azucarera.
Durante el la jornada del sábado en el propio trapiche circulaba la Constancia de Opción al Régimen Simplificado de Pequeños Contribuyentes de Oscar Antonio Ponce, que en los papeles aparece como el dueño de Agroindustria La Esperanza con domicilio legal en Bouchard 680 piso 19 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Resulta que el Oscar Antonio Ponce es un monotributista Categoría A, teniendo como actividad la cría de aves corral y no está habilitado para la producción de huevos.
Es muy difícil de creer que un monotributista Clase A tenga bajo el colchón los más de 80 millones de dólares que se son los que se necesita para recibir las llaves de La Esperanza.
Mientras tanto en cercanía a Freddy Morales la versión gira por otro lado, allí los edecanes del súper ministro insisten en que la posibilidad del Grupo Budeguer está más latentes que nunca, que solo hace falta que los tucumanos acerquen algunos papeles hasta la Casa de Gobierno.
Realizadas las consultas pertinentes en el Jardín de la República, la información que llega es que los empresarios resolvieron llamarse a silencio absoluto, aunque algunos trabajadores de La Esperanza afirman haber visto en los últimos días a técnicos tucumanos haciendo una suerte de relevamiento.
Abud Robles dice a sus íntimos que el miércoles será un día determinante para el futuro de La Esperanza, se puede producir el milagro y un monotribitista Clase A encuentre varios millones de dólares o bien que el gobierno ceda ante la pretensión colombiana y el Ingenio se pague con las tierras hipotecadas y las eventuales utilidades.
La otra opción es la que se sostiene en el despacho de Freddy Morales, que los tucumanos de Budeguer acerquen una nueva oferta aunque sea inferior a la presentada ante Calderón y se queden con el ingenio menguando el papelón gubernamental.
Dicen que estamos caminando horas decisivas, lo mismo que vienen diciendo hace ya más de un año.
Fuente: Jujuy al Momento.
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