El agro apuesta a recuperarse en 2019

A días de terminar el año, resulta necesario hacer un balance sobre lo que deja 2018 en el agro.

El impacto de la peor sequía de los últi­mos años, implicó que las activi­dades rela­cionadas al cam­po sufrier­an una fuerte caí­da en sus ingre­sos, cal­cu­lan­do una pér­di­da aprox­i­ma­da de US$ 6.000 mil­lones para la economía argenti­na. Suma­do a ello, entre agos­to y sep­tiem­bre se anun­cia­ron medi­das poco deseadas: el regre­so de los dere­chos de exportación, con la salvedad de que esta vez fue para “todos” y la reduc­ción de los rein­te­gros a la exportación.

Si bien la suba del tipo de cam­bio ben­efi­ció a los sec­tores expor­ta­dores, hay activi­dades como la pro­duc­ción de aves y por­ci­nos que se vieron per­ju­di­cadas porque sus insumos están dolar­iza­dos, y se encuen­tran direc­ta­mente direc­cionadas al mer­ca­do inter­no. El cam­bio de reglas de juego suma­do a la fal­ta de crédi­tos acce­si­bles com­plicó aún más la situación de los pro­duc­tores, espe­cial­mente los pequeños y medi­anos. Al respec­to, Pablo Ver­nen­go, direc­tor ejec­u­ti­vo de Economías Regionales (ER) de CAME enfa­tizó: “Fue un año muy duro sobre todo para aque­l­las pro­duc­ciones que hacen a la mesa diaria de los argenti­nos”.

Pese a todo, los pro­duc­tores a lo largo y ancho del país, dieron ini­cio a una revan­cha que esper­an que se con­crete con opor­tu­nidades de nego­cios para todos los eslabones de la cade­na pro­duc­ti­va y com­er­cial. En este sen­ti­do, San­ti­a­go del Solar, jefe de Gabi­nete de la Sec­re­taría de Agroin­dus­tria, man­i­festó: “Las expec­ta­ti­vas son recu­per­arnos de lo que fue el impacto impor­tante des­de el pun­to de vista macro­económi­co, por aho­ra la cosecha viene aparente­mente bien. La exportación nos van a brindar oxígeno financiero muy impor­tante”.

¿Granos récord?

“Esta­mos esperan­do una cam­paña récord”, así lo expresó Agustín Teje­da, ger­ente de Estu­dios Económi­cos de la Bol­sa de Cereales de Buenos Aires (Bcba). Para tri­go esti­man 19mill/tn, si bien esper­a­ban super­ar ese guar­is­mo, las inclemen­cias climáti­cas lo ha oblig­a­do a recor­tar. De esta man­era sería 7% supe­ri­or al ciclo ante­ri­or. “Para la cosecha grue­sa si bien todavía fal­ta recor­rer la ven­tana más críti­ca de deter­mi­nación del rendimien­to, esta­mos vien­do que la siem­bra avan­za a buen rit­mo y por lo tan­to, las expec­ta­ti­vas para una nue­va cam­paña récord están vigentes. Sería un resul­ta­do muy intere­sante sobre todo pen­san­do en la con­tribu­ción del sec­tor a la economía de 2019”, indicó Teje­da. Las esti­ma­ciones que mane­ja la Bcba se mantienen en 43 mill/tn para maíz y 53 mill/tn para soja. “De acuer­do a como vienen las per­spec­ti­vas climáti­cas creemos que son volúmenes alcan­z­ables. Pre­vi­a­mente a la adop­ción de las reten­ciones, esperábamos un mix difer­ente, antes eramos más opti­mis­tas en maíz y menos en soja, y eso ha cam­bi­a­do”. Según las proyec­ciones de la Bcba, en la cam­paña 2018/19 se cosecharía un vol­u­men final cer­cano a 125,9 mill/tn, por lo cual, esti­man que la cosecha apor­taría al Pro­duc­to Bru­to Agrí­co­la US$ 7.600 mil­lones más que el ciclo ante­ri­or.

Luces rojas

Al analizar los semá­foros de ER real­iza­dos durante el año por Con­i­na­gro, más de la mitad de las activi­dades han mostra­do una situación de cri­sis. Tan es así, que por ejem­p­lo, la vitivini­cul­tura, acu­muló diez meses con­sec­u­tivos de cri­sis. A la sobre­ofer­ta y baja de pre­cio inter­no se suman las difi­cul­tades de cosecha de la próx­i­ma cam­paña. Al respec­to, el pres­i­dente de Con­i­na­gro, Car­los Ian­niz­zot­to, pre­cisó que “fun­da­men­tal­mente la cri­sis se debe may­ori­tari­a­mente a una situación de que­bran­to, des­fi­nan­ciación, y de alta pre­sión impos­i­ti­va”, y resaltó: “Todo esto reper­cute en el bol­sil­lo del pro­duc­tor. Nues­tras economías de a poco, provo­can que el pro­duc­tor o bien deje de pro­ducir, aban­done la activi­dad, o se con­vier­ta en ine­fi­ciente porque no alcan­za a inno­var en tec­nología”. Por su parte, Ver­nen­go se refir­ió a la caí­da del poder adquis­i­ti­vo de los argenti­nos. “En el sec­tor del mer­ca­do inter­no, sobre todo el hortí­co­la y frutí­co­la ha caí­do la deman­da entre 40% y 50%. La par­tic­i­pación del pro­duc­tor en el val­or final está en el orden del 20% al 22%, y es extremada­mente bajo, debería ser 33% la par­tic­i­pación”. De cara al 2019, resaltó: “Hay que tra­ba­jar mucho para trans­parentar los mer­ca­dos, y que empiece haber com­er­cio jus­to. Lam­en­ta­ble­mente con una inflación del 47%, el val­or se está instau­ran­do des­de la gón­dola hacia el pro­duc­tor”, y deseó: “Esper­e­mos que no haya atra­so en el tipo de cam­bio y que haya unas políti­cas acti­vas para lograr la rentabil­i­dad de las pro­duc­ciones regionales”.

Insignia argentina

Al mirar la ganadería vac­u­na por fuera del con­tex­to de la macro, con­sid­er­an que ha sido un año muy bueno y con per­spec­ti­vas extra­or­di­nar­ias. Al respec­to, el con­sul­tor ganadero Víc­tor Tonel­li, destacó: “Hemos cre­ci­do en vol­u­men de pro­duc­ción, en ofer­ta al mer­ca­do inter­no y de man­era muy sig­ni­fica­ti­va en las exporta­ciones”. Tam­bién resaltó la aper­tu­ra de nuevos mer­ca­dos como Esta­dos Unidos y Canadá, y el haber intro­duci­do tres nuevos pro­to­co­los con Chi­na: carne bov­ina enfri­a­da con y sin hue­so, y con­ge­la­da con hue­so que se sumaron a la carne con­ge­la­da deshue­sa­da que ya se exporta­ba. La aper­tu­ra de Japón para la carne vac­u­na des­de la Patag­o­nia que según Tonel­li, abre una opor­tu­nidad de acel­er­ar el pro­ce­so para ingre­sar carne del resto del país. En este sen­ti­do, cabe resaltar que 2018 cer­raría con una exportación de carne bov­ina de aprox­i­mada­mente 520.000 tn. A su vez, comen­tó: “Hemos avan­za­do en el con­trol de la infor­mal­i­dad, y se ha dado un paso gigan­tesco que no ocur­rió en cuarenta años”. En cuan­to a lo neg­a­ti­vo, se refir­ió a la pér­di­da de rentabil­i­dad, y señaló que “este año estu­vieron muy afec­ta­dos el cri­ador y el inver­nador”.

Según Tonel­li, para 2019, el desafío de la cade­na será el cam­bio de mod­e­lo pro­duc­ti­vo, y explicó: “Que el pro­duc­tor ganadero empiece a reten­er ani­males, agre­gar­les peso y a ir hacia el camino de la pro­duc­ción del novil­lo que se había per­di­do en los últi­mos trece años. En2018, una parte impor­tante del crec­imien­to de las exporta­ciones fue por ven­ta de vaca, pero en 2019 se empieza a ver un cam­bio de ten­den­cia a pro­ducir más novil­lo y enviar ani­males de may­or cal­i­dad”.

Lechería golpeada

La lechería fue una de las economías regionales que pro­fun­dizó su cri­sis en 2018. Al realizar un bal­ance, Jorge Chemes, vicepres­i­dente de Con­fed­era­ciones Rurales Argenti­nas (CRA), resaltó que “lo úni­co pos­i­ti­vo fue la creación del SIGLeA (Sis­tema Inte­gra­do de la Gestión de la Lechería Argenti­na) que ha lle­va­do infor­ma­ción al sec­tor en un panora­ma donde medi­ana­mente pudi­mos ir vien­do donde esta­mos para­dos”. En cuan­to a lo neg­a­ti­vo, señaló que el 2018 cier­ra con menos tam­bos, y menor pre­cio, y agregó: “En una situación de que­bran­to y endeu­damien­to del sec­tor lechero que es muy pre­ocu­pante, y lam­en­ta­ble­mente no hemos podi­do rever­tir, a pesar del ajuste del val­or del pre­cio de la leche que se ha venido dan­do en los últi­mos meses”.

De acuer­do al Obser­va­to­rio de la Cade­na Láctea Argenti­na, en 2018 habrían cer­ra­do 604 tam­bos.

En cuan­to al val­or que se le paga al pro­duc­tor por litro de leche, Chemes señaló que “entre $10 y $11 es un pre­cio razon­able según la estruc­tura de pro­duc­ción y el lugar, y hoy se está pagan­do entre $8 y $9, por lo cual, esta­mos $3 aba­jo de lo que es y que nece­si­ta­mos para ten­er un mar­gen de rentabil­i­dad razon­able”. En cuan­to al futuro cer­cano, con­sid­eró que el pre­cio de la leche va a seguir ajustán­dose. “Creo que algu­na mejor per­spec­ti­va vamos a ten­er porque si logramos expor­tar y que se mue­va un poco más el con­sumo inter­no, al no haber un
aumen­to de pro­duc­ción ten­dríamos que ten­er un panora­ma más pos­i­ti­vo, pero la ver­dad que no sabe­mos porque la cade­na está muy des­or­de­na­da”.

Fierros del agro

Un sec­tor que dio mar­cha atrás. Según el Indec, en el ter­cer trimestre 2018 las ven­tas de maquinar­ia agrí­co­la cayeron en prome­dio 43,5% respec­to del mis­mo perío­do 2017; un com­bo peli­groso para el sec­tor ya que más del 60% es de fab­ri­cación nacional. Al respec­to, Mario Bra­ga­chi­ni, téc­ni­co del INTA, anal­izó: “El año ter­mi­na con muchas empre­sas en situación difi­cul­tosa para pagar suel­dos y aguinal­do (pro­ce­so de cri­sis), vaca­ciones pro­lon­gadas, ini­cio del año incier­to, con menos días lab­o­rales y clausura de pedi­do a provee­dores, algunos en caí­da en cas­ca­da, por corte de la cade­na de pago”. El primer trimestre fue nor­mal con crédi­tos de tasas sub­sidi­adas de la ban­ca ofi­cial y ban­cos pri­va­dos, luego aparecieron los prob­le­mas de cor­ri­das cam­biarias donde el crédi­to nor­mal desa­pare­ció. Frente a este esce­nario, las máquinas aumen­taron sus pre­cios sigu­ien­do al dólar, y la fal­ta de crédi­tos acce­si­bles, hizo que pro­duc­tores y con­tratis­tas rurales desa­parez­can del mer­ca­do de com­pra de máquinas. Según el opti­mis­mo de Bra­ga­chi­ni, el comien­zo de una recu­peración del mer­ca­do inter­no de la maquinar­ia agrí­co­la se espera para abril y mayo de 2019. “Una vez recolec­ta­da gran parte de la cosecha de gra­no grue­so y con un cam­bio de dólar favor­able para exportación, los pro­duc­tores y con­tratis­tas podrán reac­ti­var 50% del mer­ca­do per­di­do”, comen­tó y agregó: “Esto podría reper­cu­tir pos­i­ti­va­mente siem­pre y cuan­do esté acom­paña­do por políti­cas cred­iti­cias favor­ables hacia el “Com­pre argenti­no”; es decir, para incen­ti­var la com­pra de máquinas con­stru­idas con más del 60% de com­po­nentes nacionales”.

Fuente: El Econ­o­mista.