Brasil reemplazó el 44,3% de su gasolina con etanol

La diversificación de la agricultura hacia la producción de energía ha sido la gran palanca que ha impulsado la producción de biocombustibles y alimentos en Brasil.

“La diver­si­fi­cación de la agri­cul­tura hacia la pro­duc­ción de energía ha sido la gran palan­ca que ha impul­sa­do la pro­duc­ción de bio­com­bustibles y ali­men­tos en Brasil. En los primeros ocho meses de 2018, Brasil ha reem­plazan­do el 44,3% de toda su gasoli­na con etanol anhidro mez­cla­do con gasoli­na y etanol hidrata­do uti­liza­do por la flota flex­i­ble. Esto es toda una haz­a­ña. Con la diver­si­fi­cación en la pro­duc­ción de etanol, Brasil está reducien­do su depen­den­cia de las importa­ciones de gasoli­na, limpiando el aire de nues­tras ciu­dades, reducien­do sig­ni­fica­ti­va­mente el calen­tamien­to glob­al y, sobre todo, generan­do empleos e ingre­sos desar­rol­lan­do cen­tros regionales de gran pro­gre­so en todo el inte­ri­or del país”, afir­mó en una con­fer­en­cia de téc­ni­cos Plinio Nas­tari, exper­to brasilero en pro­duc­ción de bioetanol que par­tic­i­pará en el próx­i­mo con­gre­so de la ISSCT a desar­rol­larse en Tucumán.

“Tam­bién está pro­ducien­do bio­elec­t­ri­ci­dad, limpia y sostenible, cer­ca de los cen­tros de car­ga, com­ple­men­tan­do per­fec­ta­mente nue­stro gran par­que hidroeléc­tri­co, hacién­do­lo con muy bajas inver­siones y pér­di­das de trans­misión”, agregó.

Más recien­te­mente, “se está movien­do hacia la pro­duc­ción de bio­gas y bio­metano para la gen­eración de elec­t­ri­ci­dad y la susti­tu­ción de diesel, y aho­ra se está movien­do hacia la inte­gración de la caña de azú­car y el maíz en la pro­duc­ción de etanol y copro­duc­tos de alto val­or pro­te­ico. Generan­do economía cir­cu­lar, efec­to mul­ti­pli­cador, aumen­tan­do el val­or agre­ga­do, reducien­do la pre­sión logís­ti­ca en el flu­jo de gra­nos, aumen­tan­do la pro­duc­ción y la capaci­dad de exportación de pro­teí­nas, carne de res (bovi­nos), cer­do y aves de cor­ral.

Recon­struc­ción

Las bases fueron con­stru­idas para la recon­struc­ción del sec­tor de gas nat­ur­al, la reanudación del sec­tor de dis­tribu­ción de energía eléc­tri­ca, la pro­mo­ción de la energía eóli­ca y foto­voltaica, la inver­sión en energía nuclear y en últi­ma instan­cia, su obra más impor­tante: la for­mu­lación, las direc­tri­ces de aprobación y la aprobación de Ren­ov­aBio, el Plan Nacional de Bio­com­bustibles, que por primera vez en la his­to­ria crea una ref­er­en­cia futu­ra sobre el tamaño del mer­ca­do que se aveci­na, describió el exper­to brasilero.

“(Todo se hará) Sin sub­sidios, y sin nue­vo impuesto al car­bono. Sim­ple­mente, medi­ante la creación de un pro­gra­ma de cer­ti­fi­cación de efi­cien­cia energéti­ca y ambi­en­tal, para pro­mover ganan­cias de pro­duc­tivi­dad, ahor­ro de cos­tos y reduc­ciones de pre­cios al con­sum­i­dor. El desafío es lograr los obje­tivos y com­pro­misos de Brasil en el Acuer­do Climáti­co”, con­cluyó el diál­o­go con nue­stro cro­nista.

Fuente: La Gac­eta.