Utilizan maduradores químicos en caña de azúcar

Permiten maximizar la recuperación de azúcar, elevando su contenido.

En la Sec­ción Agronomía de la Caña de Azú­car de la Estación Exper­i­men­tal Agroin­dus­tri­al Obis­po Colom­bres (Eeaoc), el doc­tor Eduar­do Romero y la mag­is­ter e inge­niera agróno­ma, Fer­nan­da Leg­gio se refirieron al empleo de madu­radores quími­cos en caña de azú­car.

El déficit hídri­co pri­mav­er­al, la imposi­bil­i­dad en muchos casos de realizar un mane­jo ade­cua­do de con­trol malezas y fer­til­ización, como la dis­pari­dad y los exce­sos de llu­vias en los meses pos­te­ri­ores de crec­imien­to de los cañav­erales, influyeron de man­era difer­en­cial en su desar­rol­lo.

Por este moti­vo, hoy nos encon­tramos con un esce­nario de numerosas situa­ciones que deben ser anal­izadas en for­ma par­tic­u­lar, para con­tin­uar con su mane­jo agronómi­co has­ta el momen­to de la cosecha. Este mane­jo difer­en­cial per­mi­tirá min­i­mizar las pér­di­das de rendimien­to cul­tur­al y fab­ril que podrían haberse pro­duci­do.

Para esto últi­mo, una alter­na­ti­va muy difun­di­da en el área cañera de Tucumán es el uso de la madu­ración quími­ca, la cual per­mite max­i­mizar la recu­peración de azú­car, ele­van­do y esta­bi­lizan­do su con­tenido. Además, provo­ca un dese­camien­to del fol­la­je y dis­min­uye el con­tenido de “trash”. La efec­tivi­dad de esta tec­nología es con­se­cuen­cia de una serie de fac­tores que car­ac­ter­i­zan al cañav­er­al (esta­do pro­duc­ti­vo, var­iedad, edad, mane­jo, vuel­co), de las condi­ciones ambi­en­tales pre­vias, durante y pos­te­ri­ores al momen­to de la apli­cación, y de la apli­cación propi­a­mente dicha.

Ante esta situación, definir un pro­gra­ma de madu­ración quími­ca será una tarea min­u­ciosa y que debe estar dirigi­da a cada situación par­tic­u­lar.

La cor­rec­ta selec­ción de los lotes a aplicar, impli­ca evi­tar “cañas plan­tas”, lotes de “socas” con prob­le­mas de crec­imien­to (déficit hídri­co, enfer­medades, pla­gas, etcétera), lotes con ries­gos de daños a cul­tivos veci­nos y cañav­erales que serán uti­liza­dos para caña semi­l­la.

Sug­eren­cias

Se recomien­da realizar apli­ca­ciones des­de comien­zos del mes de abril y has­ta medi­a­dos de mayo, ya que has­ta ese momen­to los cañav­erales irán dis­min­uyen­do su rit­mo de crec­imien­to y no se verán afec­ta­dos en su pro­duc­ción cul­tur­al.

Resul­ta una exi­gen­cia fun­da­men­tal, con­sen­suar y coor­di­nar el pro­gra­ma de madu­ración. El mis­mo incluye tres eta­pas: 1) elec­ción de los lotes, 2) elec­ción del madu­rador, época y dosis a emplear, y 3) con­trol de las apli­ca­ciones aéreas y orde­namien­to racional de la cosecha, que opti­m­ice la cal­i­dad fab­ril de la mate­ria pri­ma en la fase ini­cial de la zafra. Entre los pro­duc­tos actual­mente disponibles se encuen­tran el gli­fos­ato y los gramini­ci­das flu­az­i­fop y cle­todim. En cuan­to al gli­fos­ato, cabe destacar que su uso deberá lim­i­tarse a los casos de lotes que vayan a ser descepa­dos luego de la cosecha, ya que se tra­ta de un pro­duc­to, que si bien logra resul­ta­dos muy sat­is­fac­to­rios como madu­rador quími­co, tiene grandes exi­gen­cias téc­ni­cas para su cor­rec­ta apli­cación.

Cabe recor­dar al usuario de esta tec­nología que “el propósi­to es ase­gu­rar los ben­efi­cios y min­i­mizar los ries­gos, y que por ello debe realizar y exi­gir el máx­i­mo respeto de las recomen­da­ciones téc­ni­cas”.

Por ese moti­vo, antes de uti­lizar esta téc­ni­ca resul­ta con­ve­niente que el cañero efec­túe con­sul­tas en la Sec­ción Caña de Azú­car, Sub­pro­gra­ma Agronomía de la Estación Exper­i­men­tal, o a los téc­ni­cos con expe­ri­en­cia en el tema.

Fuente: La Gac­eta.