Un nuevo fin de semana, un nuevo campo de caña quemado en Tucumán

A pesar de los esfuerzos del gobierno, esta práctica ilegal no cesa en nuestra provincia.

La que­ma de caña y pas­ti­za­les es, lam­en­ta­ble­mente, una prác­ti­ca común en Tucumán durante la época de la zafra. A pesar de estar pena­da por ley, esta prob­lemáti­ca, que rep­re­sen­ta un peli­gro para la salud públi­ca y que además gen­era graves con­se­cuen­cias energéti­cas dado que pro­duce cortes en las líneas de media y alta ten­sión que abaste­cen a grandes sec­tores de la provin­cia, esta lejos de ser errad­i­ca­da.

La ley provin­cial 6.253 y su mod­i­fi­ca­to­ria, la 7.459, pro­híben la que­ma de caña de azú­car como méto­do alter­na­ti­vo de cosecha (a excep­ción de la que­ma con­tro­la­da). Según expli­can des­de la Direc­ción de Medio Ambi­ente depen­di­ente del Min­is­te­rio de Desar­rol­lo Pro­duc­ti­vo, esta ley pro­híbe de for­ma genéri­ca la que­ma de todo tipo de veg­etación enraiza­da, arraiga­da, acli­mata­da o seca. Pun­tual­mente en el caso de la caña, la ley establece la creación de un Reg­istro para Pro­duc­tores Cañeros, oblig­a­to­rio para todos los que quier­an hac­er uso de la que­ma como méto­do de cosecha.

El men­ciona­do méto­do debe ir acom­paña­do de un plan de errad­i­cación, que con­tem­pla un polémi­co lap­so de 20 años para elim­i­nar esta prác­ti­ca. Des­de la enti­dad que rige las nor­ma­ti­vas medioam­bi­en­tales se expli­ca que este lap­so, que recibe múlti­ples cues­tion­amien­tos, bus­ca con­cil­iar los intere­ses ambi­en­tales con los intere­ses de la pro­duc­ción.

Cabe destacar que además de la reglamentación de la men­ciona­da ley n° 7459, el Plan de Reduc­ción de Que­ma de Caña que pro­pone la Direc­ción de Medio Ambi­ente incluye la elab­o­ración e imple­mentación del pro­ced­imien­to admin­is­tra­ti­vo de mul­tas, así como la recep­ción de denun­cias sobre que­ma de caña, inspec­ciones de que­ma: al azar y ante denun­cias de veci­nos, el rel­e­vamien­to cat­a­stral de las parce­las que­madas (vue­los de reconocimien­to con per­son­al de la Direc­ción Gral. de Cat­a­stro y de la Direc­ción de Aeronáu­ti­ca) y la elab­o­ración e imple­mentación del Reg­istro de Pro­duc­tores Cañeros, entre otros.

En diver­sas opor­tu­nidades cañeros denun­cian no que­mar ellos sino que “ván­da­los” real­izan esta prác­ti­ca, sien­do ellos víc­ti­mas de sus jue­gos dañi­nos. En este caso existe tam­bién una reg­u­lación, el decre­to nº 795/03 exhor­ta a los ciu­dadanos de absten­erse de que­mar cualquier tipo de veg­etación, incluyen­do caña, estando inscrip­tos o no en el reg­istro que pre­vé dicha ley en los casos de que se encuen­tren en un radio de 1 Km. des­de los bor­des urbanos o estén ubi­ca­dos en una zona de dominio de cables de alta ten­sión, que com­prende una fran­ja de 12 met­ros a cada lado de la línea de con­duc­ción. Tam­bién deben absten­erse si se encuen­tran en un radio de 500 met­ros alrede­dor de las subesta­ciones de energía eléc­tri­ca de con­ce­sion­ar­ias o en un radio de 1 Km. des­de el bor­de perime­tral de los aerop­uer­tos y aeró­dro­mos.

No obstante, lejos de dis­minuir, la que­ma de caña crece expo­nen­cial­mente año a año. Días atrás, aler­ta­dos por esta situación, un grupo ambi­en­tal­ista le envió una car­ta al gob­er­nador Juan Manzur, exhortán­do­lo a incre­men­tar los con­troles para erradicar la que­ma de caña y pas­ti­za­les de man­era defin­i­ti­va.

 “La que­ma de cañav­erales a la fecha ya es una prác­ti­ca “desapren­si­va y crim­i­nal”. Se fumi­ga a la gente como si fue­sen insec­tos, ya a esta altura es un tema dramáti­co que ten­emos que lamen­tar una víc­ti­ma mor­tal y var­ios acci­dentes en las rutas”, reza la misi­va redac­ta­da por el grupo Con­cien­cia Ambi­en­tal, y que con­cluye con un pedi­do al  Gob­er­nador para que “tome el toro por las astas de una vez por todas y tome la decisión políti­ca cier­ta de tra­ba­jar sobre este dra­ma”.

Fuente: Primera Fuente.