UE | Piden más participación de etanol, pero solo producido producido en Europa

Los miembros de la Asociación Europea de Etanol Renovable (ePURE) presentaron los datos productivos de 2019 y aprovecheron la oportunidad para reclamarle a la Comisión Europea, el órgano ejecutivo del Bloque, una mayor consideración del biocombustible en las políticas de descarbonización del transporte.

Fiel a su esti­lo, el ente que reúne a la indus­tria del bio­com­bustible pidió que estas políti­cas sean exclu­si­vas para los pro­duc­tos elab­o­ra­dos en Europa.

El bioetanol fue de uno de los temas calientes para lograr el Acuer­do UE-Mer­co­sur. Brasil había solic­i­ta­do ini­cial­mente una cuo­ta de un mil­lón de toneladas anuales y la patronal euro­pea pro­ponía direc­ta­mente que no se incluy­era el bio­com­bustible en la canas­ta de pro­duc­tos con aran­cel pref­er­en­cial. Final­mente la cuo­ta quedó estable­ci­da en 650.000 toneladas anuales, dejan­do muy dis­con­forme a los indus­tria europeos, mucho menos com­pet­i­tivos que sus pares de Brasil y Argenti­na.

Las cifras de ePURE para 2019 arro­jaron una pro­duc­ción de 5.600 mil­lones de litros de etanol y 5,33 mil­lones de toneladas de copro­duc­tos, inclu­i­dos 3,83 mil­lones de toneladas de DDGS altos en pro­teí­nas para su uso en la nutri­ción ganadera. Con sede en Bruse­las, ePURE rep­re­sen­ta a 36 empre­sas y aso­cia­ciones miem­bros, inclu­i­dos 19 pro­duc­tores, con alrede­dor de 50 plan­tas en 16 Esta­dos miem­bros de la UE, que rep­re­sen­tan aprox­i­mada­mente el 85% de la pro­duc­ción de etanol ren­ov­able de la UE.

«La indus­tria euro­pea del etanol ren­ov­able sigue aumen­tan­do su con­tribu­ción a los obje­tivos del Acuer­do Verde de la UE: pro­ducir com­bustible con bajo con­tenido de car­bono para reducir las emi­siones del trans­porte por car­retera y ali­men­tos para la nutri­ción ani­mal con alto con­tenido de pro­teí­nas y libre de trans­géni­cos para reducir la necesi­dad de hari­na de soja impor­ta­da», dijo Emmanuel Desplechin, sec­re­tario gen­er­al de ePURE. “Europa nece­si­ta una bioe­conomía sostenible que haga uso más efi­ciente de la pro­duc­ción agrí­co­la nacional y pro­duz­ca un impacto inmedi­a­to en la lucha con­tra el cam­bio climáti­co.”

La UE es el prin­ci­pal impor­ta­dor de hari­na de soja del plan­e­ta, con una par­tic­i­pación de casi el 30% del total del com­er­cio inter­na­cional, que se uti­liza como una fuente pro­te­ica de alta cal­i­dad y bajo cos­to.

Desplechin agregó que la incer­tidum­bre sobre la posi­ble direc­ción de la políti­ca de la UE sobre bio­com­bustibles es el prob­le­ma clave que enfrenta el sec­tor en este momen­to: “La reg­u­lación es el prin­ci­pal desafío, mien­tras esper­amos ver cómo se apli­can las políti­cas de la UE sobre energía ren­ov­able y cal­i­dad del com­bustible para el año 2020, que es el ‘año el juicio’. Y luego se adap­tarán estas y otras políti­cas como la imposi­ción de arance­les a la energía que refle­jen las ambi­ciones medioam­bi­en­tales más estric­tas del Acuer­do Verde (Green Deal) de la UE.

Los for­mu­ladores de políti­cas están deba­tien­do cuán­to aumen­tar los obje­tivos para 2030, inclu­so cuan­do los obje­tivos de 2020 para las energías ren­ov­ables en el trans­porte y la inten­si­dad de car­bono del com­bustible cor­ren un serio de ries­go de no cumplirse. Por lo tan­to, esta­mos empu­jan­do a los respon­s­ables políti­cos a niv­el de la UE y los Esta­dos miem­bros para reforzar la impor­tan­cia de esos obje­tivos y hac­er un mejor uso de las her­ramien­tas que ten­emos aho­ra“.

La pro­duc­ción de etanol ren­ov­able puede ofre­cer más de lo que ya está hacien­do, hacien­do real­i­dad el Acuer­do Verde de la UE, añadió el sec­re­tario gen­er­al.

Más del 99% de la mate­ria pri­ma uti­liza­da para pro­ducir etanol ren­ov­able por los miem­bros de ePURE, incluyen cereales, azú­cares y resid­u­os, que se cul­ti­varon u obtu­vieron en Europa. En 2019, el 48,6% del etanol pro­duci­do fue a par­tir de maíz, segui­do del tri­go (21,1%) y luego azú­car (19,3%), según datos de ePURE.

Desplechin agregó que «Las encues­tas mues­tran con­stan­te­mente que el públi­co apoya la pro­duc­ción nacional sostenible de bio­com­bustibles para cumplir con los obje­tivos climáti­cos. La oposi­ción ha sido may­ori­taria y cor­rec­ta y enfo­ca­da en pon­er fin a las políti­cas que apoy­an los bio­com­bustibles rela­ciona­dos con el aceite de pal­ma y con­tribuyen indi­rec­ta­mente a la defor­estación. Pero cuan­do se tra­ta de la pro­duc­ción nacional y de mate­ria pri­ma euro­pea, la gente ve la con­tribu­ción del etanol ren­ov­able valiosa y como una opción inmedi­a­ta para la la lucha con­tra el cam­bio climáti­co.

“La Comisión Euro­pea parece estar divi­di­da, con algunos miem­bros que creen que se debe con­tin­uar min­i­mizan­do la con­tribu­ción de los bio­com­bustibles a la descar­bonización del trans­porte y otros que están comen­za­do a darse cuen­ta de que serán nece­sar­ios para sat­is­fac­er las ambi­ciosas políti­cas de reduc­ción de emi­siones estable­ci­das en el Green Deal.”

Un estu­dio reciente lle­va­do a cabo por el Insti­tu­to Nacional de Tec­nología Agropecuar­ia (INTA) sobre la huel­la de car­bono de la pro­duc­ción de bioetanol a par­tir de maíz en Argenti­na encon­tró que el bio­com­bustible reduce en prome­dio 68% las emi­siones de gas­es de efec­to inver­nadero respec­to a la gasoli­na, en base a los están­dares de medición de la UE. En par­tidas espe­ciales se ha logra­do super­ar hol­gada­mente el 70% de reduc­ción, lo cual per­mite abrir nuevos mer­ca­dos, a par­tir la cer­ti­fi­cación de estos pro­ce­sos. Estos val­ores super­an ampli­a­mente los reg­istra­dos en la pro­duc­ción de etanol euro­pea, fun­da­men­tal­mente debido a la menor huel­la de car­bono del maíz pro­duci­do en Argenti­na bajo sis­temas de siem­bra direc­ta.

Fuente: Bioe­conomía.