La Secretaría de Energía oficializaría una merma del 10% al 5% para la producción correspondiente a julio; duras críticas de un experto
Mientras se espera que se trate en el recinto del Congreso el nuevo proyecto de ley del oficialismo sobre biocombustibles, y a días de que venza el decreto presidencial que prorrogó la vigencia del régimen promocional de 2006, el viernes pasado la Secretaría de Energía resolvió, según pudo saber LA NACION, poner un corte para el biodiésel de un 2% para lo que queda de junio y del 5% para julio próximo. La resolución del organismo saldría entre mañana y pasado. Asimismo, se decidió aumentar el precio alrededor de un 20% para el biodiésel y de un 8% para el bioetanol.
Hoy el biodiésel de soja se mezcla en un 10% en el gasoil mientras que el etanol de caña de azúcar y maíz se hace en un 12% en las naftas. El nuevo proyecto de ley en el Congreso baja al 5% el uso de biodiésel en el gasoil y mantiene en 12% el etanol, que podría reducirse al 9% pero con una merma absorbida por el etanol de maíz, no el de caña de azúcar.
En este contexto, en el sector de los biocombustibles advierten que esta disposición “consolida” un futuro de cierre de plantas de biodiésel y la baja de unos 1000 empleados directos e indirectos de los 2000 que tienen las 33 plantas de biodiésel que existen en el país, de las cuales 28 abastecen el mercado interno.
“Con el cuchillo en el abdomen, los productores, al borde de la quiebra, firmaron un acuerdo con el Gobierno. No tienen capacidad de negociación porque están fundidos y entre cerrar la fábrica y un mal arreglo prefieren arreglar y se conforman con esa reducción del 5%. Saben que es eso o nada. No es justo”, indicó a LA NACION Claudio Molina, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno.
Para el sector, la clave para que el negocio funcione medianamente es el corte. Desde 2006, fecha en que se instrumentó la ley que promociona el uso de los biocombustibles, por el principio de progresividad, fue creciendo en los cortes obligatorios.
Fuente: La Nación.