Los avatares de la industria de biocombustibles en Argentina

Los biocombustibles renacieron en la Argentina en 2006, buscando remediar problemas centrales, entre ellos el inicio de la lucha contra el cambio climático.

En los años 80, Argenti­na y Brasil lan­zaron sendos planes para intro­ducir el uso del alco­hol en vehícu­los. Sin embar­go, al poco tiem­po, Argenti­na aban­donó su plan, cono­ci­do como “Alconaf­ta”. Brasil, en cam­bio, lo con­sid­eró una políti­ca de Esta­do y sigu­ió con su pro­gra­ma has­ta con­ver­tirse en la may­or poten­cia mundi­al en pro­duc­ción y uso de com­bustibles ren­ov­ables para auto­mo­tores.

Los bio­com­bustibles renacieron en la Argenti­na en 2006, bus­can­do reme­di­ar tres prob­le­mas cen­trales: una matriz de com­bustibles líqui­dos muy depen­di­ente de los fósiles con­t­a­m­i­nantes; el drena­je de divisas que gen­er­a­ban las importa­ciones de com­bustibles, y el ini­cio de la lucha con­tra el cam­bio climáti­co, espe­cial­mente para com­bat­ir la emisión de gas­es de efec­to inver­nadero.

En Argenti­na, se pro­duce bioetanol tan­to a par­tir de la caña de azú­car como del maíz, mien­tras que se obtiene biodiesel a par­tir del aceite soja.

En repre­salia por la esta­ti­zación de YPF, en 2012, España cer­ró su mer­ca­do a las exporta­ciones argenti­nas de biodiesel.

A su vez, el gob­ier­no argenti­no elevó las reten­ciones a la exportación de biodiesel del 20 al 32%, con el fin de favore­cer a la empre­sa petrol­era estatal, bajan­do el cos­to de este insumo.

España lev­an­tó el blo­queo en 2016, año en que Argenti­na llegó a posi­cionarse como el prin­ci­pal expor­ta­dor mundi­al y el ter­cer pro­duc­tor mundi­al de biodiesel.

La Ley 26.093, que reg­u­la­ba el rég­i­men de pro­mo­ción para la pro­duc­ción y uso sus­tentable de bio­com­bustible, pro­mul­ga­da en 2006, ven­ció en mayo últi­mo. La nor­ma­ti­va había estable­ci­do que, en los sigu­ientes cua­tro años, todas las naf­tas y el gasoil debían mezclarse con un 5% de com­bustible deriva­do de cereales, oleagi­nosas o dese­chos orgáni­cos. Esto se alcanzó y sobrepasó, has­ta lle­gar al 10% para biodiesel y 12% para bioetanol.

La nue­va ley aproba­da por el Con­gre­so en julio pasa­do reduce el corte oblig­a­to­rio para el biodiesel has­ta el 5%, con excep­ción del biodiesel elab­o­ra­do con caña de azú­car, que ten­drá un mín­i­mo oblig­a­to­rio del 6%. Para el bioetanol se mantiene el límite en el 12%, pero se autor­iza a reducir­lo has­ta el 9%.

El nue­vo rég­i­men ten­drá vigen­cia has­ta el 31 de diciem­bre de 2030, con posi­bil­i­dad de prór­ro­ga por cin­co años.

* Víc­tor Bek­er. Direc­tor del Cen­tro de Estu­dios de la Nue­va Economía de la Uni­ver­si­dad de Bel­gra­no.

Fuente: Per­fil.