La caña de azúcar podría acelerar la vacuna contra el Covid-19

Las vacunas basadas en ARNm obtienen respuestas más eficaces y no necesitan ser purificadas en el laboratorio, un proceso normalmente laborioso.

La vac­u­nación es uno de los pro­ced­imien­tos más exi­tosos en salud públi­ca para pre­venir las infec­ciones. La Orga­ni­zación Mundi­al de la Salud (OMS) esti­ma que des­de 2001 la vac­u­nación ha evi­ta­do 20 mil­lones de muertes, sólo en país­es sub­de­sar­rol­la­dos o en vías de desar­rol­lo.

Recien­te­mente se ha com­pro­ba­do que las vac­u­nas basadas en ARNm obtienen respues­tas más efi­caces y no nece­si­tan ser purifi­cadas en el lab­o­ra­to­rio, un pro­ce­so nor­mal­mente labo­rioso. Tam­bién tienen la ven­ta­ja de que una sola molécu­la de ARNm puede dar lugar a múlti­ples copias de la pro­teí­na y que el ARNm es más fácil, rápi­do y bara­to de pro­ducir en el lab­o­ra­to­rio que las pro­teí­nas. En defin­i­ti­va, se facili­ta la fab­ri­cación de la vac­u­na a gran escala.

Bajo este esce­nario, Amyris Inc., una empre­sa de biotec­nología sin­téti­ca líder en los mer­ca­dos de belleza y salud limpia anun­ció que ha fir­ma­do con el IDRI (Insti­tu­to de Inves­ti­gación de Enfer­medades Infec­ciosas) un acuer­do para impul­sar un pro­gra­ma para mejo­rar la tec­nología de vac­u­nas de ARNm (áci­do ribonu­cle­ico) que podrían ser de gran util­i­dad para neu­tralizar la pan­demia de COVID-19.

El pro­gra­ma com­bi­na la expe­ri­en­cia del IDRI en la lucha con­tra las enfer­medades infec­ciosas con la tec­nología de platafor­ma de fer­mentación de Amyris, con el obje­ti­vo de crear adyu­vantes semi­sin­téti­cos a base de escualeno a escala. Se espera que la platafor­ma de vac­u­nas de ARN de IDRI ofrez­ca ven­ta­jas difer­en­ci­adas sig­ni­fica­ti­vas sobre otras vac­u­nas de ARN actual­mente en desar­rol­lo y se mejo­rará aún más con un adyu­vante escal­able de Amyris.

Los adyu­vantes se agre­gan a las vac­u­nas como excip­i­ente para mejo­rar su efec­tivi­dad y gen­eral­mente se obtienen del escualeno de tiburón, un recur­so no sostenible y no escal­able. La tec­nología de fer­mentación de Amyris, que reem­plaza el escualeno deriva­do del tiburón por escualeno deriva­do de la caña de azú­car de menor cos­to, es capaz de brindar una may­or disponi­bil­i­dad y facil­i­tar el acce­so a los adyu­vantes por parte de gran parte de la población.

El escualeno de Amyris tiene como obje­ti­vo que sea fun­cional­mente idén­ti­co al escualeno de tiburón y se cer­ti­fi­cará como uno de los últi­mos pasos para su com­er­cial­ización.

«La com­bi­nación de la tec­nología de la platafor­ma de vac­u­nas de ARN líder de IDRI com­bi­na­da con el adyu­vante de ori­gen sostenible de Amyris tiene el poten­cial de lid­er­ar la efi­ca­cia de una solu­ción de vac­u­na COVID-19 y poten­cial­mente desem­peñar un papel impor­tante en otras solu­ciones de vac­u­nas para ayu­dar a mit­i­gar posi­bles pan­demias futuras», dijo el direc­tor ejec­u­ti­vo de IDRI, el Dr. Corey Casper. «Sin adyu­vantes, las vac­u­nas no son de máx­i­ma efi­ca­cia y la escasez de adyu­vantes exis­tentes basa­dos en tiburones podría resul­tar dev­as­ta­do­ra en el futuro, lo que sub­raya la impor­tan­cia de esta aso­ciación antic­i­pa­da».

«Nos com­place aso­cia­rnos con IDRI para com­bat­ir COVID-19 y ofre­cer un avance sig­ni­fica­ti­vo para la tec­nología de vac­u­nas en el futuro», dijo John Melo, Pres­i­dente y direc­tor ejec­u­ti­vo de Amyris.

«Creemos que la biología sin­téti­ca puede desem­peñar un papel impor­tante en la ampliación de vac­u­nas y ter­apias que sat­isfa­gan las necesi­dades de las cri­sis de salud glob­al. Hac­er que la quími­ca más rara del mun­do esté disponible y ase­quible ha sido el propósi­to de Amyris des­de su fun­dación en 2003», destacó.

«Poco después de su fun­dación, Amyris se aso­ció con la Fun­dación Bill y Melin­da Gates y creó una fuente de sum­in­istro alter­na­ti­va a través de la fer­mentación de artemisin­i­na, un tratamien­to de primera línea para la malar­ia que todavía es recomen­da­do por la Orga­ni­zación Mundi­al de la Salud», agregó Melo.

«Muchas orga­ni­za­ciones están tra­ba­jan­do hacia una solu­ción de vac­u­na COVID-19, con resul­ta­dos incier­tos. La expe­ri­en­cia del IDRI en vac­u­nas, com­bi­na­da con nues­tra platafor­ma líder de biología sin­téti­ca, pre­sen­ta una opor­tu­nidad real para ofre­cer la vac­u­na más escal­able y de may­or efi­ca­cia para COVID-19. Esta­mos enfo­ca­dos en una solu­ción de segun­da gen­eración que ten­ga un mejor rendimien­to y pue­da ofre­cer una platafor­ma sostenible de vac­u­nas para abor­dar futuras pan­demias. Esper­amos el primer sum­in­istro com­er­cial de nue­stro adyu­vante de vac­u­na líder para fines de este año y, asum­ien­do ensayos exi­tosos, podríamos ten­er una platafor­ma de vac­u­na exi­tosa el próx­i­mo año», con­cluyó el ejec­u­ti­vo.

Amyris e IDRI antic­i­pan la eje­cu­ción de un acuer­do inte­gral después del cual se rev­e­larán detalles adi­cionales del pro­gra­ma prop­uesto. Mien­tras tan­to, se sigue tra­ba­jan­do en el avance de la vac­u­na para garan­ti­zar un tiem­po de com­er­cial­ización acel­er­a­do.

Fuente: Bioe­conomía