La caña de azúcar como alimento para el ganado vacuno

La caña de azúcar (Saccharum officinarum) es una gramínea perenne tropical o subtropical que alcanza una altura de 4,5 a 6 mts o más, logrando el rendimiento más alto de las gramíneas.

Lle­ga a alcan­zar medias de 200 tn de mate­ria verde por hec­tárea en Méx­i­co y has­ta 450 tn por hec­tárea en Colom­bia, cor­ta­da a inter­va­l­os de 10–12 meses. Cuan­do el cul­ti­vo se des­ti­na a la pro­duc­ción de azú­car, deja dos sub­pro­duc­tos uti­liz­ables por los ani­males: la melaza y el baga­zo

La caña de azú­car es una muy bue­na alter­na­ti­va a la ali­mentación del gana­do vac­uno durante las épocas inver­nales o secas.

La caña de azú­car puede uti­lizarse de diver­sas for­mas para la ali­mentación ani­mal:

  • como for­ra­je en pie
  • picarse y agre­gar­le adi­tivos
  • ensi­larse
  • usar la melaza
  • usar el baga­zo como for­ra­je volu­mi­noso

El ensi­la­je, si bien es una alter­na­ti­va, resul­ta difí­cil de lograr por la gran can­ti­dad de azú­cares sim­ples que posee la plan­ta, esto puede provo­car fer­menta­ciones no deseables de tipo alco­hóli­cas. Estas fer­menta­ciones tam­bién se pro­ducen cuan­do se alma­ce­na la caña pic­a­da por tiem­po pro­lon­ga­do, sobre todo a la intem­perie; por lo cual es recomend­able picar y sum­in­is­trar lo más rápi­do posi­ble.

La caña de azú­car es, además, un for­ra­je de bajo cos­to rel­a­ti­vo debido a sus altos rendimien­tos por hec­tárea; y una gran alter­na­ti­va para las épocas donde los otros recur­sos for­ra­jeros escasean, gra­cias a su esta­bil­i­dad en la com­posi­ción nutri­cional con­forme avan­za el tiem­po.

Car­ac­terís­ti­cas nutri­cionales

El con­tenido de mate­ria seca de la caña de azú­car madu­ra es de aprox­i­mada­mente 30%.

A difer­en­cia de las gramíneas trop­i­cales, que reducen la digestibil­i­dad a medi­da que la pas­tu­ra madu­ra, en la caña de azú­car, la digestibil­i­dad total no dis­min­uye con la madurez, pudi­en­do inclu­so pre­sen­tar un pequeño aumen­to. Esto se debe a una acu­mu­lación de azú­cares fácil­mente fer­menteci­bles, que com­pen­san la dis­min­u­ción de la digestibil­i­dad pro­duci­da por el aumen­to en el con­tenido de lign­i­na.

Su con­tenido en pro­teí­na bru­ta es muy bajo con respec­to a otras gramíneas: menor al 4,5% de la MS total.

Al usar la caña como ali­men­to, es impor­tante ten­er pre­sente su bajo con­tenido de pro­teí­nas, debido a que los microor­gan­is­mos del rumen nece­si­tan com­puestos nitro­ge­na­dos para poder mul­ti­pli­carse y, de esa for­ma, lograr una mejor digestibil­i­dad total del ali­men­to. Es por esta razón, que el sum­in­istro a los ani­males nece­si­ta ser com­ple­men­ta­do con otras mate­rias pri­mas.

El por­centa­je de grasas (extrac­to etéreo) tam­bién es bajo: menor al 2%. A su vez, el alto con­tenido de hidratos de car­bono estruc­turales, como son la celu­losa y la hemicelu­losa, suma­do al alto por­centa­je de lign­i­na, hacen que la digestibil­i­dad total de la caña de azú­car no supere el 60%. Sin embar­go, como se com­pone de una can­ti­dad impor­tante de car­bo­hidratos sol­ubles, es decir, de fácil fer­mentación, el aporte total de Energía Metab­o­liz­able en rumi­antes es de aprox­i­mada­mente 2,1 Mcal sobre base seca.

Diver­sos inves­ti­gadores han estu­di­a­do la respues­ta de bovi­nos en eta­pa de crec­imien­to y ceba, ali­men­ta­dos con caña de azú­car y suple­men­ta­dos con otras mate­rias pri­mas como maíz y soja. Los resul­ta­dos en todos los casos fueron ganan­cias diarias de peso entre 500 y 900gr. Solo en aque­l­los tra­ba­jos que se suple­men­tó a la caña de azú­car úni­ca­mente con urea, las ganan­cias  de peso no alcan­zaron los 300gr por día.

En cuan­to a la pro­duc­ción de leche, se logró alcan­zar 9 litros ali­men­tan­do a los vac­unos con caña de azú­car fres­ca más 190gr de urea por ani­mal por día.

Tabla 1. Com­posi­ción nutri­cional de tres pre­senta­ciones de la caña de azú­car.

MS=materia seca; EM=energía metab­o­liz­able, TND=total de nutri­entes digestibles; FC=fibra cru­da; Ca=calcio; P=fósforo

For­mas de admin­is­tración

Cuan­do la caña de azú­car es sum­in­istra­da sin suple­men­tar con otros ingre­di­entes, la tasa de pasaje en el rumen se vuelve lenta y cae el con­sumo de ali­men­to, no pudi­en­do cubrir los requer­im­ien­tos de man­ten­imien­to del ani­mal. Por lo tan­to, el vac­uno perderá peso y esta­do gen­er­al.

  • Pic­a­do

Muchos pro­duc­tores sue­len ali­men­tar al gana­do con la caña entera, sin embar­go, debido a su corteza dura y fibrosa, se recomien­da el pic­a­do de la mis­ma.

Al picar la caña, mejo­ra la digestibil­i­dad de la fibra, exponien­do may­or super­fi­cie al ataque de las bac­te­rias rumi­nales.

Vale recor­dar que tan pron­to como la caña de azú­car se pica, empiezan a fer­men­tar los azú­cares y este pro­ce­so ejerce un efec­to neg­a­ti­vo sobre el con­sumo. Por lo tan­to, es impor­tante que los ani­males con­suman la caña pic­a­da lo más pron­to posi­ble.

Otro aspec­to a con­sid­er­ar, es el de aumen­tar la disponi­bil­i­dad de nitrógeno de la dieta para favore­cer la sín­te­sis de pro­teí­na micro­biana y la digestión de la fibra. Tam­bién se recomien­da el agre­ga­do de azufre a la dieta, cuan­do el mis­mo no es incor­po­ra­do por otros ele­men­tos tales como los DDGs (bur­lan­da) o el agua de bebi­da, ya que puede lle­gar a lim­i­tar el crec­imien­to de los microor­gan­is­mos. El aporte de éstos, favore­cerá­sus­tan­cial­mente el pro­ce­so diges­ti­vo en rumen, ele­vará el con­sumo y, por lo tan­to, mejo­rará el desem­peño de los ani­males.

Un detalle no menor es el de adap­tar a los ani­males cuan­do se les empieza a ofre­cer caña de azú­car.

El peri­o­do de adaptación debe durar entre 10 y 15 días, para dar­le sufi­ciente tiem­po al rumen de mod­i­ficar su flo­ra bac­te­ri­ana en fun­ción de la gran can­ti­dad de azú­cares sol­ubles que va a ingre­sar y, de esta for­ma, evi­tar gener­ar una aci­do­sis rumi­nal.

  • Sac­cha­ri­na rus­ti­ca

Es una for­ma de sum­in­istro común en Cuba, su admin­is­tración no que­da lim­i­ta­do a los rumi­antes sino que tam­bién puede ser aprovecha­da por aves y cer­dos, obte­nien­do muy buenos resul­ta­dos pro­duc­tivos.

Es el resul­ta­do de la fer­mentación de los tal­los de caña de la azú­car pic­a­dos y despro­vis­tos de las hojas. Durante este pro­ce­so se mejo­ra el aporte nutri­cional de la caña de azú­car, espe­cial­mente en su con­tenido pro­te­ico. La for­ma de obten­er­lo es medi­ante la adi­ción de 5 Kg de sales min­erales y 15 Kg de urea/ton de la caña libre de hojas y des­menuza­da, para final­mente ser seca­do a la intem­perie, has­ta lograr val­ores en mate­ria seca que per­mi­tan su alma­ce­namien­to.

La sac­cha­ri­na puede alcan­zar has­ta 14% de pro­teí­na bru­ta con un 90% de mate­ria seca.

  • Ensi­la­je de caña.

Es el resul­ta­do de la fer­mentación anaeróbi­ca de la plan­ta entera de caña pic­a­da fina­mente y alma­ce­na­da ráp­i­da­mente en silos. Se puede lograr has­ta 12% de pro­teí­na bru­ta cuan­do se incluye urea en el pro­ce­so (6 kg de urea/ton de caña pic­a­da).

El desar­rol­lo de levaduras con­vierten a los azú­cares en áci­dos orgáni­cos y alco­hol, dis­min­uyen­do su val­or nutri­ti­vo y, en menor medi­da, su palata­bil­i­dad. Para evi­tar­lo, es fun­da­men­tal el uso de adi­tivos.

Se recomien­da suple­men­tar el ensi­la­do con mate­rias pri­mas que aporten energía (gra­nos, sub­pro­duc­tos indus­tri­ales, etc.), así como con con­cen­tra­dos pro­te­icos (expeller de oleagi­nosas, semi­l­la de algo­dón, urea, etc.) y min­erales.

Sub­pro­duc­tos de la indus­tria azu­car­era

Los sub­pro­duc­tos de la indus­tria azu­car­era son la melaza y el baga­zo.

La melaza es un líqui­do den­so y oscuro, obtenido luego de la extrac­ción de la may­or parte de los azú­cares de la caña. El con­tenido en mate­ria seca oscila alrede­dor de un 75%.  No posee fibra y el por­centa­je de azú­cares sim­ples rep­re­sen­tan alrede­dor del 80% de su con­tenido en mate­ria seca. Como con­se­cuen­cia, es muy palat­able y su con­tenido energéti­co es apre­cia­ble en todas las especies.

Además, la melaza con­sti­tuye un buen aporte de min­erales como cal­cio, cloro y mag­ne­sio.

Habit­ual­mente se usa con los sigu­ientes fines:

  • Mejo­rar la palata­bil­i­dad las dietas
  • Reducir las pér­di­das por pol­vo
  • Como agente palat­able y aglom­er­ante en los blo­ques cor­rec­tores de los sis­temas ganaderos exten­sivos.

El baga­zo pre­sen­ta baja digestibil­i­dad por el alto con­tenido de lign­i­na (20%) y a su vez pre­sen­ta muy poco nitrógeno, lo que limi­ta su uti­lización. Exis­ten méto­dos físi­cos y quími­cos para mejo­rar el aprovechamien­to de la fibra, aunque ninguno de ellos es uti­liza­do de for­ma gen­er­al­iza­da por el momen­to.

Con­clusión

La caña de azú­car es un for­ra­je que, si bien no apor­ta grandes con­cen­tra­ciones de energía y pro­teí­na a la ración, per­mite su aprovechamien­to en momen­tos donde el resto de los recur­sos escasean. Esta cual­i­dad, suma­do a la capaci­dad de la plan­ta de con­ser­var la digestibil­i­dad aunque ya haya madu­ra­do, la con­vierte en un recur­so valioso para muchos pro­duc­tores de gana­do de leche y carne.

Fuente: Nutri­ción Ani­mal.