Hace unos días, el periódico italiano Il Sole 24 ore publicó el artículo “La guerra (perdida) del azúcar”, sobre la situación del sector. Según el artículo, se cultivan 32.000 ha de remolacha, concentradas entre Padua y Bolonia. De 19 fábricas de azúcar que había hace 12 años, quedan sólo dos, ambas gestionadas por la cooperativa Coprob. Cuenta con 7.000 cultivadores y 250 trabajadores en las dos plantas. Comercializa con la marca Italia Zuccheri. Y sin embargo, Italia es el tercer mayor consumidor de azúcar en Europa.
“Cuatro colosos, dos alemanes y dos franceses, controlan el 75% del mercado europeo – dice a Il Sole 24 Ore Stefano Dozio, gerente general de la cooperativa Coprob – y venden por debajo del costo. Una tonelada de azúcar llega a Italia desde el norte de Europa a 350–360 euros, incluidos los 50–60 euros necesarios para el transporte. Es evidente que con estos precios no podemos competir, a pesar de que nuestros socios han aceptado para este año una reducción de 10% en la remuneración”. Por ahora, Coprob intenta resistir: “Somos sólidos y bien capitalizados”, dice Dozio. Mientras tanto, en mayo, los tres sindicatos nacionales, han tenido que firmar la suspensión para 2018 de la prima de producción a los trabajadores.
El sector remolachero-azucarero de Italia tiene previsto denunciar ante la Comisión Europea la competencia desleal, así como sensibilizar al Parlamento Europeo sobre una la situación del sector. Paralelamente están trabajando en un Pacto del Azúcar para que, al menos, el 30% de los suministros deriven de un contrato de cadena italiana. Están intentando desarrollar contratos de cadena con la industria de la confitería, que utiliza las ¾ del azúcar comprado en Italia y que hoy en día se abastece principalmente en el extranjero, según publica el Boletín Exterior del MAPA.
Fuente: Agrodigital
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