En Córdoba se desarrolló el primer tractor “híbrido” del país

Es un proyecto de Pauny. El motor combina el uso de gasoil y electricidad.

Un desar­rol­lo de la fábri­ca de maquinar­ia agrí­co­la Pauny va camino a mar­car un hito en la indus­tria nacional.

Se tra­ta del primer trac­tor “híbri­do” del país: fun­cionará con un motor que com­bi­na gasoil y elec­t­ri­ci­dad para poder fun­cionar.

Según ade­lan­tó La Voz, la primera unidad, que será un mod­e­lo artic­u­la­do de alta poten­cia (entre 310 y 350 cabal­los de fuerza), se comen­zaría a pro­bar en agos­to próx­i­mo, pre­vio a la siem­bra grue­sa.

El inno­vador proyec­to se real­iza en una alian­za jun­to al grupo ruso Rusel­prom, que se ded­i­ca a la fab­ri­cación de motores y gen­er­adores eléc­tri­cos.

Car­ac­terís­ti­cas

A grandes ras­gos, el nue­vo trac­tor fun­cionará de la sigu­iente man­era: el motor diésel, de mar­ca Cum­mins, que equipa a los mod­e­los 710 y 780 de la mar­ca, hará fun­cionar un gen­er­ador eléc­tri­co que a su vez abaste­cerá al motor eléc­tri­co.

“Si el trac­tor requiere poten­cia, el motor eléc­tri­co le avisa al gen­er­ador que nece­si­ta más elec­t­ri­ci­dad. A su vez, el gen­er­ador le pide al diésel may­or veloci­dad porque nece­si­ta más cor­ri­ente”, pre­cisó el ger­ente de Plan­ta de Pauny, Eduar­do Bar­bi­eri.

El impul­sor está equipa­do con una caja de trans­fer­en­cia y de reduc­ción con sal­i­da hacia el tren delantero y el trasero, lo que le per­mi­tirá al trac­tor tra­ba­jar a veloci­dades de entre 0,5 kilómet­ros y 36 kilómet­ros por hora.

Más allá de tratarse de un vehícu­lo cuyo desem­peño en el cam­po será más ami­ga­ble con el ambi­ente, des­de el pun­to de vista de emi­siones, tam­bién ten­drá un ben­efi­cio económi­co. Sus real­izadores esti­man que el ahor­ro de com­bustible (gasoil) podría ser de entre 15 y 20 por cien­to. Es decir, un trac­tor que con­sume 60 litros de gasoil por hora gas­taría 50 litros con el nue­vo impul­sor.

En cuan­to a su pre­cio de ven­ta, el obje­ti­vo de sus fab­ri­cantes será que sea los más com­pet­i­ti­vo posi­ble. La difer­en­cia, en prin­ci­pio, sería entre 25 y 30 por cien­to más caro que con un trac­tor con­ven­cional.

Fuente: AgroVoz.