Agricultura, Fabricación, Biología, Co-productos y Gerenciamiento fueron los cinco ejes sobre los que versaron las cerca de 100 ponencias que los expertos desarrollaron en el día 2 del evento global sucroalcoholero más importante.
Nuevamente el salón principal fue el punto de encuentro de todos, cuando a las 11 de la mañana dio inicio la segunda sesión de conferencias plenarias. Bernard Schroeder (Australia), Nigel P. Minton (Reino Unido) y Ricardo Abe (Brasil) cautivaron al auditorio con sus exposiciones sobre “Producción de caña de azúcar y medioambiente”.
Ricardo Abe, Gte. de Ingeniería de producto de Nissan Brasil, nos contó que esta es la primera vez que visita esta región de Argentina y se lleva una grata sorpresa por la calidez de la gente y la excelente organización de este Congreso.
Consultado respecto de su participación en la ponencia plenaria, explicó: “la celda SOFC de combustible (solid oxide fuel cell) es una oportunidad para el reemplazo de los motores de combustión interna, por vehículos eléctricos que utilizan el etanol como fuente de hidrógeno.
Actualmente hay 4 fuentes para cargar baterías de un auto eléctrico: una es 100% eléctrica, otra es híbrida y una tercera es la celda de combustible convencional de hidrógeno. Nissan desarrolló una cuarta propuesta (SOFC) que utiliza dos celdas. La primera extrae el hidrógeno de la molécula de etanol, liberando dióxido de carbono y agua, y la segunda aprovecha este hidrógeno para producir energía que luego se utiliza para traccionar el vehículo y abastecerlo de todos los servicios eléctricos que el mismo requiere.
“Hay países muy grandes en los que no hay una infraestructura ni tecnología que permita una carga de red eléctrica, en cambio esta solución permitiría cargar bioetanol como combustible del cual se genera la electricidad que el vehículo necesita.”
Cabe destacar que la eficiencia eléctrica que proporciona esta alternativa es muy elevada, ya que permite una autonomía similar a la de los coches de gasolina (más de 600 km) con un consumo de solo 30 litros de Bioetanol.
Pero lo más importante tiene que ver con el impacto medioambiental: con este nuevo sistema, las emisiones de CO2 se neutralizan desde el proceso de crecimiento de la caña de azúcar que luego se transforma en biocombustible. Con ello, se consigue un “ciclo neutro de carbono”, ya que casi no se produce ningún incremento de las emisiones de CO2.
La celda de combustible de bioetanol busca materializar este novedoso concepto, que promueve una mayor eficiencia y electrificación de los vehículos y el placer de la conducción, junto con los vehículos eléctricos con batería que ya se comercializan.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.