El combustible apagó “el incendio” y los residuos generarán energía

El ini­cio de la zafra azu­car­era despier­ta inqui­etud por los pre­cios plan­cha­dos del etanol. Intere­sante plan en mar­cha que solu­ciona, con agre­ga­do de val­or, la prob­lemáti­ca de las vinazas.

Emil­iano Huer­go — Espe­cial para Clarín Rur­al

Se largó la zafra de caña de azú­car en el norte argenti­no. Nue­va­mente el primer inge­nio en pon­erse en mar­cha fue La Flori­da, propiedad de la Com­pañía Azu­car­era Los Bal­canes.

Sobre un pequeño atril ubi­ca­do al frente del públi­co, el pár­ro­co de la comu­na dió la tradi­cional misa de ini­cio de zafra. Detrás del Padre Javier Paz, vola­ban las chis­pas de sol­dado­ras ubi­cadas sobre una gigan­tesca estruc­tura de acero. A la izquier­da, sobre la calle, una doce­na de camiones hacían cola para car­gar bioetanol en la mod­er­na plan­ta de deshidrat­ación con­stru­i­da tres años atrás.

Ter­mi­na­da la misa, fue el turno de las pal­abras del pres­i­dente de Com­pañía Azu­car­era Los Bal­canes, el empre­sario Jorge Roc­chia Fer­ro. Luego del agradec­imien­to a los pre­sentes, giró su cabeza hacía su derecha y con una mira­da que refle­ja­ba orgul­lo, señaló la estruc­tura de donde seguían saltan­do chis­pas. Anun­cia­ba que esa obra era la segun­da eta­pa del proyec­to de “Vinaza Cero”que con­ver­tirá a la Flori­da en la primera des­til­ería de etanol de caña de azú­car libre de eflu­entes.

La vinaza es un eflu­ente que se gen­era en la des­til­ería, de difí­cil dis­posi­ción debido a su ele­va­da car­ga orgáni­ca. Se gen­er­an entre 10 y 14 litros por cada litro de alco­hol elab­o­ra­do. En otras partes del mun­do, la vinaza se devuelve al cam­po en for­ma de riego ya que apor­ta pota­sio y mate­ria orgáni­ca al sue­lo, pero los cam­pos tucumanos sue­len super­ar los límites recomend­ables de este min­er­al. La cor­rec­ta gestión de vinaza es un tema sen­si­ble y del­i­ca­do, que ha ido cobran­do mucha impor­tan­cia al ir incre­men­tán­dose la pro­duc­ción de bioetanol.

El proyec­to “Vinaza Cero” con­ver­tirá todo el eflu­ente gen­er­a­do en el pro­ce­so de elab­o­ración de bioetanol en energía eléc­tri­ca que será vol­ca­da a la red nacional admin­istra­da por la Com­pañía Admin­istrado­ra del Mer­ca­do May­orista Eléc­tri­co (Camme­sa). Los 19 MW que han sido adju­di­ca­dos en el Pro­gra­ma Ren­o­Var. 2.0 ten­drán una tar­i­fa de 106.73 U$S/Mwh.

La solu­ción viene de la mano de la aso­ciación entre Los Bal­canes y la fir­ma Gen­neia, una empre­sa espe­cial­iza­da en la pro­visión de solu­ciones energéti­cas sus­tenta­bles y prin­ci­pal inver­sor en proyec­tos de energías ren­ov­ables en el país. Explota el Par­que Eóli­co más grande del país, ubi­ca­do en Raw­son, Chubut y aca­ba de fir­mar un acuer­do con Loma Negra para proveer­le de elec­t­ri­ci­dad ren­ov­able.

El pro­ce­so

El Plam Vinaza Cero impli­ca un pro­ce­so que con­s­ta de dos eta­pas. La primera es la preparación de la vinaza para ser uti­liza­da como com­bustible. Bási­ca­mente con­siste en lle­var­la del 5% de con­tenidos de sóli­dos que posee al salir de la des­til­ería al 25%. Para ello, Los Bal­canes lle­va inver­tidos U$S 12 mil­lones en equipos de evap­o­ración.

La otra eta­pa, para la cual Gen­neia inver­tirá U$S 60 mil­lones, será la com­bustión de la vinaza con­cen­tra­da, mez­cla­da con baga­zo ‑bio­masa resid­ual del pro­ce­so de molien­da de caña- en una nove­dosa caldera de tec­nología hindú, dis­eña­da especí­fi­ca­mente para este fin. El vapor gen­er­a­do en la caldera será el que ali­men­ta­rá el tur­bo­gen­er­ador para vol­car la energía a la red.

Con­cen­trador de Viinaza, cuan­do iba camino a Los Bal­canes

Hace ape­nas tres años, el sec­tor sucro-alco­holero atrav­es­a­ba una de sus más sev­eras cri­sis. Las exporta­ciones se habían fre­na­do y el mer­ca­do inter­no se encon­tra­ba total­mente sat­u­ra­do de azú­car. El pre­cio de la bol­sa esta­ba muy deprim­i­do, afectan­do tan­to a grandes como chicos, a indus­tri­ales como agricul­tores. El sec­tor pedía más par­tic­i­pación de alco­hol en las mez­clas de naf­ta.

Final­mente sucedió. En uno de sus primeros actos de Gob­ier­no, el pres­i­dente Macri, anun­ció el aumen­to de bioetanol en las mez­clas con la naf­ta, pasan­do del 10% al 12, con exclu­sivi­dad para el alco­hol de caña.

Vaya parado­ja, el com­bustible apagó el incen­dio. El pre­cio del azú­car se duplicó al poco tiem­po y el sec­tor fue salien­do de la cri­sis. Los indus­tri­ales respondieron con inver­siones, tres nuevos gru­pos económi­cos se ano­taron para entrar al pro­gra­ma de bio­com­bustibles, debi­en­do ten­er que con­stru­ir sus refin­erías, hoy dos de ellas inau­gu­radas recien­te­mente; la restante entrará en fun­ciones breve­mente. Otros han mod­ern­iza­do sus plan­tas o expandi­do su capaci­dad.

Pero no todo lo que bril­la es oro. En noviem­bre llegó el bom­bazo de una bru­tal reba­ja del pre­cio del 30%, que luego se hizo efec­ti­va en un 15%. Para abril el pre­cio se aco­modó un poco más, aunque sigue un 5% por deba­jo del de noviem­bre. Mien­tras el Min­is­te­rio de Energía estu­dia los cos­tos de pro­duc­ción para estable­cer una fór­mu­la que reg­ule los pre­cios, la sem­ana pasa­da el sec­tor cer­ró par­i­tarias sin paros por primera vez en años. los números pro­duc­tivos de este sec­tor pujante suman 21 inge­nios, 12 plan­tas de elab­o­ración de bioetanol, 50.000 empleos direc­tos y más de 5.000 establec­imien­tos de pro­duc­ción de caña. Así se con­for­ma el sec­tor sucroal­co­holero del NOA, que este año gener­ará en las tres provin­cias más de US$ 1.300 mil­lones de dólares en azú­car y alco­hol, más el “efec­to difusión” sobre toda la economía y la sociedad del NOA. Hace solo tres años los inge­nios esta­ban vien­do cómo sub­si­s­tir, y aho­ra con­vierten eflu­entes en energía. Que nadie lo amar­gue.

Fuente: Clar­in