Cuando en un ingenio azucarero se concreta la primera etapa preparatoria de la zafra, consistente en el desarme, limpieza concentración y diagnóstico de los equipos fabriles que intervendrán en la próxima campaña, todo parece estar patas arriba, algunas áreas como el basculador y tandem semejan partes dañadas de blindados tras una escaramuza.
Esas y otras partes de la fábrica son lavadas a fondo, la suciedad junto a los azúcares atascados en los entresijos de la maquinaria hacen que el visitante muestre perplejidad.
¿Cómo se vuelve a armar todo este sistema generador del azúcar necesario para la alimentación y el fortalecimiento de la economía? parece ser la pregunta implícita que muchos se formulan mentalmente.
Quienes siguen ce cerca el acontecer azucarero saben que esa suerte de desmantelamiento total es llama Norma técnica 52, denominada así por los obreros y técnicos de la industria dulce cubana, acción imprescindible para dar paso a la fase siguiente: reparación de equipos agrícolas, fabriles, de transporte y carga para comenzar una nueva zafra.
En el central Arquímides Colina, de Mabay en el municipio de Bayamo, y en otros ingenios este año la Norma técnica 52 tiene características diferentes a anteriores campañas, pues las fábricas de Granma solo pudieron moler caña durante 42 días efectivos, debido a los adversos factores climatológicos incidentes en la pasada contienda.
Por tanto no se hace necesario un examen completo en todas las áreas y con la norma terminada a inicios de julio en curso los mabayceros, como el resto de sus camaradas de los cinco ingenios de Granma se entregan de lleno a las reparaciones para comenzar la nueva zafra en noviembre con renovados bríos y compromisos.
José Marín García, director de esa unidad empresarial de base afirma que ya hay equipos listos para la zafra, “para ello trabajamos todas las horas extras necesarias incluidos los sábados y domingos;los cuadros intermedios, sindicales y principales de la industria, estamos velando para que la organización y la disciplina nos aporten mejores reparaciones.
Con respecto a los recursos el directivo del central ubicado en el poblado de Mabay, afirma que aun cuando la dirección del grupo azucarero Azcuba no pueda situar en el central los recursos que esperan, habrá otros que deberán autogestionar, “pero se hará una buena reparación”, vaticina.
Ya allí trabajan en todo el ingenio, es específico en un inmenso tanque de agua, labor muy necesaria, y en el conducto de gases de las calderas con brigadas Empresa de Servicios Técnicos Industriales de Zeti y de la propia industria.
De modo concienzudo los azucareros de Mabay se esfuerzan por revertir los resultados de la zafra precedente cuando no cumplieron sus compromisos de azúcar crudo y refino y también para estar listos lo más pronto posible, pues presumiblemente ellos o sus colegas del central Enidio Díaz Machado, en la costa granmense, serán los primeros en iniciar las operaciones de zafra en las jornadas iniciales de noviembre próximo
Por su parte Alexis González Domínguez, director general de la Empresa azucarera Granma, afirma que este año no hay muchas inversiones, solo se concentran en terminar el transbordador en la unidad empresarial de base central azucarero Bartolomé Masó y los tanques de agua en el Arquímedes Colina, de Bayamo y el Enidio Díaz, de Campechuela, respectivamente.
Explicó que se realizarán labores de mejoras en los caminos cañeros con la incorporación de brigadas dotadas del equipamiento que contribuirá a este propósito.
El Director general de la Empresa azucarera Granma dijo que los agroindustriales locales se empeñan en dar todo de sí con el objetivo de adelantar para noviembre el inicio de la cosecha 2018–2019 reducir roturas, aprovechar los considerables volúmenes de caña quedada y la eficiencia cada jornada.
Fuente: La Demajagua.
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