Encuentro entre Bolsonaro y Trump incluirá debate de corte de tarifas, dicen negociadores brasileños; el libre comercio sería un objetivo a largo plazo.
Los presidentes Jair Bolsonaro y Donald Trump deben indicar, en la declaración conjunta que harán tras el encuentro en la Casa Blanca el próximo día 18, que los dos países seguirán un camino hacia el libre comercio. Esto no significa el compromiso de comenzar a diseñar, ahora, negociaciones de un acuerdo de libre comercio entre los dos países. La idea es avanzar en acuerdos sectoriales de facilitación de comercio y convergencia regulatoria, en puntos en que no haya limitación por las reglas internacionales ni por el Mercosur.
Los negociadores brasileños explican que en la visita presidencial de marzo el objetivo es anunciar lo que es posible a corto plazo. El trabajo por un “libre comercio” quedará como horizonte a ser perseguido.
Además, la buena voluntad y el entusiasmo entre los gobiernos de Donald Trump y Jair Bolsonaro, demostrado en las recientes visitas de altas autoridades de Estados Unidos a Brasil, aún no ha destrabado cuestiones puntuales y pleitos pendientes en el área agropecuaria de los dos países.
Estados Unidos piden una reevaluación de la cuota de importación de etanol impuesta por Brasil como medida de protección y estímulo al mercado interno. Las importaciones de etanol sin arancel se limitan hoy a 150 millones de litros por trimestre. Para las importaciones por encima del valor estipulado por la Cámara de Comercio Exterior (Camex), existe la incidencia de tasa del 20%.
El tema es considerado sensible en Brasil y, para autoridades brasileñas, exige coordinación y conversaciones con el sector productivo. Por eso, los negociadores brasileños no prometieron a los estadounidenses una solución sobre el tema antes de la visita de Bolsonaro a Trump.
Los estadounidenses afirman que la tarifa no es una buena señalización dentro del camino para un libre comercio entre los países.
Los Estados Unidos también buscan la apertura del mercado brasileño para la exportación de carne porcina, lo que depende de negociaciones fitosanitarias consideradas más simples por los equipos de los dos países que la demanda relacionada al etanol.
En el otro lado, Brasil intenta reabrir en Estados Unidos el mercado para exportación de carne bovina in natura. Los estadounidenses aumentaron las pruebas de calidad sobre la carne fresca importada de Brasil después de la Operación Carne Baja. Tres meses después de la repercusión internacional de la operación, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos anunció la medida tras pruebas de calidad de la carne brasileña que entra en el país reprobando la cantidad de abscesos presentes en la carne bovina.
En la ocasión, los productores brasileños informaron que una reacción a la vacuna contra la fiebre aftosa habría causado el problema. Desde entonces, Brasil entró en una larga negociación y sometió a Estados Unidos una serie de formularios elaborados por el equipo estadounidense para certificar la calidad de la carne bovina fresca. Las autoridades del gobierno brasileño trabajan actualmente para programar una misión de los estadounidenses a Brasil, último paso para reabrir el mercado.
A pesar de ser un mercado relativamente nuevo al país, y de Estados Unidos no son los grandes importadores del producto, la venta a los estadounidenses es vista como importante referencia para las operaciones internacionales.
Libre comercio y Mercosur
Estados Unidos no esconde en las negociaciones con los brasileños que tienen otras prioridades en este momento en la negociación comercial, como la búsqueda de un acuerdo con la Unión Europa y China, pero Brasil apuesta por la coyuntura favorable en los dos gobiernos para hacer la agenda avanzar en las cuestiones comerciales .
Según las fuentes que participan en las negociaciones para la visita, la declaración conjunta de los dos presidentes tendrá tres pilares: la consagración de los valores comunes, el anuncio de medidas concretas ‑como el acuerdo de salvaguardas tecnológicas, y la indicación de un camino a ser perseguido en la relación Brasil-EEUU, en el que entra la búsqueda por el libre comercio.
La eventual negociación de un acuerdo de libre comercio, con eliminación de aranceles, con EEUU choca con el Mercosur. Para avanzar, Brasil necesitaría negociar el acuerdo en bloque o negociar una excepción para tratar directamente con Estados Unidos.
“Argentina, Paraguay, Uruguay ya querían negociar acuerdos solos. “Eso es una cosa que podrá ser revisada dentro del Mercosur ese año si queremos negociar solos con Estados Unidos o cualquier otro mercado”, afirmó Renata Amaral, directora de comercio internacional de la BMJ consultores, en debate sobre la relación entre los dos países en el think tank Atlantic Council, en Washington.
Mientras tanto, los países trabajaron en acuerdos puntuales. Uno de ellos, que se anunciará en la visita, es una facilitación para las empresas que importan y exportan a gran escala y frecuencia. Tanto en Brasil como en los Estados Unidos, estas empresas se registran para disminuir las burocracias exigidas en las operaciones de importación y exportación.
En los Estados Unidos, el registro es llamado “Trusted Traders”, negociadores confiables, en traducción libre. El acuerdo diseñado por Brasil y EEUU tiene por objeto establecer el reconocimiento recíproco entre los países de las empresas registradas en este sistema. La previsión con el acuerdo es hacer que el reconocimiento por un país como “empresario confiable” sea adoptado también en el otro, y reduzca la burocracia.
El Estado de São Paulo.
Fuente: CanaOnLine.
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