Biofertilización: Una práctica clave para aumentar el rendimiento de la caña de azúcar

Desde la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, el tema de la fertilización constituye un factor muy importante. En esta oportunidad, el ingeniero Luis Alonso brinda una serie de recomendaciones para realizar un correcto manejo de esta práctica.

Apor­tar nutri­entes extra al cul­ti­vo es fun­da­men­tal para que éstos alcan­cen su máx­i­mo poten­cial. Tenien­do en cuen­ta que nos encon­tramos en el momen­to ade­cua­do para realizar las apli­ca­ciones en caña de azú­car, Sue­na a Cam­po con­ver­só con el inge­niero Luis Alon­so, de la Estación Exper­i­men­tal Agroin­dus­tri­al Obis­po Colom­bres, quien brindó recomen­da­ciones para realizar esta prác­ti­ca.

En primer lugar el téc­ni­co advir­tió que el momen­to opor­tuno para fer­tilizar es des­de el mes de octubre has­ta medi­a­dos de noviem­bre. “Lo ide­al es empezar por los sóli­dos y pros­eguir con la apli­cación de los biofer­til­izantes. La fer­til­ización en caña es muy impor­tante para los pro­duc­tores, ya que se con­sti­tuye como una her­ramien­ta económi­ca­mente rentable que ayu­da a obten­er may­ores resul­ta­dos en el sis­tema pro­duc­ti­vo”, explicó.

En cuan­to a los pro­duc­tos que se uti­lizan la Urea con­tinúa sien­do uno de los prin­ci­pales. Las dosis varían de los 3 a 4 kilos por sur­co, intro­ducién­dola des­de 10 a 15 cm.

Otro fer­til­izante que la EEAOC recomien­da es el Nitra­to de Amo­nio Cal­cáreo, que cuen­ta con la ven­ta­ja de que puede ser apli­ca­do en super­fi­cies debido a su baja volatil­i­dad. Esto per­mite reducir los cos­tos de apli­cación y realizar el pro­ced­imien­to en un lap­so de tiem­po menor al de la Urea.

La apli­cación de estos biofer­til­izantes se debe realizar ideal­mente durante las primeras horas de la mañana, para evi­tar pér­di­das por evap­o­ración. En caso de altas tem­per­at­uras, se recomien­da uti­lizar may­ores can­ti­dades de agua que de cos­tum­bre incor­po­ran­do des­de 100 a 120 L por hec­tárea.

Los ben­efi­cios de estos biofer­til­izantes son muchos. Uno de sus aspec­tos más impor­tantes tiene que ver con que son pro­duc­tos más económi­cos que los fer­til­izantes sin­téti­cos. Además, los mis­mos favore­cen a la pro­duc­ción de cul­tivos sus­tenta­bles.

“La EEAOC recomien­da reducir a un 50% el uso de los fer­til­izantes sin­téti­cos, reem­plazan­do­los a través de una apli­cación de 10 L de estos biofer­til­izantes” comen­tó Alon­so, y agregó que “reducir el uso de pro­duc­tos sin­téti­cos ayu­da a dis­minuir la emisión de gas­es”.

Según las últi­mas estadís­ti­cas, sólo un 25% de los lotes cul­ti­va­dos con caña de azú­car obtu­vo un tratamien­to de fer­til­ización. A par­tir de estos resul­ta­dos, uno de los obje­tivos prin­ci­pales de la EEAOC es lograr que la super­fi­cie trata­da aumente pau­lati­na­mente, ya que los ben­efi­cios de la incor­po­ración de nutri­entes, reper­cute en la sus­tentabil­i­dad del sis­tema pro­duc­ti­vo.

Fuente: Sue­na a Cam­po.