Su ingesta anual es de 365.000 toneladas;la base de la pirámide es el principal mercado
Pese a que su ingesta en exceso está desaconsejada por cuestiones de salud, el gusto de los argentinos por lo dulce sigue impulsando el uso del azúcar fraccionada: según datos de la consultora Kantar Worldpanel, el consumo per cápita en hogares argentinos, en 2017, fue de 8,5 kilos, lo que equivale a 365.000 toneladas. El volumen, se aclara, es similar al consumido en 2016.
En tanto, de acuerdo con el último informe bienal, expedido en 2016, por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), la producción mundial de 2016–17 fue de aproximadamente 169 millones de toneladas métricas, una cifra revisada a la baja en un 7,2 millones de toneladas métricas. Asimismo, el consumo mundial de azúcar se pronostica en un registro de 174 millones de toneladas métricas (valor crudo).
El mercado del azúcar fraccionado está muy atomizado en el interior del país, donde abundan decenas de marcas, como San Carlos, Tucumán y El Marqués, entre otras. Pero en la Capital Federal y Gran Buenos Aires las marcas más representativas son Ledesma, Chango y Dominó, con precios que oscilan entre los $25 y $28 por kilo.
El azúcar forma parte de importantes intercambios comerciales. Brasil es el primer exportador mundial con 8,7 millones de toneladas. Australia (4,5 millones) ocupa el segundo lugar en este ranking, seguido por Cuba (2,6 millones) y Tailandia (2,4 millones). En tanto, Rusia se mantiene como el primer importador mundial con 4 millones de toneladas, seguido por China (2 millones) y por Estados Unidos (2 millones).
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