El cierre de la fábrica Azucarera de Salamanca en 2002 hizo que disminuyera el cultivo en la provincia. Ahora recibe otro puyazo por la propuesta de rebaja del precio
La propuesta de Azucarera de rebajar el precio de la remolacha a partir de la próxima campaña en la zona norte hasta los 32 euros por tonelada supone que un agricultor ingresará 10 euros menos por esa misma cantidad de producción que en la campaña 2006–2007. También implicará producir por debajo de costes, algo que los agricultores no están dispuestos a asumir. De hecho, la organización agraria ASAJA augura que en la próxima campaña se sembrarán un 25% menos de hectáreas de remolacha que en lo actual y UCCL se atreve a asegurar que echar a los remolacheros es precisamente el objetivo que busca British Sugar anunciando esta medida provocadora cuando falta sólo un año para que termine la vigencia del Acuerdo Marco Interprofesional ‑AMI-.
Ahora mismo la compañía se enfrenta después del anuncio a la amenaza de protestas de los agricultores para evitar esta reducción de precio que les llevaría a cobrar en torno a 26 euros la tonelada; a la advertencia de la Junta de Castilla y León, que a través de la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, le ha recordado a British Sugar los 22 millones de euros de ayudas públicas y ese acuerdo que firmó con el sector, que le obliga a mantener los precios. COAG por su parte ya ha anunciado que acudirá al Tribunal de Competencia para denunciar esta ruptura unilateral del acuerdo, pero los agricultores temen que cuando se pronuncie ya no exista sector en la Comunidad.
De hecho, los remolacheros saben lo que es ir de más a menos y comprobar cómo desaparece el cultivo. En 2004, después de que el sector superara ya una reforma en el 2001 que supuso la reducción de 120.000 toneladas de azúcar en cinco años y el cierre de la fábrica que Azucarera tenía en Salamanca, se cultivaban en esta provincia 5.500 hectáreas de remolacha. Vivían de este cultivo 90 pueblos de la provincia, especialmente Palaciosrubios, y suponía el 15% de la producción vegetal final de la provincia. Con un rendimiento de 80 toneladas por hectárea de remolacha se estimaba que el agricultor obtenía 600 euros de ganancia.
Con la fábrica de Azucarera de Salamanca abierta era impresionante el tráfico de camiones con remolacha que se acumulaban a las puertas de la factoría ubicada en Carbajosa de la Sagrada, como muestra la imagen que ilustra este artículo de 1997. La existencia de una fábrica en Salamanca era clave para mantener el cultivo en la provincia y con su cierre ‑molturó por última vez en 2001–2002- empezó la caída de hectáreas.
Ahor en Salamanca sólo se cultivan en torno a 1.800 hectáreas de remolacha y, de media, para alcanzar un beneficio como el obtenido en 2004, los agricultores estiman que necesitan una producción de al menos 100 toneladas por hectárea.
De los 926 remolacheros beneficiarios de las ayudas de la Política Agraria Común ‑PAC- que había en 2006, se pasó en 2008 a 489, una cifra que se ha reducido aún más en los últimos años y este nuevo golpe hace ponerse a los remolacheros en lo peor. El cultivo ha pasado de ser estratégico en Castilla y León a ser uno más, pero más esclavo que el resto, y en riesgo de desaparición.
Con la vista atrás, son claves para entender la situación actual la reforma de 2001 que acabó con la desaparición de la fábrica de Salamanca, situada en Carbajosa de la Sagrada, junto al centro comercial, y que molió por última vez en la campaña 2001–2002.
En 2005 la reforma del azúcar supuso un cambio en el sistema de ayuda y la reducción de producción. También fue decisivo el cambio de manos del negocio: las cajas no pudieron comprar el negocio azucarero a Ebro Puleva a través del Grupo Madrigal y fue a manos de la inglesa Associated British Food, propietaria de British Sugar, en abril de 2009. Luego el fin de cuotas en 2017 hizo caer el precio del azúcar.
Fuente: La Gaceta de Salamanca.
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