El consumo de combustibles crece un 3,5% y el etanol alcanza nuevo récord

Los datos publicados por la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP) y compilados por la Unión de la Industria de la Caña de Azúcar (UNICA) indican que el consumo de combustible de la flota de vehículos ligeros, en gasolina equivalente, alcanzó 4.53 mil millones de litros en julio.

Este vol­u­men rep­re­sen­ta el val­or men­su­al más alto reg­istra­do en 2019 y un crec­imien­to del 9,92% en com­para­ción con el mis­mo perío­do del año pasa­do.

De enero a fines de julio de 2019, las ven­tas de com­bustibles livianos en el mer­ca­do inter­no alcan­zaron los 30.550 mil­lones de litros de gasoli­na equiv­a­lente, reg­is­tran­do un crec­imien­to del 3,5% en com­para­ción con el mis­mo perío­do de 2018.

Con respec­to a la deman­da de etanol hidrata­do en julio de este año, el vol­u­men con­sum­i­do alcanzó 1,86 mil mil­lones de litros, reg­is­tran­do un notable crec­imien­to de 15.8% en com­para­ción con julio de 2018 y 7.80% en relación con la can­ti­dad nego­ci­a­da en el mes. ante­ri­or Es de destacar que este vol­u­men es el val­or más alto señal­a­do para julio en la serie históri­ca ini­ci­a­da en 2000.

En lo que va del año, el resul­ta­do es aún más sig­ni­fica­ti­vo, ya que el vol­u­men de com­bustible ren­ov­able com­er­cial­iza­do asciende a 12.620 mil­lones de litros, un 30,2% más que en el mis­mo perío­do de 2018. Este crec­imien­to tam­bién se refle­ja pos­i­ti­va­mente en la pro­por­ción de bio­com­bustibles en la matriz. de los com­bustibles de ciclo Otto (flota de pasajeros y car­ga lig­era) que alcan­zaron 48.0% en el mes actu­al.

La com­er­cial­ización de gasoli­na C por parte de los dis­tribuidores en julio total­izó 3.220 mil­lones de litros, un aumen­to del 7,7% con respec­to al mis­mo perío­do del año pasa­do, cuan­do era de 2.990 mil­lones de litros.

“El aumen­to en la par­tic­i­pación de etanol, que alcan­za el 48% del ciclo de Otto, es extremada­mente pos­i­ti­vo para el país, ya que rep­re­sen­ta menos con­t­a­m­i­nación en las ciu­dades, menor gas­to en salud públi­ca y creación de empleo e ingre­sos en el cam­po. El bio­com­bustible de caña de azú­car reduce las emi­siones de gas­es de efec­to inver­nadero (GEI) en un 90% en com­para­ción con la gasoli­na y será una for­ma efi­ciente de cumplir los obje­tivos de Ren­ov­aBio y, en con­se­cuen­cia, el Acuer­do de París “, expli­ca Anto­nio por Pad­ua Rodrigues, direc­tor téc­ni­co de UNICA.

Fuente: UNICA.