Cuba | Azúcar, fundamentos del programa de bioelétricas

La obtención de energía a partir de la caña de azúcar es hoy una de las prioridades de esta agroindustria en muchas partes del mundo,incluida Cuba, donde constituye un programa estratégico.

En esta isla el cul­ti­vo de esa plan­ta con­tribuye a la seguri­dad ali­men­ta­ria y a la exportación de sac­arosa, alco­hol y otros rubros de cor­to ciclo de cobro, así como a la susti­tu­ción de importa­ciones de com­bustible fósil, ali­men­to ani­mal y bio­pro­duc­tos.

De acuer­do con la direc­to­ra de Gen­eración Eléc­tri­ca del Grupo Azu­carero Azcu­ba, Bár­bara Hernán­dez, las bases para el desar­rol­lo del pro­gra­ma la rep­re­sen­tan 934 mil hec­táreas de fon­do de tier­ra para la caña y, 56 cen­trales dis­tribui­dos de ori­ente a occi­dente de la isla.

Estas fábri­c­as tienen capaci­dad de autoabaste­cer de elec­t­ri­ci­dad el pro­ce­so fab­ril a par­tir de la cogen­eración y vender exce­dentes a la Unión Eléc­tri­ca, así como su cap­i­tal humano de alta exper­ti­cia y cal­i­fi­cación.

En un reciente even­to sobre diver­si­fi­cación en el sec­tor, la ejec­u­ti­va tam­bién sig­nifi­ca­ba que el enca­de­namien­to de los proyec­tos de fuentes ren­ov­ables de energía y de efi­cien­cia energéti­ca con la indus­tria nacional ase­gu­ran su rean­i­mación.

CAÑA, BIOMASA FUERA DE SERIE

Según Hernán­dez, la caña de azú­car, piv­ote de la agroin­dus­tria, es una de las plan­tas de may­or índice de con­ver­sión de la energía solar en bio­masa (siete veces supe­ri­or a cualquier otro veg­e­tal) , lo cual le ha vali­do cal­i­fi­car­la de ‘pozo verde de petróleo’.

Se tra­ta de la mate­ria pri­ma con la que se pro­duce azú­car y bio­masa para gener­ar vapor y elec­t­ri­ci­dad.

La bio­masa se pre­sen­ta como baga­zo (resid­uo de la molien­da de caña en la indus­tria), y paja (resid­uo de la cosecha).

Desta­can entre las líneas de desar­rol­lo de este ambi­cioso proyec­to — el cual com­prende la con­struc­ción de 17 bioeléc­tri­c­as (plan­tas de ele­va­da capaci­dad de gen­eración de elec­t­ri­ci­dad medi­ante cogen­eración a alta pre­sión) y el aporte del 14 por cien­to de la energía ren­ov­able en 2030‑, el fomen­to de bosques energéti­cos por el Grupo Agro­fore­stal, su cosecha y trans­porte.

Tam­bién sobre­salen la mod­ern­ización de las fábri­c­as de azú­car, autom­a­ti­zación e informa­ti­zación; gen­eración de elec­t­ri­ci­dad con bio­masa cañera y fore­stal y ase­gu­rar cal­i­dad, inocuidad y pro­tec­ción del medio ambi­ente.

Según Hernán­dez, un aspec­to pri­mor­dial del pro­gra­ma lo con­sti­tuye la tec­nología eval­u­a­da para el desar­rol­lo de la caña, su cosecha y trans­porte en 150 días de zafra con una explotación de la capaci­dad de molien­da de esa mate­ria pri­ma a par­tir del 80 por cien­to.

La fuente para la amor­ti­zación del finan­ciamien­to será la ven­ta del incre­men­to de la pro­duc­ción azu­car­era, que depen­derá del desar­rol­lo de la base pro­duc­ti­va, cal­i­dad de la siem­bra, ópti­mas var­iedades, riego y drena­je, agua y sue­lo, y el uso de la agri­cul­tura de pre­cisión.

APORTE FORESTAL

Hernán­dez pre­cisó a Pren­sa Lati­na que el pro­gra­ma pre­vé el fomen­to de 89 mil 230 hec­táreas con pro­duc­ción de pos­turas en viveros tec­nifi­ca­dos, semi­l­las genéti­ca­mente selec­cionadas de huer­tos semi­lleros y preparación mecan­iza­da de sue­los.

Las especies que uti­lizará el Grupo Fore­stal ten­drán como car­ac­terís­ti­cas: crec­imien­to rápi­do; capaci­dad de rebrote y de repro­ducirse por semi­l­las o de for­ma asex­u­al; alto rendimien­to de bio­masa por hec­táreas y fácil mane­jo sil­vi­cul­tur­al en turnos cor­tos de rotación.

Tales plan­tas son el bam­bú, la aca­sia, eucalip­tus, soplil­lo, Piñón Flori­do y ipil-iplil.

Según la espe­cial­ista, del pro­gra­ma de 19 Bioeléc­tri­c­as aproba­do en 2014, se pri­or­izan 17 (612 MW) con área para bosques energéti­cos que les per­mi­tirá gener­ar has­ta 300 días anuales (zafra + interzafra).

Igual­mente, los fun­da­men­tos del pro­gra­ma tienen en cuen­ta su impacto ambi­en­tal pos­i­ti­vo; en par­tic­u­lar posi­bil­i­tar la nivelación de los sue­los de mal drena­je para evi­tar enchar­camien­tos que provo­can despoblación de los cam­pos de caña.

Hernán­dez ase­gu­ra en ese sen­ti­do que la caña de azú­car mane­ja­da de for­ma sostenible, es un sum­idero de car­bono, así como que la cober­tu­ra de paja resul­tante de la cosecha, dis­min­uye la res­piración del sue­lo y la veloci­dad de mete­orización de la mate­ria orgáni­ca, lo cual favorece la fijación de CO2 en el ter­reno..

Al respec­to ilus­tra que una hec­tárea de ese cul­ti­vo es capaz de elim­i­nar medi­ante foto­sín­te­sis 60 toneladas de car­bono.

Se pre­vé que la bioeléc­tri­ca aledaña al com­ple­jo agroin­dus­tri­al Ciro Redon­do (unos 450 kilómet­ros al Este de La Habana), la más avan­za­da en eje­cu­ción ‑el 70 por cien­to- comience a apor­tar elec­t­ri­ci­dad en la venidera zafra.

Esta se lev­an­ta a un cos­to de 187 mil­lones de dólares y estará entre­gan­do 390 GWh/año.

Fuente: Pren­sa Lati­na.