Habiendo comenzado la zafra azucarera 2020, siempre es interesante analizar algunas cifras.
En este caso deseo referirme específicamente al tema del bioetanol, por cuanto observo lo perjudicial que resulta para el sector mantener el precio congelado desde Diciembre, acentuado con la merma ya ocasionada cuando se retocó la fórmula para calcular el precio, tiempo atrás.
Así vemos que en Julio 2019, estaba en $24,916/l, que al cambio del dólar oficial Banco Nación de la fecha significaban US$0,579/l, en tanto a Junio 2020, con un precio deprimido de $29,808/l – fijado por Secretaría de Energía de la Nación – y a un cambio oficial de $71/dólar, aquel valor se derrumba a US$0,426/l. Es decir, una diferencia en menos del 26,5%, dentro de un contexto económico con inflación y desvalorización monetaria. Para comparación, la nafta súper YPF en Tucumán está en $59,50/l, que significan US$0,837/l. Es decir que los 120 cc del etanol en el litro de mezcla, incide escasamente en 5 centavos de dólar. Así el panorama es difícil para las empresas sucro-alcoholeras.
De allí me surgió la idea de intentar una fórmula para actualizar el precio, que fuese simple y fácil de interpretar, para reemplazar aquella otra polinómica y más compleja al extremo que la modificaron tiempo atrás, contrariando a la industria. Lo que propongo parte del concepto que la materia prima son azúcares que, fermentados, originan un producto que es el alcohol o etanol. Partiendo del precio de venta final de la materia prima (azúcar) y que lleva involucrado todo el costo de producción, dividido por el conocido coeficiente estequiométrico, se puede obtener el precio final del producto requerido.
Expresado más simple, sería precio de un kilogramo de azúcar para lograr precio de un litro de alcohol. Aquí entran en juego valores aceptados por el Gobierno Nacional como el valor azúcar y también el coeficiente citado (incluso este es reconocido por cañeros e industriales). En una primera instancia surge el valor para alcohol 96%, pero es corregido por otro coeficiente – de deshidratación – para llevarlo al alcohol de 99,5% que se emplea en la mezcla. Agregado el IVA correspondiente, resulta en nuestro caso $44,43/l.
Es una propuesta que puedo estar equivocado, pero trato de arrimar algo para acomodar mejor las cosas. Menciono que días pasados, la Cámara del Bioetanol de maíz de Córdoba, había planteado al Gobierno Nacional, un valor base (sin IVA) de $35/l. A partir de aquel valor, el reajuste puede ser automático, ya sea según el valor azúcar o según se reacomoda el precio de la nafta para mantener la proporción ya mencionada. Por último, es importante recalcar el concepto sobre la necesidad de reforzar la política del bioetanol.
¿Por qué? Porque siempre se pensó que ese producto era una buena alternativa para absorber los azúcares excedentes y así favorecer que se fortalezca el precio del azúcar en el mercado interno local. En estos momentos es más atractivo el azúcar que el alcohol, bajo el concepto de la bolsa equivalente según métodos del convenio de Junio 2017.
Pero con el nuevo valor propuesto, los términos económicos se acercan y así la bolsa equivalente toma impulso nuevamente, y con un valor mucho mejor respecto al azúcar crudo exportación.
Por Franco A. Fogliata – Ingeniero Agrónomo.
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